Destacan críticas en Alemania por venta de Opel

BERLÍN, ALEMANIA.- La oposición alemana criticó hoy la venta de la automotriz Opel al consorcio Magna-Sberbank que dio a conocer la estadunidense General Motors (GM), y a la que también se opusieron asesores independientes del gobierno de este país.  

Tras varios meses de especulaciones, el consejo de administración de GM anunció la víspera la venta del 55 por ciento de Opel a la canadiense de autopartes Magna y a su socio ruso Sberbank.  

Para el presidente del Partido Liberal de Alemania (FDP), Guido Westerwelle, como las negociaciones fueron mantenidas en secreto por el gobierno de la canciller federal Angela Merkel, se debe de presentar la documentación correspondiente.  

Aseguró que la decisión es una 'medida para fortalecer' a la actual coalición de gobierno ante las elecciones generales de 27 de septiembre próximo.  

Agregó que la venta acordada no es una solución convincente, y destacó que el objetivo que se buscaba era dar al gobierno una noticia exitosa previa a los comicios.  

Por su parte el presidente del Partido Verde, Gregor Gysi, dijo que 'nadie sabe si de verdad se realizará' dicha transacción, y agregó que por ahora se desconocen las condiciones que puso GM.  

A su vez la presidenta de la fracción parlamentaria del mismo partido, Renate Kunast, dudó que 'el supuesto rescate' de Opel sea una decisión definitiva.  

En tanto, la prensa destacó este viernes el voto en contra de dos de los miembros de la sociedad fiduciaria de Opel, que representan al gobierno alemán y que son expertos independientes.  

Uno de ellos, Manfred Wennemer, ex presidente del consorcio alemán fabricante de neumáticos Continental, señaló que en caso de que se cumpla el plan de negocios previsto por la nueva sociedad, Opel se verá obligado a declarase insolvente a más tardar en 2011.  

Agregó que la empresa seguirá como una firma muy pequeña con los nuevos propietarios, se mantendrá fabricando en los sitios erróneos, con costos demasiado altos y todo el riesgo sobre los contribuyentes.  

Dirk Pfeil, político liberal que acudió a las negociaciones con GM en representación de los estados alemanes donde se localizan fábricas de Opel, se abstuvo de votar y declaró que habría favorecido una venta al inversionista RHJ.  

Por su parte el ministro de Economía, Karl Theodor zu Guttenberg, en referencia a estos votos dijo que 'no representa ninguna ofensa' el que alguien tenga una opinión independiente.  

Agregó que el gobierno no prevé financiamientos adicionales para la transacción, y recordó que otros países donde se localizan plantas de Opel pondrán ayuda financiera a disposición.  

El gobierno alemán ofreció en semanas anteriores un crédito de mil 500 millones de euros para asegurar la supervivencia de Opel, y anunció financiamiento por tres mil millones de euros para el caso de venta.  

El gobernador de Hesse, donde se localiza la principal planta de Opel, el democristiano Roland Koch, advirtió que los trabajadores de la empresa deben preparase para tiempos difíciles.  

Reconoció que si bien la adquisición de Opel por Magna es quizás la única vía para el futuro del consorcio, 'representará una operación muy difícil para los trabajadores'.  

También resaltó que deberán cerrarse puestos de trabajo en Alemania y en otras fábricas en Europa, dado que se trata de una empresa que atraviesa por dificultades.  

De acuerdo a informaciones previas provenientes de Magna, esta firma desea cancelar unos tres mil de los más de 25 mil puestos de trabajo en las cuatro fábricas alemanas de Opel.  

GM y Magna iniciarán negociaciones de venta a partir de la próxima semana y prevén alcanzar un acuerdo a finales de noviembre.  

El grupo GM conservará 35 por ciento de Opel, y 10 por ciento le corresponderá a los trabajadores, mientras Magna y Sberbank dividirán el 55 por ciento de sus acciones por partes iguales.