La lluvia del Cirque Éloize sorprende el Diana

GUADALAJARA, JALISCO (20/MAY/2010).- Cerca de dos mil personas se dieron cita ayer por la noche en el Teatro Diana para disfrutar del espectáculo multidisciplinario Rain, Comme une pluie dans tes yeux (Como una lluvia en tus ojos), de la compañía canadiense Cirque Eloize, en el que una tormenta y las referencias oníricas fueron los protagonistas.

Acrobacias, malabares, coreografías, números musicales, actos de contorsionismo y otro tipo de artes circenses conformaron el show que se caracterizó por estar plagado de referencias al mundo infantil.

En punto de las 20:45 horas, tras la tercera llamada, el telón que cubría el escenario se elevó y tres personajes vestidos de negro hicieron acto de presencia en las tablas. Uno de ellos narraba con un español afrancesado la manera en que llegó al circo, mientras sus compañeros hacían malabares de forma humorística.

Acto seguido al ritmo de chanson française un grupo de actores salió a escena vestido a la usanza de la belle époque y elaboró una serie de coreografías, en las que incluyeron acrobacias con un alto grado de dificultad, mientras la música se tornaba estilo jazz.

Posteriormente, una pareja de jóvenes vestidos de blanco y negro salieron a escena y ejecutaron un acto en el que se balanceaban en un par de aros, mientras la música de unos violines daba la pauta del ritmo, que al finalizar alcanzó movimientos frenéticos, los cuales fueron precedidos por los aplausos del público.

Para romper con la solemnidad, vino un número en el que 12 personajes vestidos con trajes de baño, al estilo de los años veinte, combinaron las acrobacias con bromas que hicieron las delicias de los asistentes.
Después siguieron 20 minutos de intermedio, que fueron aprovechados para salir a comprar alimentos y bebidas.

A las 21:50 horas de nueva cuenta se apagaron las luces, y una mujer vestida de negro y con alas blancas platicaba una historia sobre Italia, mientras una contorsionista trepaba en unos cubos acompañada por ritmos tradicionales italianos.

“La felicidad es como la lluvia, llega cuando ella quiere”, dijo uno de los personajes en un claro español, mientras atenuaban las luces y cinco mujeres colgadas en largas tiras de tela ejecutaban una coreografía cargada de dramatismo.

Uno de los actos más ovacionados de la noche llegó cuando un par de hombres musculosos mostraron sus fuerzas cargándose entre ellos en posiciones complejas.

Para finalizar, la tan ansiada lluvia se hizo presente y todos los actores salieron a escena mientras brincaban entre charcos y hacían acrobacias como cuando niños.

EL INFORMADOR/OMAR GÓMEZ