Caen denuncias por extorsión telefónica

GUADALAJARA, JALISCO (17/MAR/2012).- Las cifras por denuncias relacionadas con extorsiones telefónicas están cayendo en Jalisco, pero aún no es hora de cantar victoria: eso no significa que el delito ha disminuido y en cambio, podría ser resultado de que la gente confía cada vez menos en la utilidad de una denuncia formal o, en el mejor de los casos, que cada vez da menor importancia a esta clase de acciones criminales, de acuerdo con lo que opinan especialistas consultados sobre el fenómeno.

Los registros, por sí solos, son elocuentes: durante el año 2009 se registraron mil 533 averiguaciones previas abiertas por este delito, pero en 2011 fueron sólo 480: la diferencia es de 68% a la baja. Al analizar los números del presente año, se observa que ya se han registrado 86 denuncias y si se mantuviera esa tendencia (43 denuncias por mes), podría generarse un total de 516 al final de 2012, cifra mucho menor a las mil 533 de 2009 y las mil 215 de 2010.

En medio de todos estos números, la clave es imposible de conocer: la cifra negra, es decir, la de los ciudadanos que reciben llamadas de extorsionadores e, independientemente de si caen o no, nunca dan aviso a las autoridades.

Para Dante Haro Reyes, especialista en seguridad pública, la cifra negra está integrada principalmente por ciudadanos que dejaron de confiar en las autoridades y, por lo tanto, prefieren no presentar una denuncia penal.

Uno de sus argumentos es que los datos no son confiables: aunque de 2010 a 2011 disminuyeron las denuncias, las llamadas de auxilio a la Policía Federal crecieron 136% (de 43 mil a 102 mil). “La disminución que se presume no es tal; ya no están denunciando ante las autoridades locales, sino ante las federales”, advierte este especialista.

Por su parte, Rogelio Barba Álvarez, profesor del Departamento de Justicia y Derecho de la Universidad de Guadalajara (en el Centro Universitario de la Ciénega), opina que la gente ha dejado de denunciar porque, poco a poco, ha advertido que los extorsionadores tienen, en realidad, poca capacidad de hacer daño, como aseguran durante las llamadas telefónicas. “A mí ya me pasó y no hice caso ni denuncié”, contó el académico. Y remata, con ironía: También “formo parte de la cifra negra”.

En este contexto, las autoridades apuntan que se está extendiendo una nueva modalidad de extorsión telefónica: la conferencia de tres. Apoyados en las herramientas que ofrece la tecnología, los delincuentes hacen coincidir en una misma llamada a dos miembros de una familia, para hacer creer que uno de ellos está secuestro y exigir rescate.