La inestabilidad domina en Chivas

GUADALAJARA, JALISCO (22/MAY/2013).- El Club Deportivo Guadalajara atraviesa por una crisis que no sólo se explica por factores de cancha. El cuadro rojiblanco vive un trance negativo que implica el desvanecimiento de un proyecto que ha sustentado los éxitos y los fracasos de la era de Jorge Vergara. La cantera se ha agotado, el estadio presenta entradas paupérrimas, la penetración de la marca no es la deseable y el equipo ni siquiera tiene un estilo de juego definido. Tras la racha de presencia en semifinales que culminaron con el campeonato obtenido en diciembre de 2006, han pasado poco más de cinco años en los que los resultados son inercialmente negativos. Basta un dato: en los últimos 10 torneos cortos, Chivas promedia 22 puntos, lo que significa un poco más de 40% del total en disputa.

No es sorpresa que el equipo más popular del fútbol mexicano comience la siguiente temporada mirando más hacia la tabla porcentual que a la lucha por el título. Excluyendo el Apertura 2011 y el Bicentenario 2010, donde Chivas logró superar la barrera de los 30 puntos, en los últimos torneos el equipo ha roto récord por su magra cosecha. El conjunto rojiblanco comenzará la siguiente temporada 17 puntos arriba de la quema del descenso, situado en la posición 14 de la tabla. No es una situación alarmante, pero lo cierto es que si se produce un torneo corto más con resultados negativos, Chivas tendrá que salir al Clausura 2014 a jugarse la permanencia en primera división.

Problemas desde arriba

La crisis institucional explica mucho de lo que le sucede al Guadalajara. Los golpes de timón y los cambios de rumbo se han vuelto más que la excepción, una regla del comportamiento institucional del equipo. Luego de la salida de Néstor de la Torre, quien le dio estabilidad a la dirección deportiva del club, se dio una seguidilla de nombres que han venido no por un proyecto sino por una coyuntura determinada. Así, el arribo de Michel Leaño como presidente deportivo o el del propio Rafael Lebrija fueron presentados como grandes apuestas de la institución, pero que rápidamente naufragaron ante los fracasos deportivos. O el “proyecto holandés”, en el marco del acuerdo de Chivas con el Instituto Johan Cruyff, que fue anunciado con bombo y platillo y que al final ocasionó más problemas de los que resolvió. Durante toda esta espiral de complicaciones Jorge Vergara ha mandado mensajes contradictorios a la plantilla y a la estructura deportiva. El proyecto que enarboló en un principio ha quedado sin credibilidad.

Plantel limitado

La visión de negocios de la institución es otro escenario de debate.  Chivas es una empresa que busca ganancias y utilidades, como cualquier otra. Sin embargo, a diferencia de muchos clubes, eso ha significado que se invierta menos en el plantel, en la materia de prima que juega dentro del campo. A través del discurso de apoyar a las fuerzas básicas, que fueron clave en los resultados exitosos de los primeros años de la era Vergara, se limitó cada vez más el presupuesto para contrataciones. Por ejemplo, la temporada pasada sólo se contrataron dos refuerzos: Miguel Sabah y Sergio Pérez, quien llegó a cambio de Omar Arellano (más una suma de dinero, según fuentes del club). sin embargo, se fueron una decena de jugadores: Omar Esparza, Antonio Gallardo, Xavier Baez, Mario de Luna y Víctor Hugo Hernández, por citar a algunos.

La inversión en futbolistas de calidad ha sido raquítica, lo que ha llevado a los entrenadores a acelerar los procesos de formación de los jugadores de la cantera, lo que no siempre ha sido la mejor decisión. Por el contrario, el caso de Carlos Fierro es paradigmático. El considerado mejor jugador del mundial Sub 17 que México conquistó en 2011, ahora ni siquiera es tomado en cuenta como titular de la selección Sub 20. Se han acelerado los procesos y el resultado es que la cantera ha sido exprimida de forma irresponsable.

Sin dirección

Al final, todo se sintetiza en la carencia de un proyecto futbolístico e institucional a mediano plazo. El 14 de abril de 2011, un día antes de vender al Club Saprissa, uno de los equipos más populares y ganadores de la historia de Costa Rica, Jorge Vergara negó la posibilidad de que existiera la negociación. Ahora, ante los rumores de la venta de Chivas, múltiples voces vinculadas a la institución han desmentido que exista un acuerdo para que la escuadra pase a formar parte de los negocios del multimillonario Carlos Slim. Todo esto ocurre, además, en el periodo de planeación del equipo para enfrentar el complicado torneo del Apertura 2013. Con las fuerzas básicas agotadas y sin una reestructuración en marcha, el equipo necesita un nuevo rumbo tanto institucional como futbolístico. ¿Lo encontrará?

Veteranos con inmaduros

La inestabilidad de la alineación titular de las Chivas en el pasado torneo parece directamente relacionada con los malos resultados cosechados. El equipo utilizó un total de 31 elementos diferentes de inicio a lo largo de los 17 partidos que disputó: dos porteros, nueve defensas, 15 medios y cinco delanteros. 13 alinearon en 10 juegos, pero sólo ocho jugadores completaron 10 o más partidos en el terreno de juego.

En contraste, los equipos que ocuparon los primeros lugares de la tabla general, incluidos América y Cruz Azul, que disputarán la final, utilizaron solamente entre 19 y 25 jugadores.

El desequilibro va más allá. La política expresa de Chivas es darles oportunidades por sistema a los jugadores jóvenes. Sin embargo, en el torneo, la indudable presencia de estos futbolistas se combinó con la de veteranos por encima del promedio de edad de la liga (a partir de 31 años), con menos presencia de jugadores entre los 22 y los 30 años.

En 16 juegos, el equipo alineó en cada juego a cinco o más menores de 22 años. Sin embargo, esa apuesta por los jóvenes es relativa, puesto que ninguno de los jugadores de dicha categoría alineó de entrada en más de cuatro jornadas, ninguno lo hizo en más de tres consecutivas y sólo cuatro de ellos completaron al menos un partido.

En total, los menores de 22 años disputaron el 21.7 por ciento de los minutos totales (contra el 0 por ciento del líder Tigres, y el 2.5 y 7.6 por ciento de los finalistas Cruz Azul y América). Los mayores de 31 años disputaron el 35.3 por ciento, para ser finalmente, un equipo desequilibrado.

LA CIFRA

14 es el lugar de Chivas en la tabla de cocientes por el no descenso

JUGADORES

Utilizados en la cancha

Equipo                               Tigres    América    Atlas    Morelia    Cruz Azul    Santos    Pumas    Chivas

Lugar en la
tabla general                          1                   2          3               4                  5               6             7            17

Jugadores
utilizados                              19                 21         23            21               25              21           21            31

Porcentaje de
minutos jugados
por su 11 más
constante                            85%             82%       79%         84%           74%           80%         86%         76%



MINUTOS JUGADOS

Distribución por edades

Equipo/Edad                         Tigres    América    Atlas    Morelia    Cruz Azul    Santos    Pumas    Chivas

Menos de 22                              0.0%         7.6%      2.9%         2.3%            2.5%       7.4%          5.9%    21.7%

31 ó más                                    33.4%       24.0%      41.2%     31.5%         46.4%      35.3%       36.8%    35.3%

Suma de menores
de 22 con
mayores  de 31                          33.4%       31.6%      44.1%     33.8%         48.9%       42.7%       42.7%    57%

Jugadores entre 22
y 30 años y 11 meses                 66.6%       68.4%      55.9%      66.2%         51.1%       57.3%       57.3%    43%