Renuncia jefe de gabinete en Argentina

BUENOS AIRES, ARGENTINA.- El jefe de gabinete de ministros Alberto Fernández se convirtió en la primera víctima, tal vez no la única, de la crisis que envuelve al gobierno de Cristina Fernández desde la dura derrota que sufriera en el Senado el proyecto oficial sobre un polémico esquema de gravámenes a las exportaciones de granos.

Si la renuncia del jefe ministerial es la primera en el gabinete es algo que aún está por verse. Para los analistas es prematuro advertir en la renuncia de Fernández un giro en el rumbo del gobierno. En su reemplazo fue designado Sergio Massa, alcalde del municipio de Tigre, en la provincia de Buenos Aires, y ex director de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES).

El ministro Fernández, que presentó la renuncia este miércoles, no es una baja cualquiera. Ocupaba el cargo desde la llegada de Néstor Kirchner al poder en 2003 y fue ratificado por su esposa y presidenta Fernández al asumir el 10 de diciembre.

Miembro del círculo íntimo de confianza del matrimonio Kirchner, Fernández se había puesto al frente de las negociaciones con los productores agropecuarios para encontrar una salida al conflicto desatado por la implementación en marzo del esquema de retenciones (gravámenes) móviles a las ventas externas de soja, girasol, trigo y maíz.

El conflicto que paralizó el país durante cuatro meses tuvo un desenlace sorpresivo: el Senado, donde el gobierno contaba con mayoría de legisladores, rechazó el proyecto con el inesperado voto del vicepresidente Julio Cobos y de otros senadores oficialistas, el peor revés político sufrido por los Kirchner desde que están en el poder.

La última aparición pública del jefe de gabinete había sido el viernes pasado, cuando anunció que el gobierno derogaba las nuevas retenciones siguiendo la decisión de la cámara alta.

"La certeza de que se abre una nueva instancia en su gobierno, en la cual usted pueda contar con un nuevo elenco de colaboradores para enfrentar la etapa, me impulsa a poner en su consideración mi renuncia con el sano propósito de facilitarle la selección de sus equipos de trabajo", escribió Fernández en la carta de renuncia a la presidenta, que divulgaron medios locales.

"Su salida no es parte de una reestructuración del gobierno. Por ahora es sólo un reemplazo. No vemos un cambio de estrategia, sino que por ahora es el cambio de una persona'', dijo el consultor Felipe Noguera.

"Hay expectativas de un cambio mayor, pero esa expectativa puede que se cumpla o no", dijo.

Para Rosendo Fraga, es poco probable que la presidenta haga una depuración.

``La política de Kirchner de nunca cambiar bajo presión,- en gran medida compartida por su esposa,- lo llevará ahora a postergar cualquier cambio en el equipo de gobierno, para no mostrar debilidad''.

El ``cambio'' que han venido reclamando tanto los opositores como algunos aliados y la opinión pública apunta casi exclusivamente a Julio De Vido, ministro de Planificación e Infraestructura, y al secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, las caras visibles del ``ala dura'' del gobierno y que vienen desde la gestión de Néstor Kirchner.

De Vido maneja el mayor presupuesto del gabinete, es responsable de la licitaciones de obras públicas y de los millonarios subsidios que otorga el Estado a las empresas de servicios públicos.

Moreno fue el principal defensor de las retenciones y promotor de un rígido esquema de control de precios que hasta ahora no ha tenido el efecto buscado.

``Si tras leer las encuestas Cristina cree fehacientemente que debe profundizar el cambio, lo que tiene que hacer es despedirse de De Vido. Si hace lo mismo con la línea Moreno, tendrá vía libre para encarar los verdaderos problemas económicos que enfrenta su gestión'', escribió en su blog el analista Artemio López.