''Austin Powers''

GUADALAJARA, JALISCO (19/NOV/2012).- Volvió la Fórmula Uno a los Estados Unidos con bombo y platillo, y una enorme derrama económica que sin duda motivará a que este Gran Premio quede en el calendario por un buen tiempo.

En su última edición, la prestigiada revista Autosport cuestionaba si podría la Máxima Categoría enamorar al aficionado norteamericano. Lo que no apreciaba esta publicación, era la invasión de compatriotas que con enorme esfuerzo y entusiasmo abarrotaron las magnificas instalaciones del Circuito de las Américas.

Pero les voy a ser sincero, tuve mis serias dudas con respecto a la asistencia de público, ya que el viernes en la línea del autobús, rumbo a la pista, observé que la mayoría de las personas dispuestas a abordar parecía que asistirían a un “rodeo” y no a una carrera de autos.

Austin ha sido una ciudad muy significativa para su servidor, ya que aquí hicimos nuestro debut en competencias automovilísticas en los Estados Unidos hace muchos ayeres.

Después del himno y el típico despliegue de poderío aéreo de nuestros vecinos, la carrera ha iniciado envuelta en un grito general y con mas emoción que conocimiento, a excepción hecha del publico mexicano “que se la rifa” en el tema de la F1.

Estoy seguro que ustedes pensaron en que Vettel haría una “tocatta y fuga”, y que nunca mas nadie le alcanzaría, pero Lewis Hamilton ha hecho tremenda carrera sin error y con un auto mas confiable ahora. Su triunfo es la sal y la pimienta en la lucha por el cetro.

Fernando Alonso ha hecho lo habitual: Ser inteligente y sumar puntos. Pero al ver la sonrisa de Sebastian antes de ponerse la “tejana”, me da la impresión de que el alemán lo tiene todo fríamente calculado.

De nuestro admirado Sergio Pérez, que nos hizo fincar enormes esperanzas de terminar en los primeros cinco lugares, tuvo para la segunda mitad de la carrera un “bajonazo” de rendimiento muy lamentable que esperemos se pueda solucionar para Brasil. Lo que resulta muy positivo es que los McLaren pueden ser letales de cara al 2013, y con Checo al volante, así nomás.

El Circuito de las Américas es una gran tribuna y la mayoría de las gradas permiten una visión panorámica de la carrera con buenos duelos y rebases en un clima ideal. A manera de critica constructiva, me permito comentar algunos “detallitos” que hemos padecido. En primer lugar, entrar y salir de la pista es un “vía crucis”; el sistema de transporte es malo y lento. En segundo lugar, las telecomunicaciones son lo mas parecido al “valle del silencio”. Y por último, el servicio y la comida dejan mucho que desear. Pero, por el contrario, ¡que hospitalidad de los tejanos, de primerísima! Qué gusto nos dio saludar a tantos y tantos amigos que de seguro ya están puestos para el próximo año. Si los mayas nomás estaban “bromeando”.