MADRID, ESPAÑA (22/DIC/2016).- "Fue despreciado por los hombres; un hombre de penas, conocedor del sufrimiento", cantaba el contratenor Carlo Vistoli, la noche de este miércoles, en el Auditorio Nacional de Madrid, cuando el director de la orquesta, William Christie, decidió parar "El Mesías" de Händel ante el insistente sonido del timbre de un teléfono celular.“¡Fuera!”, dijo al culpable mientras miraba con enfado hacia la tribuna lateral, pegada al escenario, desde la que se escuchaba el sonido de llamada, que todavía se repitió una vez más, relataron varios testigos.La decisión del prestigioso director y clavecinista francoestadounidense fue muy aplaudida por el público e incluso hubo espectadores que reprocharon a gritos "el despiste" de quien, a pesar de las reiteradas peticiones previas que se hacen por megafonía y en los programas que se entregan, no había silenciado el celular.Tras el incidente, Christie (Nueva York, 1944) le dijo al público, en inglés: "Aquí hay mucha música, mucho que decir y vamos a repetirlo" y recomenzaron la conmovedora aria del final de la primera parte ("He was despissed").En la segunda parte, el director se volvió en un par de ocasiones para mirar reprobadoramente a unos espectadores que no paraban de toser, pero ya todo "fluyó" y "la música reinó", tan a su satisfacción que regaló a la audiencia un bis, con el "Hallelujah"."Es una de las obras más bellas del mundo, absolutamente emocionante, y es imposible mantener el tono si te desconcentra otro sonido en otra tonalidad", defendían hoy en declaraciones fuentes de Ibermúsica, organizadora del concierto.El agente de Christie, Enrique Rubio, precisó que el director y fundador de Les Arts Florissants es "severo" con los ruidos en el auditorio "en todas partes", aunque ignora si en alguna otra ocasión ha parado un concierto por ese motivo.
