El taller de papá

GUADALAJARA, JALISCO (18/JUN/2015).- No hay papá que no quiera hacer él mismo las reparaciones de la casa, y para ello es necesario un buen equipo de herramientas. Conforme pasa el tiempo y las necesidades nos lo van indicando, adquirir la herramienta exacta para cada caso va acrecentando nuestro acervo de herramientas. Es entonces cuando se vuelve imprescindible contar con un cuarto de herramientas. Comúnmente, esta habitación puede ser el garaje o el sótano, en caso de que la construcción cuente con ellos, o de plano un mal llamado «cuarto de tiliches» en el segundo piso de la casa. Sea cual fuere el espacio en específico, hay varios lineamientos que nos ayudarán a tener todo en orden. Esto porque al estar bien organizado el espacio nos evitará la fatiga de buscar.

Un elemento sustancial en este lugar es la caja de herramientas. Estas clásicas cajas rectangulares son la pieza ideal para almacenar los objetos de pequeño y mediano tamaño. Clavos, pinzas, tornillos… una caja bien equipada cuenta con numerosos receptáculos para colocar todo tipo de herramientas.

En el mercado se comercializan diversos tipos de caja: esto quiere decir que podemos recurrir a varias cajas de herramientas para en ellas guardar casi la totalidad de nuestros instrumentos de trabajo para las reparaciones hogareñas. De esta forma, el acomodo que les podemos dar será mucho más fácil. Incluso podemos dedicar una pequeña mesa de trabajo para que salvaguarde nuestras cajas: la clave está en no apilar una sobre otra de manera aleatoria, pues de esa manera las primeras quedarán inaccesibles, además de que el peso podría dañarlas.

Otro factor importante es que un acomodo ordenado evita accidentes, además de que facilita la ubicación de las cosas. Si el número de objeto que guardamos es grande, entonces lo más conveniente será tener anaqueles para garantizar un mejor manejo del espacio. En el caso de los anaqueles y otros muebles similares, siempre hemos de colocar los objetos y cajas más pesadas en la parte inferior, para impedir que se desbalanceen con facilidad.

La instalación de pequeñas repisas en la pared es un opción más por si sobran algunos objetos que no cupieron en los anaqueles. Un pedazo de madera y un par de escuadras bastan para tener un espacio extra. Independientemente de nuestra técnica de acomodo, hay que tomar en cuenta el ambiente hogareño: ¿hay niños pequeños en la casa? Entonces debemos asegurarnos de que no queden instrumentos peligrosos que queden a su alcance; desde objetos puntiagudos hasta pequeñas piezas que puedan tragar, sumados a los líquidos peligrosos (solventes, aceites, etcétera). Una forma de mantenerlos alejados es resguardar el cuarto de herramientas bajo llave.
 
Si las necesidades de nuestro inventario de herramientas lo requieren, puede ser que escojamos varias cajas de tamaños distintos, pero también que repitamos en un mismo modelo de caja de herramientas. Si es el caso, lo recomendable será etiquetar cada caja con una breve descripción del contenido, para evitar búsquedas infructuosas: esto va a requerir tan sólo unos minutos, pero su utilidad será muy larga.

Un mueble básico en el cuarto de herramientas es una mesa de trabajo. Esta debe quedar cercana a la toma de corriente, ya sea porque alguna de las herramientas a utilizar necesite electricidad, o por la necesidad básica de tener una lámpara que emita luz directa sobre nuestra área de trabajo. En cualquier caso, la toma de corriente nunca debe saturarse, pues podría ocasionar un corto.

La mesa, junto con el suelo, debe ser la parte que se limpie con mayor frecuencia para mantener el espacio en óptimas condiciones: todo esto apoyará a que el trabajo de papá en el hogar sea más eficiente y divertido, sin complicaciones y en un espacio agradable. Para coronar el taller de herramientas, se recomienda un buen par de bocinas para la música preferida del rey del hogar.

EL INFORMADOR / JORGE PÉREZ