Alfareros e investigadores de Chihuahua rescatan técnica paquimé

CIUDAD DE MÉXICO (04/OCT/2010).- Artesanos de Chihuahua, participantes de la Feria Manos Abiertas, han logrado rescatar la técnica de los antiguos alfareros de Paquimé, que se encontraba perdida y que hoy revive gracias a artesanos como Juan Quezada, Premio Nacional de Ciencias y Artes 1999.  

Se trata de Luz Elba Ramírez y Fernando González, quienes atribuyen el rescate de esta técnica artesanal a Juan Quezada, quien un día, al transportar leña en su burro se encontró unos tepalcates de un bello diseño que después sabría que eran piezas arqueológicas de Paquimé.  

Quezada, refieren, no se explicaba cómo tras pasar años enterradas esas piezas mantenían su color, duda que lo llevó a experimentar hasta dar con la pintura para tintar ese barro.  

El descubrimiento de las piezas arqueológicas y los experimentos de Quezada llegó a oídos del antropólogo estadounidense Spencer MacAlum, quien con el fin de rescatar estas artesanías le pidió a Quezada si le podía reproducir una pieza.  

Fue así como la capacidad de Juan para reproducir estas piezas hizo, junto con la promoción de Spencer, hizo que lo invitaran a presentarlas en museos de California y Nueva York y que comenzara a venderlas; mientras su casa en Chihuahua se llenaba de estadounidenses deseosos de comprárselas, destacaron en entrevista difundida por la Universidad Iberoamericana, organizadora de la Feria Manos Abiertas.  

Juan, quien entonces no sabía que había rescatado las técnicas perdidas de los paquimeitas, se encargó de difundir el conocimiento para fabricar estas piezas -idénticas a las originales entre sus hijos y luego entre sus vecinos, dos de ellos Luz Elba y Fernando, quienes al igual que muchos habitantes de Juan Mata Ortiz hoy viven de la alfarería.  

Luz Elba explica que la técnica es completamente rústica, no se usa torno ni horno, todo se hace a mano. Como materia prima sólo se compran las lijas, porque el barro se trae de las montañas y los colores se extraen de la naturaleza, el negro del manganeso y el rojo del óxido de cobre obtenido de una mina cercana a Ciudad Juárez.  

Fernando agrega que en promedio hacer una pieza toma una semana, dos semanas si es de tamaño grande, entre su producción destaca una vasija en forma de lobo, la cual alcanza un precio de 500 dólares entre sus clientes japoneses, franceses e italianos.