Barristas reviran a los legisladores

GUADALAJARA, JALISCO (06/AGO/2015).- Para los integrantes de la Barra 51, las medidas aprobadas por diputados locales contra cánticos ofensivos en recintos deportivos no disminuirán la violencia en el Estadio Jalisco.

La tarde de ayer previo al duelo entre Atlas y UdeG, barristas del equipo rojinegro reviraron a los legisladores al asegurar que los problemas en los estadios no inician con las porras o cánticos.

“La porra tiene una identidad propia. Nunca un jugador de un equipo contrario se ha enojado por un '¡Eeeeeeeeee pu...!', ni por otras que ya son parte de nosotros y que hasta nos han copiado otros. Yo lo veo como provocación porque ya la traen contra nosotros, pero seguiremos aquí apoyando. Las broncas son por ofensas directas, nada que ver con lo que uno cante”, dijo Humberto, barrista de 26 años.

El martes pasado, el Congreso local aprobó con 29 votos a favor y cero en contra las penalizaciones que van de 10 a 90 días de salario mínimo y arrestos de 24 a 36 horas para quienes entonen cánticos violentos afuera y adentro de inmuebles deportivos, así como en el transporte público.

No obstante, para que se apliquen las medidas incluidas en la Ley de Cultura Física y Deporte del Estado, deben ser publicadas en el Periódico Oficial de la Entidad, además de reglamentarse en todos los municipios.

Arturo, de 28 años, acompaña a su equipo desde hace 10 años. Él reconoce que los últimos años se ha incrementado la violencia en el Jalisco.

“La neta sí vamos más prendidos que antes. A uno le dan libertades y se prende hasta contra el equipo porque va mal. Yo creo que prohibiendo las porras no van a lograr nada.

“Mejor que cierren el estadio si no van a controlar a los revoltosos. Y si cantarle a los contrarios nos va a costar cárcel, pues no vamos a bajar de tono a la porra y van a encerrar a miles en cada juego”.

MAL ENFOQUE

En desacuerdo con la decisión

“Es de risa eso que hicieron los diputados. O no le entienden o no conocen el problema de fondo, el problema es real. De dónde surgen las barras que crean la violencia, pues vienen de los barrios. Con esas propuestas no van a resolver el problema de fondo que es afuera del estadio, es en los barrios. Allá está el fondo del problema”, asegura José de Jesús Morales Hernández, doctor académico del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la UdeG.

Sufre para conseguir su “Pase Rojinegro”

Sin hacer filas largas, previniendo tumultos en las taquillas del Estadio Jalisco semana a semana, aficionados acudieron de último minuto a las taquillas de la tienda Línea Atlas ubicada sobre la calle José María Vigil, esquina Américas, a adquirir su “Pase Rojinegro”, que les ayudará a entrar al inmueble a todos los partidos de los Rojinegros como local en la Liga MX y Copa MX.

Las filas eran cortas o nulas, la venta caía a cuenta gotas pero siempre había al menos un aficionado comprando su tarjeta, no importaba de la zona que fuera, siempre había disponibles.

El señor José Luis Vargas acudió a esta tienda y explicó las razones por las cuales decidió adquirir su pase este torneo, en la Zona Preferente Poniente.

“Primero por un ahorro y además estamos yendo cada 15 días, llevo a mis hijos y a mi sobrino y pues por eso, esa es la razón que los compro con anticipación, para no batallar. Anteriormente los compraba en el estadio, a veces cuando eran partidos importantes pues batallábamos para comprar los boletos. Siempre hay que decirle no a la reventa”.

Pero no todo era miel sobre hojuelas. El señor José Ignacio Flores sufrió para poder adquirir tres “Pases Rojinegros” de la Zona Alta Oriente. Aquí explica las peripecias que tuvo que pasar para que le dieran sus tarjetas.

“Lo que pasa es que se ponen muy difíciles, viene uno muy amablemente y topas con pared. Se ponen muy difíciles para que uno pueda comprar el pase, vengo como cada año y quise pagar con tarjeta. La señorita me dijo que le pasara mi número confidencial, le dije que no se lo podía dar, el mismo banco me dice que no se lo demos a nadie, ella se molestó y me regresó mi tarjeta y mi identificación y fui  a un banco que estaba cerca, regresé ya con el dinero y cuando le dije que ya tenía el dinero, me tardó como 15 o 20 minutos parado, argumentando que no le respondían en la ‘Línea Atlas’, cuando la Línea Atlas es aquí, parecía que le había caído mal a esta señorita, pero aquí estoy ya con el ‘Pase Rojinegro’ listo”.