Estados Unidos duda que se contenga la fuga esta semana

NUEVA ORLEANS, EU (18/MAY/2010).- El Gobierno estadounidense duda de que British Petroleum (BP), responsable de la plataforma que causó la fuga de crudo en el Golfo de México, pueda controlar el derrame en los próximos días, pese a que la compañía afirmó bloquear el derrame “por completo” esta semana. “No estamos al comienzo, llevamos con esto casi un mes, pero tampoco estamos cerca del final”, afirmó la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Janet Napolitano, durante una audiencia en el Comité de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales del Senado.

El intento con éxito del domingo, permitió que BP pudiera capturar 20% de la fuga en el lecho marino, pero la gigante británica enfrenta nuevos cuestionamientos sobre su historial de seguridad en la industria.

Una imagen satelital, muestra que la mancha de petróleo que provoca el derrame del pozo de la British Petroleum se observa lejos del territorio mexicano. Por ahora, hay pocas probabilidades de que el hidrocarburo arribe a las costas del país. Pero esta situación puede dar un giro. Todo dependerá del tiempo que tarde la compañía British Petroleum en controlar el derrame.

Si la fuga de hidrocarburo no se detiene antes de principios de junio, cuando comience la temporada de huracanes, el petróleo podría llegar hasta las costas de Tamaulipas y Veracruz, área muy sensible porque alberga extensas zonas de manglares, advierte Alejandro Yáñez-Arancibia, del Instituto de Ecología de Xalapa y experto en el Golfo de México.

La gran mancha de petróleo, que en su mayor parte se mantiene bajo la superficie marina, podría unirse muy pronto al flujo de la corriente del Golfo, que discurre por el sur de Florida y la costa atlántica estadounidense, hasta Europa.

Marea negra pasa factura

Casi mil barriles de petróleo por día han sido succionados por el tubo, de los casi cinco mil barriles British Petroleum, estima, son bombeados diariamente al agua. Un tubo de 10 centímetros de grosor fue “probado” con éxito e insertado en el pozo de 50, de diámetro, “recogiendo un cierto volumen de petróleo y gas”.

El Gobierno estadounidense insistió en que el peor escenario posible es que el derrame de crudo, que según las previsiones oficiales mana a un ritmo de unos cinco mil barriles diarios, equivalente a unos 800 mil litros, se prolongue durante más allá del periodo establecido para su control, es decir, una semana.

El director de Programas de Prospección de Petróleo y Gas, Chris Oynes, renunció a su cargo, en lo que representa la primera baja en el Gobierno del presidente Barack Obama. Oynes se encarga de los análisis ambientales y seguridad de los proyectos de exploración. Según sus críticos, se mostraba negligente en la concesión de licencias.