Izquierdistas protestan en Río durante discurso de Obama

RÍO DE JANEIRO, BRASIL (20/MAR/2011).- Varias organizaciones de izquierda realizaron hoy una protesta pacífica en Río de Janeiro, frente al teatro donde el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pronunciaba un discurso dirigido al pueblo brasileño.

Los manifestantes gritaron consignas contra el "imperialismo" de Estados Unidos y el "intervencionismo" de ese país en Cuba, Brasil, América Latina, Libia y Oriente Medio.

"Este Gobierno neoliberal (de la presidenta Dilma Rousseff) ha traído a Obama para robar nuestro petróleo", fue una de las consignas más repetidas en la plaza de Cinelandia, mientras el mandatario estadounidense hablaba para más de 2 mil invitados dentro del Teatro Municipal.

Después de su cita de este sábado con Rousseff, Obama dijo que "Estados Unidos quiere invertir y luego ser un buen comprador del petróleo brasileño".

En el momento que el mandatario estadounidense concluyó su discurso de hoy, decenas de personas le abuchearon en la distancia, desde una valla colocada a unos 200 metros de la fachada del teatro, que estaba vigilada de cerca por una treintena de militares y, a cierta distancia, por la unidad de antidisturbios de la Policía.

La plaza de Cinelandia estaba tomada por fuertes medidas de seguridad, donde estaban estacionadas dos tanquetas del Ejército y numerosos vehículos blindados y de transporte militar.

Además de los partidos minoritarios de izquierda, también se dieron cita en la plaza manifestantes de lo más variopinto, entre los que había quienes apelaron a Obama para que proteja a los indios de la Amazonía, a los que reclamaron que se imponga el uso del esperanto como lengua internacional y "neutra", en lugar del inglés.

Un grupo de camareros aprovechó la visita del líder estadounidense para reclamar que en ese país se reconozca oficialmente a la cachaza -el aguardiente de caña con el que se elabora la capirinha- que, según ellos, ahora no cuenta con una denominación propia y se etiqueta como "ron brasileño".

Al margen de las protestas, cientos de cariocas acudieron a la céntrica plaza en un intento de ver a Obama, lo que no fue posible porque entró y salió del teatro por una puerta trasera.

Inicialmente, la Casa Blanca había programado que el discurso fuera público y se celebrara en esta plaza, para cerca de 30 mil personas, pero el viernes se decidió trasladarlo a un recinto cerrado.

La organización no retransmitió el discurso en pantallas en el exterior del teatro, como esperaban muchos cariocas, así que los que acudieron a la plaza tuvieron que contentarse en seguir el evento por televisión, en la terraza de un bar aledaño.

Arremolinados en torno a las mesas del bar, los curiosos aguantaron de pie la media hora que se prolongó la intervención de Obama, al final de la cual, algunos parroquianos replicaron con aplausos.

Las concentraciones de curiosos también se han repetido hoy frente al hotel vecino a la célebre playa de Copacabana en el que se aloja desde la noche del sábado el mandatario estadounidense.

Mañana por la mañana, Obama partirá hacia Santiago de Chile, segunda escala de su gira latinoamericana, que concluirá en El Salvador.