Futbol sin Balón

Fue extraño que el Guadalajara no organizara un evento de inauguración el pasado sábado en el Estadio Jalisco cuando enfrentó al Cruz Azul, sin importar el gran lleno que hizo la afición y todo transcurrió como un partido más.
Extraño fue también que ni siquiera se efectuó la ceremonia de entonación del Himno Nacional, como acontece cada partido de local de las Chivas.
Lo cierto es que el Himno no se cantó porque los jugadores saltaron tarde a la cancha y ya no les dio tiempo.

Aún sin la ceremonia del Himno Nacional, el partido entre Chivas y Cruz Azul empezó seis minutos tarde y eso le ocasionará al Guadalajara una multa por parte de la FMF mayor a 50 mil pesos, según está estipulado en el reglamento de sanciones para los equipos que retardan el inicio de los encuentros.

Pero no sólo las Chivas tuvieron lamentables olvidos en el juego contra Cruz Azul, ya que también el Ayuntamiento de Guadalajara omitió aplicar una disposición que hace tiempo anunció para restringir el aforo de la zona “C” y evitar posibles desgracias por las vibraciones de la estructura del inmueble.
El sábado la parte alta del estadio se llenó a tal grado que se borraron los pasillos y las escaleras, en donde al parecer no hubo ninguna restricción y sí sobrecupo.

La omisión del Ayuntamiento de restringir parcialmente la zona “C” le ocasionó al Guadalajara una multa por la obstrucción de los pasillos y escaleras por parte de los aficionados, además por la detonación de artefactos hechos con pólvora, bolas de humo y bengalas.

Otro de los desaciertos del sábado en el Jalisco fue el estreno de un nuevo canto de batalla para las Chivas, que en repetidas ocasiones se escuchó en el sonido del estadio, entonando estrofas de un pésimo gusto con palabras altisonantes.
¿Dónde deja la directiva de Chivas la educación, el buen gusto, la moralidad y la defensa de las buenas costumbres que tanta falta hacen a nuestra sociedad?

Para colmo de los desaciertos del sábado en el Jalisco, el héroes rojiblanco denominado “Chivafighter” que con bombo y platillo desplazó hace un año a la “chiva loca”, apareció con otro personaje metido en la botarga, que lejos de ser corpulento y fortachón, se vio gordo y desaliñado, en lo que parece ser el final de un proyecto que nunca ha funcionado.

Mientras que semana a semana los equipos de la localidad, Guadalajara y Tecos, trabajan sin descansar más que lo elemental, el Atlas de Darío Franco se da el lujo de tomarse más tiempo del debido. La semana pasada los rojinegros descansaron casi tres días y empezaron a trabajar el martes por la tarde. En la presente semana los atlistas apenas volverán al trabajo hoy después de enfrentar a Jaguares, teniendo otra salida difícil como es visitar al Cruz Azul el sábado.
Comentarios: elopez@informador.com.mx