Martes, 14 de Octubre 2025
Jalisco | En la Sierra Tarahumara habita el grupo indigena de los rarámuri

Experiencias Cumbres

En la Sierra Tarahumara habita el grupo indigena de los rarámuri

Por: EL INFORMADOR

Romayne Wheeler adoptó la comunidad rarámuri como su propio hogar.  /

Romayne Wheeler adoptó la comunidad rarámuri como su propio hogar. /

GUADALAJARA, JALISCO (12/NOV/2011).- Desde lo alto de las montañas, el mundo cobra una perspectiva distinta. El alma vibra con el relieve de la geografía, el aire se percibe más fresco y las presiones de la vida cotidiana parecen ser tan diminutas como las aldeas que se pierden entre la mancha verde de los árboles. Por instantes el tiempo se suspende y las palabras se ausentan ante la perfección de la naturaleza. Las Experiencias Cumbres son estos momentos de ensimismamiento en donde los sentimientos rebasan la lógica y lo inexplicable desplaza a la razón.

La Sierra Tarahumara, ubicada en el Estado de Chihuahua, forma parte de la Sierra Madre Occidental. Sin embargo, más allá de ser parte de una cadena montañosa, la Tarahumara es la casa de los rarámuri, grupo indígena autóctono de la región. Éstos, convencionalmente conocidos como indios tarahumara, conservan su cultura e instituciones tradicionales, pese a las intervenciones de la sociedad occidental.

La desafiante geografía montañesa, así como la profunda sabiduría del pueblo rarámuri, cautivaron a Romayne Wheeler, quien en 1992 tomó la decisión de abandonar el mundo moderno para colocar su piano de gran concierto en la altura de la sierra. Romayne nació en 1942 en Santa Helena, California, y tras doce años de intensos Wiener Musikhochschule (la Universidad de Música de Viena) y como concertista de piano, del Konservatorium der Stadt Wien, (Conservatorio de Música de Viena).

Tras recorrer 67 países, Wheeler, identificado con el misticismo rarámuri ,se asentó definitivamente para convertirse en un miembro más de esta comunidad. El cristalino sonido del piano de Wheeler ha inspirado a decenas de jóvenes indígenas para iniciar sus estudios en música, tal es el caso de Romeyno Gutiérrez Luna. Actualmente el “Pianista de la Sierra” destina todos sus ingresos, producto de la música, en beneficio de la educación y la salud del pueblo que ahora identifica como su familia.

Wheeler ha colocado su piano en la cima de las montañas y ha logrado una conjunción entre su música y el compromiso social. A través de la sublimidad de sus notas, Romayne penetra en la profundidad del Universo y comparte con el mundo sus Experiencias Cumbres, las cuales ha adoptado como un hábito en su apasionante trayectoria musical.

Gilda Colin Bracamontes

FRASE

''
Si busco la alegría, la pierdo; si hago la alegría, la aumento ''

Romayne Wheeler.

Voluntades
Historias de éxito que trascienden Romeyno Gutiérrez Luna

Romeyno Gutiérrez Luna
La esencia rarámuri en una melodía


En 1992 Romayne Wheeler decidió instalarse definitivamente en la Sierra Tarahumara; a lo largo de estos años ha consolidado proyectos de salubridad y educación en beneficio de la comunidad tarahumara, sin embargo, también ha apadrinado a niños y jóvenes rarámuri cuya pasión por la música es un talento en potencia.

Tal es el caso de Romeyno Gutiérrez Luna, joven tarahumara que a sus 25 años se ha presentado en importantes foros en México y Estados Unidos. Su gusto por el arte se desarrolló desde una muy temprana edad, pues creció rodeado por una familia con un aprecio particular por la música. Hijo de Juan Gutiérrez Luna, uno de los violinistas más reconocidos en la región, y ahijado de Wheeler, Romeyno descubrió su gusto y habilidad por el piano a los cinco años. Aunque al principio éste tocaba por mero entretenimiento y diversión, Wheeler reconoció el talento innato en el niño y, por lo tanto, comenzó a darle sus primeras lecciones de música.

