El Gobierno sólo cuida su gasto

GUADALAJARA, JALISCO.- Lo que está detrás de la Ley de Ingresos para 2010 tiene una intencionalidad: resolver los apuros en los que está el Gobierno federal. Como en otros años, se trata de una miscelánea que está muy por debajo de una reforma fiscal integral, que es lo que necesita el país.

Sin perder la cautela Luis Gómez Chávez, socio en Impuestos de Deloitte en México, comparte con los lectores de EL INFORMADOR sus apreciaciones como experto sobre el marco fiscal que se prepara para el próximo año porque, dice, va en sentido contrario a lo que está ocurriendo en otros países.

¿Qué opina del paquete fiscal que se prefigura en el Congreso?

Es cuestionable la guía que están siguiendo y la vertiente que están tomando en cuanto a volver a imponer más impuestos a los contribuyentes cautivos. Volvemos a lo mismo de años pasados; es prácticamente lo mismo en el sentido de impactar a los mismos contribuyentes.

No están queriendo pagar algún  tipo de cuenta política. Hay muchos posibles contribuyentes a quienes nunca han tocado, y siguen sin tocarlos.

Nos hemos quejado de que hasta el día de hoy no amplían la base de contribuyentes, y en este caso prácticamente es lo mismo.

En el tema del IVA (Impuesto al Valor Agregado), que ahora sería de 16%, prácticamente es una sustitución del 2% de la Contribución al Combate a la Pobreza (CCP), pero ahora le llaman IVA y le están quitando nuevamente los ingresos exentos.

¿Este impuesto es el más costoso para la sociedad?

Para efectos del consumidor, sí. Sin embargo también hay otras propuestas que nacieron en la Cámara de Diputados como el aumento a los precios de las gasolinas, a través de la eliminación de subsidios, y eso lo podemos presagiar, como ocurrió en años pasados, es netamente inflacionario, porque a todo lo que conlleve transporte le van a aumentar los insumos, aumentarán las materias primas, que terminan repercutiéndolo en los productos terminados, que son pagados por el consumidor final. Es decir, el consumidor va a pagar 1% más por IVA, y un pedacito adicional con motivo del aumento del precio de las gasolinas.

De aprobarse como está, ¿generaría expectativas generales de inflación?

Sí. El tema de los subsidios tiene dos vertientes: la del costo para el pueblo, para los ciudadanos, y la del costo para el Gobierno. A más subsidio, más costo para el Gobierno, que tiene que recaudar más, para cubrirlos. Es lo que estamos viendo con Luz y Fuerza del Centro. Hablan de que tenía un costo de 42 mil millones de pesos, de que eso nos costaba a todos los mexicanos con independencia de que viviéramos o no en el Distrito Federal.

¿Qué efectos tiene en los sectores productivos el aumento de dos puntos en el Impuesto Sobre la Renta (ISR)?

Este aumento va en sentido contrario a la tendencia mundial de reducir los impuestos a la riqueza y a las utilidades. La tendencia es, más bien, gravar el consumo, como el IVA, como el IEPS (Impuesto Especial a Producción y Servicios). ¿Cuál es la lógica de esta tendencia mundial? Que mientras más se graven la riqueza y las utilidades, menos se va a querer generar, y de lo que se trata es provocar que se genere riqueza, para que se desparrame entre los empleados, proveedores y clientes de cada empresa.

Si se grava más el ISR, las empresas en México van a ser menos competitivas, en el ámbito nacional y en el mundial. ¿Por qué? Porque para tener las mismas utilidades netas, después de impuestos pueden tener la tentación de aumentar los bienes y servicios que producen. Indirectamente provocan un factor inflacionario.
La inversión extranjera se ve afectada, porque busca instalarse en países donde pueda generar un retorno de riqueza más rápido y más alto.

¿Afectará el aumento de ISR a los trabajadores?

Afectará al bolsillo de los trabajadores, toda vez que van a recibir hasta 2% menos, dependiendo del escalafón salarial en el que están, lo que puede resultar criticable. No es fácil definir en función de los análisis económicos que se han realizado si fue proporcional en la nueva tabla que se está proponiendo. Se está comentando que estaría afectando sólo a los que tienen los ingresos más altos.

¿Convendría a los asalariados que se sientan afectados presentar declaraciones, aunque no estén obligados, para buscar deducir gastos?

Es posible, porque hay muchas personas físicas que por desconocimiento o por comodidad no presentan su declaración fiscal. Obviamente, se trata de personas que no están obligadas  a hacerlo. Como la ley sí contempla la posibilidad de presentarlas, aunque no se esté obligado, es posible que un número mayor de contribuyentes se anime a realizar el proceso administrativo que les permita tener una devolución de impuestos.

¿En qué medida pueden impactar los impuestos especiales a productos y servicios (IEPS) contemplados a tabacos, cervezas, licores, juegos y sorteos y a servicios de telecomunicaciones a la población?

