Ron Perlman y Santiago Segura son mis actores fetiches: Guillermo del Toro

MIAMI, FLORIDA (29/JUN/2013).- El actor estadounidense Ron Perlman y el español Santiago Segura han ido ganándose poco a poco la confianza del cineasta mexicano Guillermo del Toro, hasta el punto de que ambos se han colado en su última cinta, "Pacific Rim", y, en cierto sentido, se han convertido en sus "actores fetiches".

"Ron y Santiago son un poco mis actores fetiches a estas alturas", reconoció el director durante una entrevista con Efe en Miami para presentar su próxima película, que se estrena el 12 de julio.

En "Pacific Rim", el cineasta de 48 años, afincado en Los Ángeles, ha querido contar de nuevo con la participación de Segura, con el que tiene amistad desde hace tiempo. "Lo adoro", resumía.

No es la primera vez que el creador de "Torrente" cruza el Atlántico para flirtear con la poderosa industria de Hollywood: en 2011, Adam Sandler quiso que Segura hiciera un cameo en "Jack and Jill" ("Jack y su gemela") y en 2002 el propio Del Toro ya contó con él para "Blade II".

"En cada película trato de matarlo. Lo mato en 'Blade II' y lo mato en esta", con la diferencia de que en esta ocasión "lo mato de una forma brutal", explicaba entre risas el cineasta, al que le "interesa mucho que Santiago muera de una forma horrible".

El director, galardonado con un Goya y dos Ariel, no descarta que Segura pueda adentrarse en Hollywood con una adaptación de "Torrente", una de las películas más taquilleras de la historia del cine español.

Al respecto, el creador de "El laberinto del fauno" (ganadora de tres Óscar y nominada a otros tres) confirmó a Efe que "Torrente" ha despertado el interés de varios productores estadounidenses, que quieren hacer una adaptación del curioso expolicía, seguidor del Atlético de Madrid y de "El Fary".

"Hace tres meses estaba comiendo con Oliver Stone y me dijo que estuvo a punto de hacer 'Torrente' con Sacha Baron Cohen y Santiago. Así que esos rumores que había eran reales", afirmó.

También le une una gran amistad a su otro actor "fetiche", Ron Perlman, con el que ha trabajado en "Cronos" (1993), "Blade II" (2002) y en las dos entregas de "Hellboy" (2004, 2008).

"Perlman es uno de mis mejores amigos, un actor que admiraba desde muy pequeño. Fue una suerte contar con él en mi primera película", explicó Del Toro, satisfecho de volver a tenerle, junto a Charlie Hunnam, Idris Elba y Rinko Kikuchi, en el reparto de "Pacific Rim", una cinta cargada de efectos especiales pero también de "muchísimos elementos reales, mucho más de lo normal".

Según explicó, para rodar esta producción de Legendary Pictures se construyeron unos escenarios "muy grandes, muy elaborados y muy difíciles" de realizar para poder recrear el ambiente más auténtico posible.

"Usamos miniaturas físicas, que ya casi nadie usa, y utilizamos efectos digitales dirigidos de una manera muy particular", dijo Del Toro sobre cómo dotaron de realismo a los monstruos de la cinta, unas "criaturas muy irreales pero dirigidas visualmente para que parezcan reales, con una atención enorme al detalle".

El director lamentó que en ocasiones no se valore lo suficiente el trabajo que hay detrás de la producción de este tipo de efectos especiales: "Hay gente que creo piensa que uno entrega la película y la computadora te devuelve un montón de peleas".

Sin embargo, añadió, "los que hacemos cine debemos recordar que no existen, como tal, los efectos de ordenador, sino que los hacemos nosotros. Los hace el director, el animador, la gente que ilumina el efecto...".

"Las diriges tú, las hace el animador dirigido por ti, y lo importante es no perder eso de vista. La artesanía y el trabajo de uno debe estar en esos efectos", insiste el director, quien asegura que nunca tuvo intención de dirigir la nueva versión de Godzilla: "Es falso, son sólo rumores".

El argumento de "Pacific Rim" pivota en torno a "la historia de unas criaturas que surgen del mar, de 25 pisos de altura", que ponen en peligro la supervivencia de los humanos en la Tierra.

Para combatirlos, los protagonistas de este largometraje llevarán a cabo "la creación de unos robots que son controlados por dos pilotos (humanos) y están unidos por un puente neurálgico entre ellos que les funde las memorias y las personalidades".