Españoles radicalizan protestas contra el PP por corrupción

MADRID, ESPAÑA (03/FEB/2013).- Las protestas contra las sedes del gobernante Partido Popular (PP) se multiplicaron en España, tras conocerse nuevos informes sobre presuntos casos de corrupción que lo implican, las cuales fueron rechazadas por el presidente Mariano Rajoy.

El mandatario español habló ante una reunión extraordinaria del Comité Ejecutivo del PP, para asegurar que nunca ha recibido “dinero negro”, y desvinculó a la formación conservadora de las operaciones de su ex tesorero Luis Bárcenas.

Bárcenas está acusado de tener una contabilidad secreta, de dinero no declarado, con el que se pagaba sobresueldos a los dirigentes del PP entre 1990 y 2009, así como de operar una cuenta bancaria en Suiza de 22 millones de dólares.

El caso ha sido nutrido por diarios españoles como El País y El Mundo, que han revelado documentos que presuntamente comprueban esa contabilidad oculta.

A ello se suma la implicación, por parte de la Policía Nacional, de la ministra española de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, en la trama de corrupción político empresarial conocida como “Gürtel”, en la que también está involucrado Bárcenas.

Las manifestaciones convocadas a través de las redes sociales, internet y mensajes vía celular se han realizado los últimos días en Madrid, pero se extendieron a ciudades como Barcelona, Valencia y Zaragoza, entre otras.

En la capital española, la sede del PP debió ser resguardada por la Policía en el momento en que Rajoy encabezó la reunión del Comité Ejecutivo, ya que centenares de personas protestaban en las inmediaciones con gritos y pancartas.

La manifestación se dispersó por numerosas calles y obligó al cierre de la Gran Vía, la calle de Alcalá, el Paseo de Recoletos y sitios cercanos a la calle de Génova, donde está la sede del PP.

En Barcelona, en el Noreste de España, unos mil indignados marcharon desde la Plaza de Cataluña hasta la sede del PP, donde se mantuvieron concentrados para protestar.

En Valencia, en el Este del país, la sede del PP fue atacada. La dirigencia del partido gobernante denunció que fueron rotos los cristales y se hallaron numerosos objetos que fueron lanzados contra el inmueble.

En Zaragoza, también en el Noreste, decenas de personas se concentraron frente a la sede del PP en la Gran Vía de esa ciudad, donde con gritos como “ladrones” pidieron la dimisión del Gobierno.