GUADALAJARA, JALISCO (02/AGO/2016).- Después de que Guillermina Montaño, de 62 años, se divorciara hace 14 años, comenzó a trabajar para mantener a sus siete hijos. Con esfuerzo logró que seis de ellos terminaran la primaria y uno llegó a ser contador.Para ayudar a su mamá, ellos trabajaron en la siembra y como ayudantes de albañiles, hasta que tres se fueron a buscar una mejor vida en Estados Unidos, país al que emigraron hace 10 años, a la edad de 14, 16 y 20.Aunque desconoce a qué se dedican sus hijos, Guillermina, originaria de Tamazula de Gordiano, Jalisco, cada mes tiene contacto con ellos vía telefónica. Ellos, dice, la ayudan económicamente de vez en cuando.También hace seis años fallecieron sus padres por embolia y complicaciones pulmonares, desde entonces los tres hermanos de esta mujer, Martín (que trabaja en construcción y fontanería), Octolia (en una fábrica que elabora figuras de verduras) y Elia (que labora en un hospital), decidieron tomar el camino de sus sobrinos e ir a Estados Unidos en busca de una mejor calidad de vida, ya que todos ayudaban en la siembra del maíz en Tamazula.Con la partida de sus hijos y hermanos, Guillermina Montaño considera que los lazos familiares se distanciaron porque cada vez extraña más a los suyos. “Yo los extraño mucho. Me acostumbré a tener a mis hijos y mis hermanos cerca, casi no sé nada de ellos y me entusiasma la idea de volver a verlos, saber cómo están y por qué nos alejamos”.Ayer Guillermina recibió su visa y podrá visitar a sus familiares quienes residen en Tulsa, Oklahoma, y espera que en breve pueda abrazarlos nuevamente y estrechar lazos. Ella es otra del grupo de 16 adultos mayores que estarán en Estados Unidos durante 30 días con sus seres queridos, gracias al programa Familias Sin Fronteras del Gobierno estatal.Irá a AlabamaHace 18 años que María del Refugio Sánchez, de 68 años y originaria de Villa de Contla, en Tamazula, no ve a sus tres hijos desde que partieron hacia Estados Unidos. Dos años antes de que sus hijos se fueran, uno de sus hermanos, Efrén Sánchez, ahora de 60, también emigró en busca del sueño americano. En la actualidad vive en Florida y trabaja en el campo recolectando sandía, pepino y cacahuate. Hace 20 años que sólo sabe de él cada mes o dos, mediante llamadas telefónicas. El año pasado María del Refugio solicitó su visa, pero le fue negada. Ahora, mediante el programa Familias Sin Fronteras, recibió la visa para viajar a Dotman, Alabama, a ver a sus hijos.VIAJE Y VISALa meta, 100 este añoFamilias Sin Fronteras arrancó con un primer grupo de 16 adultos mayores quienes, durante 30 días, podrán convivir son sus familiares en Estados Unidos. El Ejecutivo cubrirá el trámite de la visa (160 dólares), así como el boleto de avión para el viaje redondo. De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo e Integración Social, la meta es enviar a un centenar de personas este año.