Entrega Pedro Fernández carisma y mucho baile

GUADALAJARA, JALISCO.- Los hay delgados, atléticos, gordos, con vocerrón. Rubios, prietos, de banqueta, hoteleros, restaurante y plaza. Los charros pueden adoptar una multitud de formas diversas sin que ninguna les garantice el éxito, aunque el caso de Pedro Fernández es especial.

No es el astro pop de la música y se puede debatir si posee la mejor voz, o el mejor físico. Lo que nadie puede negar es el carisma de “Pedrito”, ese que no se compra, no se ensaya ni se puede fingir. El “don de gente” que le permite convocar a miles de fanáticas y a sus parejas, hombres que no ponen “cara” como si fueran a ver a Ricky Martin o a Alejandro Fernández.

Es esa capacidad de empatizar con ambos sexos lo que hizo que ayer el Auditorio Telmex se rindiera ante este charro que cumple tres décadas de ser pícaro, darse la vueltita, contar chistes y seguir sacando trucos de la manga.

Quince minutos antes de las 21:00 horas las luces se apagaron en el Auditorio y las gargantas de las fanáticas del cantante se prendieron en gritos desaforados. El mariachi del cantante se apoderó del escenario entonando el Son de la negra, y ya con el público caliente por esta “entrada” hizo su aparición triunfal Pedro Fernández.

“Pajarito”

Capa roja, traje de charro y sombrero en blanco inmaculado con bordados en dorado fue su forma de presentarse. Los gritos de “Pedrito” y “papacito” se adueñaron del lugar, y él, con una sonrisa de complicidad, comenzó su show con el tema Yo nací para cantar y Los hombres no deben llorar.

Cercano a la gente, Fernández no dudó en comenzar a sacarle provecho a su pegue: “¿Cómo están las mujeres más hermosas del mundo?”. Acto seguido, el artista agradeció la asistencia del público, al afirmar que “primero para mí es un orgullo ser tapatío, e igualmente es un honor cantar en su presencia. “Esta noche estamos celebrando 30 años de carrera. A lo largo de mi trayectoria he vivido cosas maravillosas, pero nada comparado al cariño y los aplausos del público”. Y con esto bastó para que hasta el más reacio le regalara el reconocimiento al músico, que se paseó a sus anchas por el escenario.
Por allí no faltó la dama que le gritó “Pajarito”, apelativo con el que llaman cariñosamente a su personaje de Rafael Medina en la telenovela de Hasta que el dinero nos separe.

El reconocimiento que le ha dado el melodrama ante nuevas generaciones le valió al cantante incluso una reflexión jocosa: “Treinta años de labrar un nombre como Pedro Fernández y ahora me dicen Rafael Medina (risas). Me da mucho gusto regresar a las telenovelas tras 17 años y que ustedes se diviertan tanto viéndola en la noche, como yo me divierto grabándola”.

La vuelta

Si de algo se puede jactar Pedro Fernández es de ser un charro bailarín. Simplemente el ritmo y la capacidad de sacarle alaridos a sus seguidoras es algo de lo que no pueden presumir otros artistas de la música vernácula mexicana. Y quienes asistieron al concierto ayer sábado habrán atestiguado todo el show que se arma alrededor de la famosa “vueltita” del artista, que generalmente termina con gritos de “te amo Pedro Fernández”. Él se deja consentir, a final de cuentas, ¿cuántos artistas siguen bailando y pegando vueltas con 30 años de trayectoria?

Los detalles

1.- Siete mil 500, el número de asistentes reportados por el Auditorio Telmex.

2.- Entre las canciones que interpretó el músico se cuentan El 7 mares, Amiga por favor, Cómo te extraño, Amarte a la antigua, Lo mucho que te quiero, Que esto que lo otro, Querido amigo, Si nos dejan, Aventurero, Hasta que el dinero nos separe y Yo no fui

3.- La venta de detalles incluyó camisas y discos, incluso el artista animó a sus seguidores a escogerlos.

4.- Luego de usar un traje blanco de charro, Pedro apareció en escena con uno negro con bordados también en oro.