Cristina Fernández cumple segundo año de Gobierno

BUENOS AIRES, ARGENTINA.- La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, cumple su segundo año de Gobierno envuelta en una crisis de popularidad, con fuertes campañas mediáticas en su contra y un nuevo Congreso opositor.

Muy lejos quedó ya aquel 10 de diciembre de 2007, cuando Fernández y su esposo y antecesor, Néstor Kirchner, protagonizaron entre sonrisas una fiesta familiar al intercambiarse la banda presidencial luego que ella ganó las elecciones con 45% de los votos.

A dos años de distancia, la presidenta y que se reflejó en la derrota electoral que el kirchnerismo sufrió en las elecciones legislativas del 28 de junio pasado.

La presidenta ha tomado acciones favorables para Argentina como el reconocimiento de la centroizquierda al poner en marcha un nuevo programa social que otorgará un apoyo de 50 dólares mensuales a todos los niños menores de 18 años en un país con niveles de pobreza de entre 25 y 30 por ciento.

Aunque ninguna de las medidas impactaron de manera positiva o significativa en la opinión pública.

A todo ello se suma, además, que la presidenta no ha abandonado el tono de “maestra mandona” que la caracteriza y que tanto la aleja de la gente porque, por más avances que pudiera lograr su Gobierno, ella simplemente no le cae bien a un gran sector de la población.  

A Fernández y a Kirchner tampoco les ayuda que en los últimos seis años que han estado en el poder hayan incrementado su fortuna en 572%, lo que ha abierto las puertas a una serie de denuncias por enriquecimiento ilícito en su contra.

Con un escenario tan complejo, la presidenta tendrá que enfrentar todavía otros dos años de Gobierno y preparar las elecciones generales de 2011 que, según anuncia la oposición, marcarán el fin de la era kirchnerista en este país.

Popularidad

Pese a los adversos resultados electorales, la mandataria ganó importantes batallas políticas como la reforma al mercado de medios en Argentina que logró contra todos los pronósticos, sobre todo porque enfrentó el rechazo de las principales empresas de comunicación.

La presidenta también consiguió que el Congreso saliente aprobara una ambiciosa reforma política con miras a las elecciones generales de 2011, la cual evitará algunas de las mayores irregularidades que se criticaban al sistema electoral argentino.

La popularidad de la mandataria argentina se ha colocado sólo en 20%. Con el recambio legislativo el partido oficialista Frente para la Victoria, solo tendrá 113 diputados contra 129 de la oposición y un empate de 35 escaños en el Senado.

Las principales cadenas de radio y televisión, y los dos diarios más importantes, el “Clarín” y “La Nación”, se erigieron como francos opositores al Gobierno y priorizaron las alarmantes denuncias sobre la inseguridad, pese a que es la más baja de América Latina.