Matías Almeyda, como león enjaulado tras empate

GUADALAJARA, JALISCO (18/OCT/2015).- Nervioso, tenso, gritando y dando indicaciones prácticamente los 90 minutos, así lució el director técnico del Guadalajara, Matías Almeyda, quien dirigió su quinto partido con Chivas, marcando su primer empate desde que llegó, mientras que había sumado tres triunfos y una derrota ante Pumas la jornada anterior.

Previo al arranque, el argentino saludó a la banca visitante, con mayor efusividad a Matías Alustiza, luego espero a que apareciera Pablo Marini, timonel camotero.

Al minuto 10 dio instrucciones a Israel Castro, además de que no se ha sentado en lo que va del encuentro. Hasta el minuto 31, tras dar indicaciones a Edwin Hernández una vez que cayó el gol de Fabián, fue a sentarse a su banca por primera vez en el juego.

Con los nervios de punta, al minuto 39 mandó a calentar a toda la banca. Cuando cayó el gol del empate, atinó únicamente a lamentarse y volver a su banca para intercambiar puntos de vista con sus auxiliares.

Al terminar el primer tiempo acudió con el cuarto árbitro para reclamar algunas jugadas suscitadas en el primer lapso.

Tras 55 minutos y con el marcador igualado, mandó dos cambios, a Carlos Fierro y a Eduardo López, para retirar del campo a Israel Castro e Isaac Brizuela.

El último cambio de Almeyda llegó al minuto 81, ingresando Ángel Zaldívar, sacando del campo a David Ramírez.

Cerca del final del juego, cuando Chivas comenzó a atacar con mayor ahínco, Almeyda, parado en el límite del área técnica seguía dando indicaciones, manoteando, gritando, haciendo todo lo posible para que sus muchachos consiguieran el gol del triunfo, algo que jamás cayó.

Una vez que Luis Enrique Santander, árbitro central del juego, el timonel rojiblanco se fue con todo para reclamarle al colegiado algunos aspectos de manera algo airada.

EL INFORMADOR / JAVIER ROBLES