Cristina Fernández pone a un allegado en el Banco Central

BUENOS AIRES, ARGENTINA.- El Gobierno argentino impuso una nueva conducción en el Banco Central, que quedó formalmente a cargo de su vicepresidente Miguel Pesce, visto como un cercano aliado de la presidenta, luego de que la Policía impidiera el ingreso a su despacho al jefe de la autoridad monetaria, Martín Redrado.

Redrado se trabó en una dura disputa con el Gobierno de la presidenta Cristina Fernández por negarse a cumplir la orden de traspasar al Ministerio de Economía seis mil 569 millones de dólares de las reservas del Banco Central para pagar deudas, en momentos en que el país enfrenta severos problemas fiscales.

Tras la negativa, Redrado fue destituido por un decreto de Fernández, pero la justicia lo repuso en su cargo y bloqueó la apropiación de reservas por parte del Poder Ejecutivo.

El Gobierno y aliados redoblaron la presión para que el Legislativo se pronuncie pronto sobre la situación de Redrado, buscando enterrar la disputa en forma definitiva.
“Creemos que la responsabilidad de todos los sectores amerita que el trámite (en el Congreso) sea lo más breve y rápido posible”, dijo Cristina Fernández.

La puja ha golpeado a los activos del país, disminuyendo los montos operados, y según analistas terminaría afectando un previsto canje de deuda impaga por 20 mil millones de dólares, ya sea por una dilación del proceso o por la necesidad de que Argentina mejore su oferta para que más tenedores acojan la propuesta.

Redrado acudió con abogados a la sede del banco en la tarde del domingo, pero la policía le bloqueó el acceso. Luego denunció penalmente al jefe de Gabinete de ministros, Aníbal Fernández, acusándolo de impedir ejercer sus funciones.

La voluntad oficial de que Redrado deje la conducción del Banco Central es compartida por gran parte de la oposición política, que buscó bloquear el uso de las reservas pero sin defender decididamente al presidente del Banco Central.

Pugna por el uso de reservas

El plan de la presidenta argentina Cristina Fernández de usar reservas del Banco Central para pagar deuda provocó cuestionamientos políticos y legales, sacudió los mercados financieros y generó preocupaciones respecto de un posible retraso de un canje de títulos en cesación de pagos.

Fernández firmó un decreto para transferir seis mil 600 millones de dólares en reservas al Tesoro para cumplir con obligaciones de deuda de este año, y luego removió al presidente del Banco Central, Martín Redrado, por oponerse al plan.

Pero una jueza federal frenó la transferencia de fondos y restituyó a Redrado.
Un tribunal de segunda instancia reafirmó esa decisión, al mantener el bloqueo y asegurar que para remover a Redrado de la presidencia del banco, como lo dispuso Fernández, era necesaria la intervención del Congreso.

El Gobierno defendió el uso de parte de los 48 mil millones de dólares en reservas para el pago de deuda, y funcionarios dijeron que el plan de canjear 20 mil millones de dólares en deuda impaga sigue su camino.