El encanto por Sor Juana, según Lavín

CIUDAD DE MÉXICO (27/SEP/2010).- La publicación de centenares de artículos, biografías, ensayos y novelas históricas sobre Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695) en los últimos años en México y en el exterior, muestran el gran interés y el boom que vive este excepcional personaje, afirma la escritora capitalina y periodista Mónica Lavín.

“Sor Juana vive en los últimos años un auténtico boom debido a que su personalidad aún seduce a los que se acercan a ella”, expresa Lavín, autora de la novela histórica Yo la peor y el texto Sor Juana en la cocina.

“La vida de Sor Juana permanece en el misterio, nos inquieta cómo pudo brillar en una época adversa, y cómo logró cautivar desde un convento al mundo exterior”, comenta Lavín.

Juana Inés de la Cruz nació en el Estado de México, en 1651. Ingresó al Convento de las Jerónimas y permaneció enclaustrada los últimos 26 años de su vida.

En su libro Yo la peor, la escritora sugiere la posibilidad de que durante su vivencia en la Corte, Sor Juana haya tenido vínculos amorosos, debido a las costumbres de la época, pero “no sabemos nada de su sexualidad, no tenemos nada de sus vínculos con otras personas”.

Lavín destaca que en los únicos datos biográficos escritos por la monja se conocen por la Carta a Sor Filotea, seudónimo del obispo de Puebla, Manuel Fernández de la Cruz, en la que cuenta sobre su rigurosidad y disciplina para estudiar,  “se cortaba el pelo para obligarse a aprender algún tema”.

“Un aspecto fundamental es el espíritu científico, su ansia por saber, para estar en la conversación de su tiempo, ésa era su gran ambición intelectual”, explica Lavín, quien reconoció que el marco intelectual de Sor Juana estaba limitado por la España del siglo XVII, y era difícil que llegaran obras de filósofos de su tiempo de otros países.

No obstante, “Sor Juana fue una mujer renacentista”, quien de manera autodidacta logró conocer lo más avanzado de su tiempo.
La escritora lamenta que durante siglos Sor Juana haya estado oculta para la sociedad mexicana y que a principios del siglo XX haya sido redescubierta.

Lavín agrega que aunque Sor Juana aceptó entregar su biblioteca y aparentó sumisión a la Iglesia, ella era una guerrera que mantenía sus relaciones con monjas portuguesas y con la exvirreina María Luisa Manrique, encargada de publicar sus obras en España.

Para la autora capitalina “Sor Juana se sigue estudiando en México y el extranjero, su presencia se siente no sólo en círculos académicos, sino que muchas personas conocen algo de ella, algo más de sus populares versos”.

La frase
''Un aspecto fundamental de Sor Juana es el espíritu científico, su ansia por saber''
Mónica Lavín, escritora.