Lunes, 20 de Octubre 2025
Cultura | En la Orquesta de Sueños, gente que proviene de países en guerra aprende música

La mejor herramienta para integrar a jóvenes refugiados

En la Orquesta de Sueños, gente que proviene de países en guerra aprende música

Por: EL INFORMADOR

Al frente. El venezolano Ron Álvarez dirigió recientemente a 500 jóvenes en el festival Side by Side. ESPECIAL / Lisa Thanner

Al frente. El venezolano Ron Álvarez dirigió recientemente a 500 jóvenes en el festival Side by Side. ESPECIAL / Lisa Thanner

GUADALAJARA, JALISCO (25/OCT/2016).- Autodefinido como un docente que está obsesionado por enseñar la belleza de la música, es que el venezolano Ron Álvarez se ha encargado de cristalizar algo que parecía imposible: con tan sólo unas semanas de preparación, él es capaz de lograr que jóvenes sin conocimientos musicales previos puedan tocar algunas piezas como el “Himno a la alegría”.

Pero Ron tiene un doble mérito. En junio pasado creó la Orquesta de Sueños en el Sistema Suecia con 25 jóvenes refugiados en la ciudad de Gotemburgo. Al tener como antecedente el haber sido formado en el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, Ron Álvarez toma la inspiración necesaria para continuar con ese método de enseñanza musical que le favoreció (y sigue ayudando a jóvenes de escasos recursos) para integrarse al mundo de la música.

“En la Orquesta de Sueños tenemos jóvenes de países en guerra como Afganistán y Siria, además de otros que provienen de naciones con problemas terribles como Eritrea o Albania pero todos ellos están unidos por el amor a la música que les ayuda a superar sus miedos y traumas”, compartió a diversos medios.

Y es que las historias de los jóvenes que integran esta orquesta son diversas. Hay desde quien huyó del régimen talibán, otros que pasaron por la guerra en Afganistán y unos más desde Siria, que escaparon de esos infiernos para encontrarse con el paraíso de la música gracias a Ron Álvarez y su proyecto que busca abrazar a todo el mundo.

“Estos chicos están acostumbrados a los sonidos de la guerra porque vienen de países donde las balas y explosiones pueden ser algo cotidiano. Ahora me produce una enorme alegría saber que se enamoran de la música y disfrutan los sonidos nobles de las composiciones y los aplausos. Ya no se estremecen de miedo sino de alegría y eso es un gran cambio”.

Todos, menores de edad, presentaron ayer su primer concierto en la sede de la orquesta en Gotemburgo, como parte de la celebración del Día de la Organización de las Naciones Unidas. Así, Ron da una muestra más de los alcances de la música al romper fronteras.

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