En los bares de Córdoba, la noticia de Cristina se tomó con agua

CÓRDOBA, ARGENTINA (29/DIC/2011).- A pesar que Cristina Fernández de Kirchner no es demasiado querida en Córdoba, provincia donde obtuvo 37% de los votos en la última elección en la que fue reelecta con 54% a nivel nacional, el tema de la operación de un carcinoma tiroideo no fue lo que ayer más preocupó a los cordobeses. Más ocupados en organizar las fiestas de fin de año, o de hacer las últimas diligencias bancarias en un centro intransitable por el tráfico y el calor, la noticia retumbó sin demasiado eco en las pantallas televisivas y en las primeras planas de algunos grupos monopólicos de medios. En los bares, las menciones al tema existieron (son inevitables) como comentarios, aunque sin demasiadas dudas o análisis políticos sobre el futuro.

La información que bajó desde el Gobierno dejó pocas dudas que se trata de un tumor muy restringido y con buen pronóstico, con lo que la reflexión en muchos casos fue por saber qué está pasando con los presidentes latinoamericanos. Hugo Chávez, de Venezuela; Fernando Lugo, de Paraguay, y los brasileños Dilma Rousseff e Ignacio Lula da Silva son sólo ejemplos de que el cáncer parece ensañarse con los mandatarios de esta parte del Continente.

Otros comentarios que se escucharon en las charlas de los cafés del centro fueron que el médico que operará a la presidenta, Pedro Sacco, quien se graduó de médico en la Universidad Católica de Córdoba (UCC); o la coincidencia que Eva Duarte de Perón haya muerto por causa de esta enfermedad, y haber sido embalsamada por Pedro Ara, otro profesional que ejercía en el Museo de Anatomía Patológica del Hospital de Clínicas, dependiente de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

La tranquilidad de los mercados pareció refrendar el clima con que la calle tomó la noticia. Incluso la reunión de Cristina Fernández de Kirchner con gobernadores de 17 provincias, entre ellos José Manuel de la Sota, el mandatario cordobés, para anunciar un plan de desendeudamiento a esos estados federales por 22 mil millones de pesos durante dos años (unos cinco mil millones de dólares), mostró a una presidenta con buen semblante y ánimo. Nadie espera hoy que la dolencia impida a CFK ejercer su mandato hasta el final.

Con información de Guillermo Mugica, periodista de La Mañana de Córdoba.