Dan bienvenida a ONU con muerte de tres sirios

BEIRUT, LÍBANO (23/AGO/2011).-  Fuerzas de Siria mataron a tres personas en Homs durante la llegada de un equipo humanitario de Naciones Unidas, dijeron activistas, mientras la ONU informó que la represión del presidente Bashad al-Assad ante las protestas ya produjo dos mil 200 muertes.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dijo que fuerzas de seguridad y hombres armados leales al régimen, conocidos como "shabbiha", abrieron fuego contra gente que había tomado las calles de Homs para dar la bienvenida al equipo de la ONU, cuya llegada fue aprobada para solventar necesidades humanitarias tras cinco meses de conflicto.

Imágenes de la cadena Al Jazeera mostraron a un grupo de gente atestada alrededor de un auto y cantando "El pueblo quiere derrocar el régimen", con señales de "SOS" y diciendo "Nunca nos rendiremos hasta que consigamos nuestra libertad".

Las imágenes parecieron ser filmadas antes de que se efectuaran los disparos y no quedó inmediatamente claro si el equipo de la ONU presenció el incidente.

La alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay, acusó a soldados sirios y fuerzas de seguridad de usar fuerza excesiva, incluyendo artillería pesada, para atacar protestas pacíficas.

"Hasta hoy, dos mil 200 personas fueron asesinadas desde que comenzaron las protestas masivas a mediados de marzo, con reportes de más de 350 personas asesinadas en Siria desde el comienzo del Ramadán", remarcó Pillay en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Assad incrementó su campaña militar para luchar contra disidentes durante el mes sagrado musulmán, que se inició el 1 de agosto, y envió al ejército a grandes ciudades como Hama, Deir al-Zor y Latakia.

La escalada del derramamiento de sangre llevó a Estados árabes a romper meses de silencio y pedir un final para la violencia, mientras Estados Unidos y Europa expandieron sus sanciones contra Siria y pidieron la renuncia de Assad.

INFLUENCIA REGIONAL
Assad dijo que su país no cedería a la presión externa, que indicó sólo podría afectar a "un presidente hecho en Estados Unidos y personas serviles que reciben sus órdenes de fuera".

"Con respeto a la amenaza de una acción militar (...) cualquier acción contra Siria tendrá importantes consecuencias (para quien la lleve a cabo), mayores de lo que pueden tolerar", dijo en una entrevista emitida por la televisión siria el domingo.

Siria, que comparte frontera con Israel, Iraq, Turquía y Jordania, tiene una influencia regional por su alianza con Irán y su rol en el Líbano, a pesar del final de los 29 años de presencia militar en el país, que terminaron en 2005.

Su influencia también se extiende a Iraq y su apoyo llega a grupos militarizados como Hamas, la Jihad Islámica y Hezbollah.

Ningún país ha propuesto el tipo de acciones contra Siria como las que las fuerzas de la OTAN han ejecutado en apoyo de los rebeldes libios que tratan de derrocar a Muamar Gadhafi.

"En cuanto a la situación de la seguridad, (ésta) se ha vuelto más militarizada en las últimas semanas. Somos capaces de afrontarlo (...) no estoy preocupado", estimó Assad.

Assad dijo que espera que las elecciones parlamentarias se celebren en febrero tras una serie de reformas que permitirán que otros grupos políticos se presenten en los comicios.

Los activistas han desestimado sus promesas de reformas y muchas figuras de la oposición han rechazado su llamamiento para un diálogo nacional.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos manifestó más temprano que hombres armados "shabbiha" que celebraban las declaraciones de Assad en la televisión siria, abrieron fuego en Masyaf, al oeste de la ciudad de Hama, matando a dos personas e hiriendo a cuatro.

Tratando de unificar su fragmentado movimiento, las principales figuras de la oposición se reunieron en Turquía para nombrar un consejo de amplia base y apoyar la revuelta.

Iniciativas similares en el pasado no han logrado crear un paraguas robusto para unir a la oposición, fragmentada por 41 años de gobierno autocrático de Assad y su padre, Hafez al Assad.