Optar por el universo musical como una forma de vida no fue sencillo. Al vivir en la sierra, Romeyno tuvo que interrumpir sus estudios como pianista para cursar la primaria y la secundaria, ya que los centros educativos se encontraban sumamente lejos de su localidad.  Posteriormente Wheeler le obsequió un piano vertical, presente que cambiaría la vida del joven rarámuri. Con éste, Romeyno persistió con su preparación musical, pese a la distancia.

Tras concluir sus estudios de bachillerato, Romeyno tenía la convicción de iniciarse como pianista profesional para entregar su existencia al sublime sonido del instrumento. Con el afán de conquistar su sueño, Gutiérrez Luna tenía que viajar siete horas cada quince días para tomar una lección de poco más de una hora. Finalmente, su firme vocación lo llevó a ingresar al Conservatorio de Chihuahua, en donde actualmente inicia su carrera como músico.

La inspiración y el apoyo de Wheeler fue un factor decisivo en el desarrollo de Romeyno, pues a través de él se enamoró del sonido cristalino de las notas y comprendió que la música, más que una melodía, es un canto del alma que alegra y enciende al espíritu.

Romayne Wheeler
El “Pianista de la Sierra”


—¿Quien es Romayne Wheeler, según Romayne Wheeler?

—Aún exploro esa pregunta. Siento que tengo todas las razas y todos los pueblos dentro de mi sangre. Mis primeros 16 años transcurrieron en Guatemala, Panamá, Costa Rica y México. De ahí me fui a Austria a estudiar piano y composición. Mi mamá era maestra de piano y por eso yo creo que escuchaba la música desde el vientre, a mi papá también le gustaba componer. Querían que fuera doctor, y sí me interesa, pero la música le ganó y me casé con ella.

—¿Qué pieza musical marcó su vida?

—Cuando tenía nueve años fui a San Juan, Puerto Rico, y ahí tocó Andrés Segovia los Recuerdos de la Alhambra en guitarra. No tenía ni idea de qué era la Alhambra, pero al escucharlo sentí que lo más bello de la vida estaba plasmado en una melodía. Quise pasarla al piano, pero tiene un trémulo en donde el sonido se repite constantemente y en el piano no se usa esta técnica, porque los tendones de la mano se lastiman por tanta fricción. Fue hasta los 17 años que pude tocar hasta el final esta composición sin tener dolor. Esta pieza se convirtió en mi estrella y desde 1968, en mi primera gira de conciertos, la he tocado al final de todos los programas.

—Tras haber recorrido tantos países, ¿qué lo llevó a tomar la decisión de asentarse definitivamente en la Tarahumara?

—No es algo que pasa de un momento a otro, se va dando desde 1980 hasta 1992. Cada año iba con el fin de escribir la música de la Tarahumara para un archivo en Viena. En este tiempo, viví en una cueva que está 100 metros debajo de donde tengo el piano ahora; pronto me convertí en el centro turístico para los rarámuri, porque les encanta el sonido cristalino del piano. Cada vez me enamoraba más de su carácter y del paisaje, era como regresar al origen de la Creación, donde la persona más valiosa es el que más aporta a la vida. Me encanta el alpinismo, y cuando viví en Austria  siempre había querido poner mi piano en la cima de las montañas. Sin embargo, cuando dejé Viena, después de vivir 32 años en Austria, sentía que había comenzando a arrepentirme. Tuve que dejar todo lo conocido y una cierta garantía de sobrevivencia como compositor, lo cual no es fácil en el arte, pero tomé la decisión y me entregué. Mucha gente pensó que  estaba loco al hacer esto, pero los ignoré y cuando di el brinco de locura vino un milagro tras otro.

—¿Cuál fue el resultado de esta decisión?