El IEPS es un impuesto indirecto, es un impuesto al consumo. Como todo este tipo de impuestos, tienen sus bondades y sus imperfecciones, porque siempre se lastimará a un sector en particular: el productor de cervezas, de tabaco, alcohol o telecomunicaciones. Esto es evidente. Lo que está sujeto a discusión es si resulta prudente que se ataque a estos sectores, y en los porcentajes en los que se hace. El Ejecutivo tiene seguramente información privilegiada, a la que sólo el Gobierno puede tener acceso que le permitió definir un porcentaje de aumento en cada uno de los IEPS. ¿Por qué la cerveza está aumentando lo que está aumentando? ¿Por qué el alcohol? ¿Y porque en las telecomunicaciones se propuso primero 4% y ahora 3%?
Es información que el Gobierno conoce que no es muy clara o no se ha ventilado socialmente de manera directa a los contribuyentes, pero el Gobierno tampoco siente la necesidad de hacerlo. A fin de cuentas esos porcentajes van a incidir en esos sectores.

Aquí lo cuestionable es plantearse que tan válido es que el Gobierno quiere mantener su gasto. Es como en la microeconomía de cualquiera de nosotros. Qué tan consciente soy del nivel de ingresos que debo tener, y en función de esto voy a hacer los gastos que quiero tener.

Éste es un gran tema a partir del primero de noviembre.

Así es. Yo creo que la gran discusión es cuál va a ser el nivel de ingresos que se quiere tener, porque en función de esto van a estar los egresos.

¿En qué medida el déficit público nos puede afectar si cambia la calificación de deuda?

Al aumentar el déficit existe la probabilidad de que las calificadoras reduzcan la confiabilidad de nuestro país, y eso se traduce en que los préstamos que otorgan al gobierno sean más caros. Ese es el impacto directo.

¿El paquete fiscal para 2010 es una miscelánea, y no una verdadera reforma?

Es una miscelánea en el sentido amplio de la palabra. Miscelánea significa cambios generales, como la tiendita de la esquina, que vende de todo. Son cambios de todo tipo. Todo esto apunta a que no se están considerando puntos que deberían atacarse para que se tuviera la percepción de que hay una verdadera reforma integral, de que se está haciendo un cambio sustancial en el cobro de los tributos en el país.

La percepción general, y es evidente, que con estas misceláneas no se va a lograr una modificación sustancial en el monto de la recaudación con respecto al PIB. Se necesitan cambios mucho más drásticos.

¿Qué marco fiscal tenemos?

Creo que la autoridad ha tratado de modernizarse en función de la recaudación de impuestos. Yo creo que el que hayamos evolucionado en el pago de contribuciones, quizá no total, pero sí de muchas contribuciones fiscales desde el punto de vista electrónico ha facilitado el cumplimiento de obligaciones para los contribuyentes.

Las autoridades han avanzado en facilitar la contribución de impuestos, pero a final de cuentas el contribuyente debe soportar el gasto.

¿Hasta dónde hay transparencia informativa en México, para efectos fiscales?

Yo creo que debemos evolucionar para exigir mejores cuentas a nuestros gobiernos. Creo que nos falta educación, conocer nuestros derechos cívicos, y hacerlos valer. Nuestro Gobierno tendría obligación de justificar los cambios.

Existe el procedimiento, con la exposición de motivos de las reformas. Sin embargo, al examinar las reformas y su exposición de motivos, justifican algunas cosas pero sin abundar al respecto. Por ejemplo, en el sector comunicaciones están emitiendo un cambio, pero sin dar suficientes razones, suficiente información.

Luego la exposición de motivos no es lo suficientemente clara o contundente para justificar los cambios.

FICHA TÉCNICA

¿Qué es Deloitte?

Galaz, Yamazaki, Ruiz Urquiza  (GYRU), firma integrante de la organización mundial Deloitte Touche Tohmatsu en México, es la mayor oficina de servicios integrales en el país en auditoría, impuestos y legal, consultoría y asesoría financiera. Cuenta con más de cinco mil 400 profesionales en 21 ciudades.

Ha sido reconocida por nueve años consecutivos con el distintivo Empresa Socialmente Responsable (ESR) que otorga el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi) y como uno de los mejores lugares para trabajar en México por el Great Place to Work Institute.

TELÓN DE FONDO

Toda la responsabilidad a los senadores panistas

Los senadores panistas siguen divididos entre sí, y su molestia no es sólo entre ellos. A juicio de los editores de El Universal, tienen serias diferencias con la Secretaría de Hacienda, “a la que culpan de ser coautora del escandaloso torbellino político en el que se ha convertido el debate sobre la Ley de Ingresos”.

Se quejan de la posición intolerante del Ejecutivo federal cuando presentó su proyecto fiscal. Dicen que ofrecer un “inmejorable plan A” no les dio margen de negociación, y que tampoco se les han dado herramientas para defender el proyecto original de Los Pinos.

Ricardo García Cervantes dijo “El problema con Hacienda es que su información a veces no cuadra”; Santiago Creel Miranda preguntó “¿En qué medida se amplían las bases de los contribuyentes? ¿En qué medida sirve esto para simplificar y evitar la economía informal? ¿En qué medida nos permite redistribuir el ingreso en nuestro país?”.

Una mayoría entre los senadores panistas siente que se ha puesto en sus manos una bomba imposible de defender, y pareciera que su partido y el Gobierno federal se liberan así de la responsabilidad de alcanzar consensos. Toda la carga al Senado. “Siempre con el Presidente hasta donde topen chivas”, dijo el miércoles Gustavo Madero al salir de Los Pinos, de la reunión de legisladores con el Ejecutivo. “Pues las chivas toparon pronto, y con pared”.