Viernes, 10 de Octubre 2025
Internacional | Algunos mandatarios han hecho de la expropiación su estandarte

América Latina y la fiebre de las nacionalizaciones

Los mandatarios Hugo Chávez, Evo Morales y ahora Cristina Fernández de Kirchner han hecho de la expropiación su estandarte

Por: SUN

El 1 de mayo de 2007 se dio nacionalización de los campos petroleros de la Faja Petrolífera del Orinoco. ESPECIAL  /

El 1 de mayo de 2007 se dio nacionalización de los campos petroleros de la Faja Petrolífera del Orinoco. ESPECIAL /

BUENOS AIRES, ARGENTINA (14/MAY/2012).- Podría tratarse de una moda, pero es demasiado antigua para serlo. Si fuera una metáfora, sería algo como “la espada de Bolívar que recorre América Latina”, como suele cantar el mandatario venezolano Hugo Chávez desde su “¡Aló presidente!”. Pero no es nada de eso. Las nacionalizaciones de empresas y de sectores económicos que han resurgido en los últimos años en algunos países de la región carecen de argumentos idénticos a la hora de ser aplicadas, aunque sin duda se transforman en una suerte de tabla de salvación ante la amenaza de hundimiento de una economía.

Desde los tiempos de Lázaro Cárdenas y la expropiación petrolera en México, pasando por el peronismo y la compra de los ferrocarriles (1945-1955) a las empresas británicas o las recordadas expropiaciones de las empresas eléctricas y de comunicaciones en Cuba, en los años inmediatos del triunfo de la Revolución, la nacionalización es la expresión máxima de la soberanía económica para muchos habitantes latinoamericanos.

Está en el ADN social de la región, si se tiene en cuenta el origen histórico de las naciones surgidas del proceso de colonización española. Hoy, en muchos de los casos, después de un fuerte proceso de desregulación de los estados y privatizaciones, países como Venezuela, Bolivia y Argentina, vuelven a poner en boga el término aplicándolo cada vez que las necesidades, de diferente orden, apremian.

“Exprópiese”


Fue Chávez quien comenzó a reflotar las expropiaciones en 2005, cuando anunció el fin de los latifundios en Venezuela. A partir de entonces, la Franja petrolera del Orinoco, la empresa de aceros, de capitales italo-argentinos Sidor, o entidades bancarias pasaron por la nacionalización, por la orden del comandante: “Exprópiese”.

En el caso de Venezuela, Chávez siempre fue un convencido de “que los sectores estratégicos de la economía tenían que estar en manos del Estado, aunque nunca se intentó explicar de qué latifundios hablaba y cuál es la política agraria de un gobierno que convive con el desabasto de productos básicos” en las góndolas de los supermercados desde hace años, según la reflexión del analista Carlos Blanco.

Algo parecido ocurrió con la Franja del Orinoco: se nacionalizó, pero la multinacional Chevron siguió operando allí, como si “no hubiera pasado nada”. Una demostración de que cada nacionalización, tal como se la concibe en la actualidad, tiene tres estadios: el anuncio, en medio de una fiesta popular por recuperar las viejas banderas históricas e independentistas, definir cómo operará a partir de entonces, y sus consecuencias directas y la necesidad de sostener la realidad, a través de inversiones, en la mayoría de los casos externas.

Evo sigue a Chávez

“Esos mismos tres tiempos del proceso se dieron en Bolivia, cuando el presidente (Evo) Morales anunció la nacionalización de los hidrocarburos. El anuncio se dejaba ver revolucionario; nadie escuchaba las voces críticas que alertaban que aquello de nacional tenía poco, como el caso del ex presidente Carlos Mesa (2003-2004). De las empresas extranjeras que operaban el gas allí no se fue ninguna”, dijo el analista Julián Hermida.

Al contrario, las empresas multinacionales aumentaron su participación en el negocio gasífero en Bolivia. Según el investigador Carlos Arze Vargas, dicha participación pasó de 62% a 68%. Esto “mientras el gobierno de Evo Morales habló siempre de descolonización de la economía, pero cuando debió transferir el paquete accionario de las empresas al Estado en 2006, la española Repsol, por ejemplo, siguió controlando 48.9% de su participación en Andina (una de las grandes operadores del sector en Bolivia)”.

Los Kirchner

En Argentina, el gobierno de Néstor Kirchner primero (2003-2007) y el de su esposa luego, pusieron en marcha una serie de reestatizaciones que comenzó por Aguas Argentinas, la empresa de servicios sanitarios, en 2005. Tan celebrada por la opinión pública fue aquella decisión como la de Aerolíneas Argentinas, años después. “El problema es que Aerolíneas representa un déficit para el Estado argentino de un millón de dólares diarios”, según el diputado Rubén Lanzetta. De allí que para la reciente expropiación de la petrolera YPF, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner haya designado al frente de la empresa a un experto petrolero como Miguel Gallucio y busque darle “un perfil profesional”, respetando “los tres tiempos” de los que habla Hermida: la reivindicación de la gesta política, la definición con el apoyo de gran parte de la oposición y la búsqueda, ahora, de capitales privados para que pueda operar.

Si bien Chávez y Morales siempre anteponen las decisiones políticas y de coyuntura ante cada nacionalización (como ocurrió en la reciente expropiación de la red de transmisión eléctrica en medio de fuertes protestas sociales contra el gobierno boliviano), en el caso de Argentina lo que privan son las necesidades de caja y los casi 13 mil millones de dólares que este año deberá desembolsar el Gobierno para importar gas y fuel-oil debido a “una política energética a todas luces errada”, a decir del ex secretario de Energía, Daniel Montamat. “Se decidió subsidiar desde 2003 el precio de la energía a través de mantener atados los precios. Se frenó la inversión y se forzó a importar para mantener el sistema. Acá están las consecuencias”.

Y aunque las nacionalizaciones como bandera política flamean seguido por la región, hay otros países en los que esa variable sólo es considerada en los libros de historia, como el caso de Brasil, donde el gobierno guarda silencio ante el peligro que representa la expropiación para la operación de Petrobras en Argentina o en Bolivia, pero no piensa muy diferente que David Zylbersztajn, el ex presidente de la Agencia Nacional de Petróleo de ese país, cuando consideró que las expropiaciones así, sin negociación previa, en estos tiempos suelen ser “una medida truculenta”, pero muy latinoamericana, si se tiene en cuenta la historia.

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