—Me di cuenta que la vida que había llevado hasta entonces era como la de un turista que pasa sin dejar huella. Comencé a involucrarme más en las vidas de las personas a mi alrededor. Vi que había una mortalidad enorme entre los niños por falta de nutrición o diarreas, y comencé con una pequeña clínica. Nació también la idea de las becas por medio de la música para que los niños fueran más allá de la primaria. Al fin decidí hacer un hospital, al cual llamamos Karí Owáame, Casa de Sanación en rarámuri. Ahora dedico lo que entra de mis conciertos a la clínica y a las becas. Esta decisión ha traído mucha luz a mi vida, me siento diez años más joven, como si naciera hacia una nueva posibilidad de vida.

—¿Cómo describiría usted la filosofía del pueblo tarahumara?

Es regresar a la fuente original de lo que es ser un verdadero ser humano, donde el hombre más respetado es el que más ayuda. Comparten todo lo que se les da y muy pocas cosas son de interés material, pues lo más importante es ayudarse unos a otros. Es otra dimensión, ahí se cree que todo tiene alma, pero nosotros hemos olvidado que todo tiene derecho de vivir, y es que muchas veces la gente de razón no tiene corazón.

—¿Cuál es la responsabilidad del hombre respecto al futuro del mundo?


—Somos los guardianes de nuestra Madre Tierra, tenemos una responsabilidad enorme de cuidarla, de ser una familia y de sentirnos responsables por el bienestar del prójimo, sin pensar en fronteras, razas o atributos que nos puedan dividir.

—¿Qué es más peligroso, la ignorancia o la indiferencia?


—Son dos pies adversos; sin embargo, en algunas ocasiones las personas no tienen la culpa de su ignorancia, al haber nacido en un entorno que no les ofrece las oportunidades para abrir los ojos, pero la indiferencia es ser totalmente egoísta y considerar a los demás como objetos para alzar el bienestar propio.

—¿Qué debate y entre quiénes le gustaría presenciar?

—Sería muy interesante resucitar a Gandhi y escucharlo conversar con el Dalai Lama, para ver tantas cosas en las que pueden coincidir. Creo que la palabra amor se ha desgastado por el mal uso, pero ellos tienen un mensaje de paz, tranquilidad y una vida serena que comparten. También podríamos llamar a Jesús para que estuviera presente, aunque Él no tendría que hablar mucho, porque su vida fue luminosa, y cuando una vida es luminosa las obras hablan por sí mismas.

—¿Qué sabe ahora que le hubiera gustado saber antes?

—Me hubiera gustado llegar a la etapa en la que estoy 20 años antes, pero estaba demasiado sumergido en los 67 países en donde he vivido. Ahora ya no existen países para mí, creo que realmente todos somos uno.

—¿Qué mensaje puede dar a los jóvenes de Mar Adentro?


—Sobre cada una de estas preguntas se podría escribir un ensayo, pero una sola recomendación sería enfocarse con más ahínco en estos valores, darle continuidad a los pensamientos y a las estrellas que guían a Mar Adentro. Vivimos en una sociedad superficial donde se hace todo a la misma vez, en lugar de realmente llegar al fondo. No vivan lo que les apasiona como una curiosidad o como un momento, hagan de sus ideales su forma de vida.

10 notas positivas

1. México asume la presidencia del G20.

2. Almudena Grandes gana el Premio Sor Juana Inés de la Cruz.

3. Guadalajara se prepara para Juegos Parapanamericanos 2011.

4. Yahel Castillo, Yadira Lira, Adrián González, Ángeles Ortiz, Daniel Aceves y Jerzy Hausle ber serán reconocidos con el Premio Nacional de Deportes 2011.

5. Se celebra la cuarta edición del Lorena Ochoa Invitational en el Country Club.

6. Se lleva a cabo el Seminario Internacional de Movilidad Inteligente en Guadalajara.

7. Carlos López-Otín fue galardonado con el Premio México de Ciencia y Tecnología.

8. Comienza la primera etapa de la construcción del Museo de la Barranca.

9. Envía Cruz Roja 22 toneladas de ayuda a damnificados de Tabasco.

10.   Proponen crear becas para migrantes indocumentados.


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