BRASILIA, BRASIL.- General Motors de Brasil anunció este miércoles una inversión de dos mil millones de reales (equivalente a mil millones de dólares) en el país sudamericano, justo cuando la matriz en Estados Unidos pelea para resurgir de las cenizas de su sonada quiebra. La inversión será destinada al lanzamiento de una nueva familia de autos Chevrolet, cuyos primeros dos modelos llegarán al mercado en 2012, y la ampliación de su fábrica en el sureño estado de Rio Grande do Sul, informó el presidente de la empresa en el país, Jaime Ardila. General Motors anunció que la inversión la realizará con recursos propios en Brasil: la mitad beneficios de caja obtenidos en los últimos años y el resto con préstamos con entidades financieras brasileñas. "General Motors de Brasil no fue parte del proceso de reestructuración jurídica (por el que la empresa pasó en Estados Unidos y que concluyó la semana pasada con 60.8% de su propiedad en manos del estado norteamericano): teníamos una independencia financiera y una independencia de producto, como demostramos ahora con este anuncio" con diseños propios para Brasil, dijo Ardila. Esta situación contrasta con la de la firma en Argentina, donde la presidenta Cristina Kirchner había anunciado a principios de junio pasado el otorgamiento de un préstamo de estímulo productivo por 70 millones de dólares a la filial de GM en el país. La familia de autos Onix que General Motors de Brasil pretende desarrollar con un primer modelo de porte pequeño y otro medio, se destinará principalmente al mercado brasileño, en franco crecimiento incluso con la crisis, al del Mercosur, y tal vez a otros países como Sudáfrica, explicó el alto ejecutivo en rueda de prensa, tras presentar su proyecto al presidente Luiz Inacio Lula da Silva en Brasilia. La fábrica del sur del país, creada al inicio de la década, tendrá capacidad para producir 380 mil autos por año con la nueva inversión. En 2008 General Motors de Brasil registró un récord histórico de ventas, que sumaron 548 mil 941 vehículos. Sus ventas representan alrededor de 20% del mercado brasileño de autos, según la compañía. Ayudada con exenciones fiscales aprobadas por el gobierno, la pujante industria de autos de Brasil, una de las mayores del país, ha conseguido poner sus números en positivo a pesar de la crisis y la venta de autos en el país se elevó a 300 mil 157 unidades en junio, la cifra más alta en lo que va de 2009 y que significa un avance de 17.2% con respecto a un año atrás. Con esos resultados, el sector, que pensaba que cerraría el año con pérdidas, cambió sus pronósticos y espera ahora expansión de 6.4% en 2009.