Raúl Castro, cinco años al frente de Cuba

LA HABANA, CUBA (31/JUL/2011).- El presidente de Cuba, Raúl Castro, cumple hoy cinco años al frente del país intentando “actualizar” el socialismo y clamando contra el desorden y los incumplimientos que obstaculizan sus reformas económicas para superar la aguda crisis que arrastra la isla.

Hace unos días ante su Consejo de Ministros, el general Castro volvió a criticar incumplimientos, mala planificación y deficiencias y advirtió que jueces y fiscales tendrán un papel “determinante” ante las faltas que perjudican la economía.

La “batalla económica” ha sido el empeño de Raúl Castro, de 80 años, desde que tomó las riendas de la isla: fue el 31 de julio de 2006 cuando su hermano Fidel, tras medio siglo en el poder, delegó en él sus responsabilidades por una grave enfermedad.

Raúl asumió primero de forma provisional y en 2008 fue ratificado en la Asamblea Nacional de Cuba como presidente.

El “traspaso de poderes” entre los Castro se ha completado este año, cuando el Partido Comunista de Cuba (PCC) designó a Raúl su primer secretario en sustitución de un Fidel que acudió a la clausura del VI Congreso del PCC para levantar el brazo de su hermano menor en una simbólica imagen que tendrá lugar destacado en el abultado álbum de la revolución.

Fue el VI Congreso comunista el que también aprobó su plan de reformas para poner a producir a Cuba, alejarla del precipicio de la crisis e intentar evitar que se hunda una revolución que ha cumplido ya 52 años.

Lo que la retórica oficial llama “actualización” económica supone una apertura a la iniciativa privada: más de 325 mil cubanos ejercen ya el trabajo por cuenta propia con la novedosa posibilidad de contratar asalariados.

Esta es una de las principales medidas puestas en marcha junto a una masiva reducción de las abultadas plantillas del estado cubano.

La “batalla” del general Castro también se libra en el campo con un plan — que no acaba de dar los resultados deseados — de entrega de tierras en usufructo para aumentar la producción de alimentos, cuestión de “seguridad nacional” porque la isla gasta más de mil 500 millones de dólares al año en importar 80% de los víveres que consume.

En las últimas semanas se han producido además anuncios de calado social como leyes para permitir la compraventa de viviendas y automóviles entre particulares.

En su primer quinquenio en el poder, Raúl Castro también ha clamado contra el inmovilismo y los dogmas, ha llamado a desterrar la burocracia, quiere desmontar el paternalismo estatal con la supresión de subsidios “innecesarios” y ha emprendido acciones contra la corrupción.

Analistas consultados coinciden que en el “quinquenio raulista” se han planteado cambios económicos profundos y se ha introducido más racionalidad aunque los más críticos insisten en que se trata de medidas “insuficientes” y “muy lentas”.

El economista disidente Óscar Espinosa atribuye esa lentitud a la resistencia de sectores conservadores y ortodoxos del régimen junto a la falta de audacia y vacilaciones de los “reformistas”.

LAS CLAVES
¿Un nuevo país?

Raúl Castro, hermano del histórico líder de la Revolución Fidel, ha logrado emprender una serie de reformas que “actualizan” el modelo socialista cubano.

1  Modificaciones económicas en el mercado interno. La economía cubana, basada en la colectividad y alejada del emprendurismo individual, ha experimentado reformas de gran calado desde la llegada de Raúl Castro al poder. Por ejemplo, es fácil obtener permisos para microempresas en la Isla y los cubanos pueden, desde el Congreso del Partido Comunista, vender casas y autos, antes prácticamente prohibido.

2 Reducción del aparato estatal. Raúl Castro es enfático: la burocracia pesada del aparato estatal cubano debe aligerarse. Miles de puestos públicos han sido eliminados para enflacar la nómina del Gobierno central. Lo anterior implica que el Gobierno cubano no sea el único empleador de la economía, sino que se abra espacio a la creación privada de empleos.

3 Liberación de presos políticos. La llamada “actualización del modelo socialista” en Cuba, también ha ido acompañado de la liberación de los llamados “presos de conciencia”. Mediante la intervención de importantes sectores de la sociedad cubana como la Iglesia, empresarios y asociaciones civiles; se cuentan por decenas los presos políticos que han dejado la cárcel desde la llegada de Raúl Castro al poder.