Triunfan Valente y Rodríguez

GUADALAJARA, JALISCO (25/SEP/2011).- Interesante la novillada que se vivió en la octava fecha del serial novilleril en la plaza de toros Nuevo Progreso de Guadalajara.

La repetición acertada de Alberto Valente resultó un verdadero éxito. Un torero que derrocha valor, voluntad y unas tremendas ganas de sobresalir en la difícil profesión de torero.

Bien presentados los novillos de Monte Caldera, de juego diferente, destacando el segundo de la tarde por su fijeza, nobleza y voluntad de embestir, cualidades que Valente supo aprovechar para ligar una faena lenta, con son y con muletazos de mucha calidad por parte del regiomontano.

Valente demostró cualidades que lo colgaron del cartel de triunfadores  a celebrarse el próximo 2 de octubre. En su primer astado logró cortar la púnica oreja de la tarde ante un astado que se prestó para el lucimiento. El toro gozó de fijeza, nobleza y recorrido, especialmente por el pitón izquierdo, lo cual Alberto pudo exprimir para embraguetarse al de Monte Caldera y ligar naturales de mucha apreciación artística. Mató de entera en su sitio, lo cual le fue premiado con un apéndice.

En su segundo enemigo se presagiaba una faena importante. Recibió a su astado a porta gayola para cuajarle un farol en los medios del ruedo. Aquí destacó una excelente ara del picador David Vázquez, quien salió a agradecer las palmas en el tercio. Valente  Lució en banderillas ante un toro que parecía irse a más. Por desgracia remató en un burladero y se tronó un pitón, imposibilitando así la faena de muleta debido al dolor que esto le provocó al novillo. Abrevió su actuación y mató de pinchazo y entera en su sitio.

Y se presentaba en la Nuevo Progreso el colombiano Germán Rodríguez, que dejó una grata impresión en la afición tapatía. Hecho todo un torero que estuvo por encima de sus astados, demostrando un gran quehacer taurino en cuanto a técnica y cabeza delante de la cara de los toros. En su primero logró algunos detalles de mérito que el cónclave le reconoció; no tuvo suerte con la espada y escuchó los tres avisos, aunque quedaba en duda si realmente se cumplieron los minutos que el reglamento marca.

Salió su segundo toro, el otro castaño que cerraría plaza. Un toro que dio rasgos de mansedumbre y que toda la lidia mostró complicaciones. Suelto, volteando contrario y difícil de entender. Rodríguez plasmó su poder en la muleta y tras un trabajo de mucho mérito logró meter al toro en la muleta en un terreno por demás comprometido: pegado a tablas. Con recursos de aplaudir, el colombiano logró robarle los pocos muletazos que el burel traía dentro, para fincar una faena de mucho valor. Contrario a su primer toro, Germán metió la espada hasta los gavilanes. ¿Qué pensaría el juez de plaza que le impidió a Germán salir de la Nuevo Progreso con un triunfo a la par de Valente? La faena era de una indiscutible oreja, ganada a pulso, pero parece que para a la autoridad  no fue suficiente que el diestro se jugara realmente la vida en una meritoria faena para rematar con un estoconazo. ¿Qué no las orejas se cortan con la espada? La petición de oreja en el  público fue mayoritaria, pero nada importó en la decisión del juez. Sencillamente una oreja robada.

Germán debe tener derecho a otra novillada, sino es que merecidamente debe colgarse en el cartel de triunfadores.

Por su parte Jaime Ruiz, el primero en turno del cartel sólo logró algunos detalles que nada penetraron en la afición.

POR CIERTO

En el toro que abrió plaza, destacó la actuación de Gustavo Campos, que logró cuajar un par en todo lo alto. La afición le premió con una salida al tercio.

EL INFORMADOR / EDGAR FLORES