La fugitiva, cuando no puedes huir de ti misma

GUADALAJARA, JALISCO (28/AGO/2011).- En una tumba con un simple número yace el cuerpo de una mujer, sus restos son exhumados del Panteón Francés de la Ciudad de México para luego ser repatriados a su natal Costa rica. Allí tampoco le ponen lápida con nombre, su entierro se realiza un triste día de lluvia en una ceremonia a la que muy pocos asisten. Ni de aquí ni de allá, Amanda Solano goza al fin la paz que no tuvo en vida.

Durante su vida fue “La fugitiva” una mujer liberal, tal vez demasiado adelantada a su época o quizás la eterna incomprendida. El autor, Sergio Ramírez, se da a la tarea de contarnos la vida de la escritora que deseaba demasiado en una sociedad donde la mujer debería aspirar solamente a ser una excelente ama de casa. La mayor maldición de la protagonista fue su belleza, los hombres caían rendidos ante su hermosura y su inteligencia. Ellos eran su debilidad, aunados a su pésima capacidad de elección, también fueron su ruina.

Son Gloria, Marina y Manuela, amigas íntimas de Amanda, quienes nos llevan por los contrastes de la vida de la mujer. El autor logra meterse en la mente de sus personajes femeninos, crea cada una de sus personalidades de forma verosímil, todas son en esencia muy distintas. Las palabras, los modales y la vida que cada una ha llevado también enriquecen del relato.

La aristocrática Gloria no podría ser más diferente de la masculina Manuela; ambas totalmente aparte de la intelectual Marina. Nuestras narradoras sólo tienen dos cosas en común, su nacionalidad costarricense y su amistad con la ausente protagonista del libro. Estudiosa, artista, madre, amante pero sobre todo mujer, Amanda Solano cobra vida para el lector gracias a los recuerdos de quienes la conocieron.

La novela no es sólo la tragedia de una mujer aspirando siempre a más de lo que obtuvo, también es la de una mente vivaz y rebelde. La historia de Costa Rica y México entre los años 30 y 50 se despliega frente al lector de la mano de las desventuras de Amanda, las cuales están muy lejos de ser un drama y demasiado cercanas a la realidad Latinoamericana.

El libro se lee como si más que eso se escuchara, la narrativa fluye sin esfuerzo mezclando a los personajes imaginarios con la historia y los países de verdad. A la par que descubrimos quién y cómo era Amanda Solano también entendemos la sociedad y cultura de toda una época.

Sergio Ramírez nació en Masatepe, Nicaragua, en 1942.

La fugitiva. Sergio Ramírez. Alfaguara. 2011. 320 páginas.

EL INFORMADOR/EDNA MONTES