Cascos Azules en el Congo ante guerra inminente

NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- El enviado especial de la ONU en la República Democrática del Congo (RDC), Alan Doss, solicitó hoy un aumento del número de cascos azules desplegados en el país africano para poder detener su posible descenso a una nueva guerra civil.

Doss señaló que los 19 mil efectivos que mantiene Naciones Unidas en el país africano son insuficientes para evitar que las crecientes tensiones en su vasto territorio puedan desencadenar un "conflicto horroroso".

"Se trataría de un aumento temporal, no de algo permanente", dijo a la prensa tras participar en una reunión del Consejo de Seguridad.

El enviado especial informó a los 15 miembros del máximo órgano sobre la reanudación de las hostilidades en las regiones orientales y los esfuerzos de la ONU para acelerar la desmovilización de los grupos armados que se resisten a entregar sus armas.

"Hemos entrado en una fase potencialmente muy peligrosa en la que las tensiones están muy altas y no queremos que el Congo descienda a un conflicto que termine por implicar a sus vecinos", apuntó.

Doss recordó que la guerra civil de seis años que ensangrentó la RDC durante la década pasada costó la vida a cuatro millones de personas, lo que la convierte en el conflicto más letal desde la Segunda Guerra Mundial.

Dijo que el Consejo de Seguridad le pidió que les diera más detalles sobre cuantas tropas adicionales necesitaría la misión de Naciones Unidas en la República Democrática del Congo ( MONUC), pero declinó ofrecer un número en su reunión con la prensa.

"No puedo precisarlo, lo estamos analizando, pero obviamente no será un gran aumento", apuntó.

El enviado de la ONU precisó que no es una cuestión de simplemente agregar soldados a la misión que encabeza el general español Vicente Díaz de Villegas y Herrería.

"Es un asunto de calidad y de lograr una mayor movilidad aérea, no se trata de jugar con los números", afirmó.

El Consejo de Seguridad autorizó en 1999 la creación de MONUC para hacer cumplir el alto el fuego que puso fin a la guerra civil y asistir en la estabilización del país.

Desde entonces, gran parte del territorio se ha mantenido en calma y hace dos años se lograron celebrar elecciones presidenciales, nacionales y regionales.

Sin embargo, los recientes combates en la provincia de Kivu del Norte entre el Ejército congoleño y dos grupos armados, el Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) y el Frente de Resistencia Patriótico del Ituri (FRPI), han vuelto a reactivar el conflicto en esa zona del país.