Edmundo Paz y el poder del cuento

GUADALAJARA, JALISCO (03/ENE/2014).- Para Edmundo Paz Soldán fusionar al cuento con la novela no fue un proceso que se dio por arte de magia, el autor lo atribuye a su experiencia de más de 20 años en la escritura. Ahora cumple el sueño: vincular los dos géneros en sus textos, un camino que lo sorprende y lo empuja. Precisamente está por publicar (en febrero) ''Iris'', libro en el que se sumerge en las variantes de la ciencia ficción y donde profundiza en los estados alterados de conciencia para impregnar  a sus personajes.

“Me interesa el enamoramiento, la fascinación por un personaje que acaba de conocer algo que le interesó, también un asesino serial, el abanico y el espectro de posibilidades es bien amplio, una cosa perversa, siniestra o que sea luminosa; me interesan esos momentos en que algo te saca de tu cotidianeidad y ahí quiero enfocarme tanto en la novela como el cuento”.

Continuamente, Paz Soldán busca adentrarse en los subterráneos de algo que ha sucedido y que es irrevocable. Bajo esa línea está la obra que publicó con Páginas de Espuma, ''Billie Ruth'', que le llevó poco más de 15 años, ya que buscaba que los cuentos tuvieran un aire familiar entre sí.

Con un pie en cada lado

A pesar de que el cuento sigue siendo minoritario en ventas, respecto a la novela, para Edmundo es un género que se vuelve central; considera que todos los escritores de la nueva generación acaban de publicar un libro de cuentos o están escribiendo algunos; además, opina que el género se ha posicionado muy bien en la red.

“Hay una economía subterránea donde parece que el cuento no depende tanto del mercado como la novela, es mas impermeable, un tanto como la poesía, que cada vez hay más poetas y se venden menos libros, pero la ésta se ha mantenido como un discurso importante. Nos quejamos de la falta de tiempo de la lectura y se venden novelones de 800 páginas, cuando lo más acorde con este tiempo (es que) deberían consumirse más los cuentos”.

En los últimos años, Edmundo se ha dedicado a escribir novelas con vinculación al cuento o viceversa, le interesan los relatos que tengan unidad y atmósfera como ''El llano en llamas'', de Juan Rulfo, donde los textos dialogan entre sí y arman un mundo como el que se construye en la novela, pero mucho más rápido: “La novela es un género muy absorbente, construir un mundo te lleva tres años”.