Sábado, 11 de Octubre 2025
Entretenimiento | Se entrega por completo a su carrera

Javier Bardem, en eterna evolución

El actor detalla su decisión de mantenerse alejado de Hollywood y el apego que tiene por el idioma español

Por: SUN

Bardem afirma que ha aprendido algo especial de cada uno de los realizadores con los que ha trabajado. EL UNIVERSAL  /

Bardem afirma que ha aprendido algo especial de cada uno de los realizadores con los que ha trabajado. EL UNIVERSAL /

CIUDAD DE MÉXICO (05/JUL/2010).- Dice el actor Javier Bardem que lo más complicado de filmar en inglés es darle la profundidad necesaria a ciertas palabras como las que conforman la frase “te amo”.

“Cuando hablas en otro idioma debes trabajar todavía más las emociones. Hay que memorizar las palabras y si dices ‘I love you’ y no le pones el poder necesario a tus palabras; queda muy distinto al ‘te quiero’ en español”. Sorprende lo que dice este hombre nacido hace 41 años en Canarias, España, sobre todo porque parece que conoce muy bien sus limitaciones.
Hace tres años, al ganar el premio Oscar como Mejor actor de reparto, lo hizo por su personaje de asesino macabro en Sin lugar para los débiles que apenas y pronunciaba algunas palabras. Su cuerpo era el que hablaba y no su boca.

Después con Vicky Cristina Barcelona, donde compartió créditos con su novia, la también actriz Penélope Cruz, y fue dirigido por Woody Allen, obtuvo la nominación al codiciado Globo de Oro.

Aquí ya hablaba más, pero seguía basando la fortaleza del personaje en gestos y movimientos con las manos. Lo cierto es que su dominio sobre el idioma anglosajón se ha incrementado en los últimos años.

Con las emociones a flor de piel
El próximo mes de septiembre llegará a las salas mexicanas su más reciente película Eat, pray, love, acompañado de Julia Roberts, encarnando a un hombre que se encuentra, ya maduro, con el que parece ser el amor de su vida. Y una vez más, las escenas más completas son cuando se expresan emociones, como aquella en la cual llora al ver partir a su hijo. “Me gusta trabajar en inglés, pero sólo cuando después se puede viajar como en Eat, pray, love, es mejor”, dice bromista, en referencia a la reciente visita promocional que hizo a Cancún, México.

Junto con su colega y compatriota Antonio Banderas (La máscara del Zorro) son las cartas españolas que brillan con fuerza en el cine hollywoodense, pero Javier sigue viviendo en Madrid, España, sin considerar importante recidir en el continente americano.

“No lo veo tan importante, cuando llega un buen guión, voy a donde deba hacerse”, explica. Y añade cuando se le pregunta si el ser galán le ayuda a su carrera: “No me considero sexy, ni me obsesiona. Lo que quisiera mostrar en pantalla o en un escenario son seres humanos, y los seres humanos usualmente no son tan guapos como las estrellas de cine”.
Una imagen a la que sin duda contribuyeron sus primeros años en el cine, porque si bien el primer papel se lo dio Antonio del Real para El poderoso influjo de la Luna, fue Bigas Luna quien lo popularizó en España con los filmes Las edades de Lulú, Huevos de oro, La teta y laLluna y Jamón, jamón.

Con el arte en las venas
Bardem nació en el seno de una familia de artistas. Sus abuelos fueron Rafael Bardem y Matilde Muñoz, dos reconocidos actores en la primera mitad del siglo XX.
Su madre Pilar Bardem es una de las más solventes actrices españolas y sus hermanos Mónica y Carlos han cruzado los mares, como éste último, quien participó en la producción mexicana La zona.

Y si falta algo en el ADN de Javier basta decir que su tío es el realizador Juan Antonio Bardem, el mismo de El joven Picasso.
Para algunos preparadores de actores el entrevistado es alguien que fue aprendiendo la técnica con el paso del tiempo.
Así lo consideró hace unos meses León Sierra, al portal ecuatoriano de internet El Comercio: “En sus primeros papeles lucía sex appeal y tosquedad en cuanto a la técnica; pero hoy tiene solidez y aprovecha con madurez e inteligencia esa sensualidad. No es exclusivamente psicológico sino que complementa su actuación con acciones físicas. Tiene problemas de trabajo vocal, pero los suple con su presencia”.

Pero Javier no deja en el set su talento. También pinta. Aunque él dice que no es tan bueno. “Pero me gusta mucho Picasso (Pablo) yo intento hacer algo para distraerme”, cuenta.
En octubre, Bardem pisará suelo nacional para asistir al Festival Internacional de Cine de Morelia, donde presentará Biutiful, la película que hace más de dos meses le consiguió un nuevo premio, junto con los Goya (España), Volpi (Italia), Bafta (Inglaterra) y del Sindicato de Actores (Estados Unidos) conseguidos anteriormente.
En Biutiful interpreta a un hombre que desea equilibrar su vida cotidiana, tras un doloroso rompimiento amoroso. “El haber trabajado con Alejandro González Iñárritu fue una buena experiencia que luego se vio reflejado en diversos premios. Ojalá y cuando se estrene la película guste al público. Es lo que más me gustaría”. Y para variar, Biutiful está hablada en español. No en inglés.

La frase:
“No me considero sexy. Lo que quisiera mostrar en pantalla son seres humanos, y los seres humanos usualmente no son tan guapos como las estrellas de cine”
Javier Bardem, actor

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