El camino de Ida, la historia de Unabomber

CIUDAD DE MÉXICO (16/AGO/2013).- Unos saludables y enérgicos 72 años lo muestran lúcido y activo, portador de una notable erudición que nunca resulta grandilocuente ni agresiva en su voz dulce y su decir pausado.

Ricardo Piglia recibe premios, escribe mucho y desde hace unos años, las distinciones obtenidas fuera de su país de origen le han dado el verdadero valor a uno de los escritores que constituían uno de los secretos mejor guardados de Argentina.

Justo el miércoles pasado, el escritor argentino Ricardo Piglia acaba de ganar el Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas, instituido por el gobierno de Chile, dotado con 60 mil dólares, un diploma y una medalla.

Fue la tardía publicación de Respiración Artificial en España lo que convirtió en internacional al más nacional de los autores del país sudamericano, quien por estos días presenta El camino de Ida (Anagrama), una novela que el escritor ha descrito ante el periodista Horacio Bilbao, de la revista Ñ, como “una autobiografía de Renzi, un personaje que aparece en mis libros. Se va a los Estados Unidos y allí vive una experiencia que lo marca. Entonces escribe esa novela que es el rastreo de esa experiencia, que en algún punto es la mía”.

Renzi es el protagonista de la reciente novela del argentino, en la que cuenta en primera persona su llegada a la Universidad de New Jersey, invitado por la bella profesora Ida Brown, para impartir un seminario sobre el escritor W. H. Hudson. Renzi llega a Norteamérica recién divorciado y se verá cautivado por la joven y atractiva Ida.

Después de 15 años de dar clases de literatura hispanoamericana en la Universidad de Princeton, Ricardo Piglia se asentó en Buenos Aires, donde le dijo a la periodista Silvina Friera, del diario argentino Página 12, que escribió El camino de Ida “porque el personaje de Thomas Munk, que en realidad es Unabomber, leyó El agente secreto (de Joseph Conrad)”.

Así, Munk está inspirado en Theodore Kaczynski (1942), el filósofo y doctor en matemáticas, que, entre la década de los ochenta y noventa, comenzó a enviar “cartas bomba” a diferentes casas de estudios, para alertar a la sociedad sobre los peligros de los avances de la tecnología. El FBI lo buscó por 20 años.

–Esto, en la novela, parece una invención suya

–¡Ojalá hubiera sido un invento mío! (risas). Estas cosas son muy difíciles de inventar. Lo que inventé es que Ida lo descubre leyendo la novela de Conrad. Y los subrayados de ella, que es la manera por la que Renzi puede establecer la conexión.

“Lo que más trabajo me dio fue hacer hablar a Unabomber. Tengo la fantasía de que todas mis novelas son distintas, pero todas van a parar a una conversación final, ahora me doy cuenta. En Respiración artificial van a hablar con Tardewski; en Blanco Nocturno va a hablar con Luca. Me gusta que la novela tenga un viaje, que todos los enigmas que puede haber en la historia que se está contando vayan a parar a una conversación en la que no se descifra nada”, dijo.

Está convencido de que “sólo me lee un grupo de amigos y eso para mí es el éxito”, dijo en la pasada edición de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, donde entre otras cosas remarcó la necesidad de “buscar el poder de la ficción en la realidad” y escuchar más a los perdedores, “puesto que son ellos quienes, en general, expresan una verdad que esconde la cultura del éxito reinante”.

Con información de Sinembargo.mx

FRASE

"Yo estaba allá cuando se desarrolló el caso (del Unabomber). Luego me olvidé, pero cuando decidí escribir sobre mi experiencia en EU, volvió esa historia y la recuperé "

Ricardo Piglia, escritor argentino