Avanza nueva ley de medios en Argentina

BUENOS AIRES, ARGENTINA.- La Cámara de Diputados dio media sanción a un polémico proyecto de ley de medios de comunicación impulsado por el Gobierno de Cristina Fernández y resistido por la oposición y empresas periodísticas, que temen que se convierta en una herramienta de control a la prensa.

La iniciativa fue aprobada en la madrugada por 147 votos a favor y cuatro en contra, mientras que 104 diputados --en su mayoría de la oposición-- se ausentaron del recinto durante la votación en señal de rechazo.

El proyecto fue girado para su debate en el Senado, donde al igual que en la cámara baja el oficialismo posee mayoría.

“Tendremos número suficiente para aprobar la norma... Con los senadores de mi bloque estamos en un número aproximadamente propio de 37 ó 38 sin contar aliados que hemos tenido en otras leyes. Creo que vamos a estar bien. Aspiramos a hacer un debate serio, a tratarla en un plazo prudencial, me parece que la fecha del 7 (de octubre) es una fecha posible”, dijo el titular del bloque oficialista en el Senado, Miguel Ángel Pichetto, a radio Milenium.

El proyecto de “Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual” busca reemplazar a la “Ley de Radiodifusión” sancionada en la última dictadura militar.

Uno de sus artículos más controvertidos es el referido a la conformación del organismo encargado de controlar el cumplimiento de la ley, denominado Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, cuyo directorio estará integrado por siete miembros: dos designados por el Poder Ejecutivo, tres por el Congreso (uno por la mayoría, los restantes por la segunda y tercera minoría) y dos elegidos por un consejo federal de comunicación que representará a los gobiernos provinciales. En el contexto actual, el oficialismo tendría el control del directorio.

La autoridad federal tendrá la potestad de adjudicar, prorrogar y anular las licencias para la explotación del espectro radioeléctrico. Para la oposición, el ente sería utilizado por el oficialismo para amedrentar a los medios críticos.

También cuestionado era el artículo que permitía el ingreso de las telefónicas al negocio de la televisión por cable. Pero el lunes la presidenta dio marcha atrás con la participación de las telefónicas, al parecer condicionada por legisladores aliados al oficialismo que amenazaban con no votar la ley.

De ser sancionada, la nueva ley afectaría particularmente al Grupo Clarín, uno de los más importantes de América Latina, que debería desprenderse en el plazo de un año de radios AM y FM, canales de televisión abierta y de cable.

Dirigentes opositores temen que el llamado “monopolio Clarín” sea reemplazado por otro del Estado o empresarios afines al Gobierno.

La aprobación confrontó a la prensa argentina, la cual se dividió entre posiciones de repudio y respaldo.