Ultimas etapas de GM antes de declarar quiebra

WASHINGTON.- La industria del automóvil estadounidense  continuaba el sábado su acelerada reestructuración, a la espera de que GM se  declarara dispuesta a ampararse en la ley de quiebras, mientras Chrysler se  acercaba a su renacimiento tras el fin de las audiencias en un tribunal de  quiebras.

El ex número uno mundial, General Motors (GM), cuenta las horas para  ingresar en la vía judicial para su posterior recuperación.

El Estado federal había dado plazo hasta las 17H00 (21H00 GMT) de este  sábado a los acreedores del grupo, los poseedores de deuda obligatoria no  garantizada, para pronunciarse sobre su última propuesta. El plazo expiró sin  que el Tesoro informara sobre decisión alguna de los acreedores.

El diario The New York Times informó en la madrugada del sábado al domingo  que tenedores de bonos habían aprobado la propuesta.

Si efectivamente la aceptan, recibirán 10% de las acciones de GM a cambio  de sus títulos, y 'warrants' (opciones de compra) que les permitirán comprar  otro 15% suplementario del capital. Controlarían así 25% de la "nueva GM", cuya  creación se comprometieron a apoyar ante el tribunal de quiebras, mientras que  el departamento del Tesoro detentaría en un primer momento el 72,5%.

Los acreedores más recalcitrantes, que preferirían ingresar en la vía de un  conflicto judicial, fueron advertidos por un alto funcionario del gobierno de  Barack Obama de que no obtendrían "nada o muy poco".

Algunos de ellos, reunidos en el colectivo llamado "GM Bondholders Unite"  afirmaron el sábado en un comunicado que habían tenido "muy pocos detalles e  información, necesarios para tomar una decisión", y que estaban "más decididos  que nunca en hacer valer sus derechos".

Cualquier sea la opción que elijan, su disposición a ampararse en la ley de  quiebras parece ineluctable, ya que GM no pudo demostrar que es viable en su  forma actual.

"El dinero que pusimos en GM no sirvió en absoluto para relanzar al grupo",  explicó el jueves el responsable gubernamental. GM recibió 20.600 millones de  dólares de fondos públicos y el gobierno prevé incrementar la ayuda hasta los  60.000 millones.

La puesta bajo la protección de la ley de quiebras tendría lugar el lunes a  más tardar, dado que nada se opone a ello.

General Motors anunció el sábado que su presidente Fritz Henderson dará una  conferencia de prensa a media jornada del lunes en Nueva York.

Los inversores lo han comprendido: la acción de GM se desplomó 33% y el  viernes se situó en menos de 1 dólar en la bolsa de Nueva York por primera vez  desde 1933.

El viernes se superaron dos etapas.

En Estados Unidos, los adherentes al sindicato del automóvil (UAW)  aceptaron los sacrificios exigidos por el fabricante. Y en Alemania, GM  concluyó un acuerdo sobre la venta de su filial alemana Opel, de la que los  europeos esperan que sea protegida de las consecuencias de una quiebra de la  casa matriz.

Opel pertenecerá al proveedor canadiense de equipamientos para autos,  Magna, asociado a la banca rusa GAZ. El patrón de Magna, Frank Stronach, indicó  el sábado que quería fabricar vehículos de la marca alemana en Canadá.

Por su parte, el número tres estadounidense, Chrysler, que el 30 de abril  se había declarado bajo la protección de la ley de quiebras, parecía el sábado  cerca de salir de ella, al término de un rapidísimo proceso de reestructuración  de su deuda, sus accionistas y su aparato industrial.

El juez de quiebras neoyorquino concluyó la audiencia de los testigos el  viernes, y el Tesoro anunció haber transferido los fondos públicos que había  aportado (USD 6.900 millones) a una nueva compañía, New CarCo, que representará  la participación de los nuevos accionistas, entre ellos la italiana FIAT.