Testimonio de una cineasta

GUADALAJARA, JALISCO (28/MAR/2011).- En los años treinta del siglo pasado, en la que el México conservador estaba en su máxima expresión, salió a la luz una mujer capaz de hacerse de aliados para concretar sus sueños, aunque después la vida cobre la factura de la independencia.

Cándida Beltrán Rendón fue de las primeras directoras  del cine silente mexicano. Su única película El Secreto de la abuela fue dirigida, actuada y producida por ella misma. Chiquita su personaje, muestra a una vendedora de periódicos que busca el bienestar de su abuela.

Kenya Márquez, la directora de El secreto de Candita, que participa en la categoría de Documental mexicano, deja ver una historia real con tintes de comedia. “Yo empecé en el año 2000 con este proyecto, cuando un amigo que es investigador, Bernardo Jaime, me enseñó una lista de películas del cine silente, y ahí estaba la de Candita, pero teníamos muy poca información, aunque con el paso de los años y al revisar filmotecas, archivos históricos y testimonios pudimos realizar el documental”.

La cineasta relata que tuvo un acercamiento con la familia de Candita gracias a la periodista Guadalupe Appendini, pues ella escribió un reportaje sobre Beltrán en 1975. “Candita era una mujer sin formación académica pero con gran talento, me identifico con ella porque mi experiencia en cine viene a partir de ver películas”.

Una relación amistosa de Candita con el entonces Presidente de México Plutarco Elías Calles se pude observar en la cinta, y fue él quien ayudó en gran medida a los objetivos que se propuso la mujer, entre ellos hacer su película y tener una estabilidad económica con sus hermanas, todas solteras.
Para Kenya fue importante conocer al México de esos años, “el país no ha cambiado mucho, aún hay gente que con influencias cumple sus propósitos  y a veces las decisiones deben ser así, pues si no la oportunidad se va, pues en aquellos años no había una organización que solventará los gastos de una producción”.

Un género en ascenso

Con Presunto culpable el interés del espectador creció, y para Márquez es una nueva manera de expresar las ideas, “hacer cine es muy caro, y el documental nos da la oportunidad de expresar nuevas cosas, pues su realización es más barata. Yo nunca pensé que iba a hacer un documental, me parece un género complicado, pero cuando quieres presentar algo hay que hacerlo, cuando vi mi documental me pareció muy divertido, hay un boom ahora que interesa al espectador internacional, no sólo al mexicano”.

A Kenya hacer este documental le tomó 10 años, desde el año 2000 comenzó su búsqueda, y para obtener el testimonio de la familia de Candita le llevó cinco años, “todos los lunes durante cinco años le llamé a la sobrina de Candita para tener su testimonio hasta que  lo conseguí”.

La mujer del cine silente

Candita fue una mujer que vivió bajo el estricto control de su padre militar, tuvo cinco hermanas y dos hermanos, todos originarios de Mérida Yucatán. Emigra a la Ciudad de México con parte su familia.

EL INFORMADOR/ ENRIQUE ESPARZA