Gruperos y norteños desplazan al mariachi en sus propias plazas

GUADALAJARA, JALISCO (30/DIC/2011).- La música grupera llegó a Guadalajara en avión y se difundió en las ciudades y pueblos de Jalisco cargada en los reproductores de última generación de los migrantes.

Los miles de paisanos que regresaban a visitar a sus familias en los último 20 años alimentaron e hicieron crecer, sin saberlo, un fenómeno que ahora representa el de mayor arrastre popular, tanto que  en lugares donde hace pocos años se escuchaba casi exclusivamente  mariachi, ahora la gente prefiere contratar a los conjuntos de música grupera o norteña.

Basta con darse una vuelta, cualquier día de la semana, a uno de los lugares tradicionales del mariachi: El Parián, en San Pedro Tlaquepaque, para observar que los mejores horarios ya los disputan los músicos gruperos o norteños. Y en la Plaza de los Mariachis, éstos parecen tener menos trabajo.

En la radio de la ciudad, al menos un tercio de las estaciones, entre ellas las de más altos ratings, dedican su programación a la onda grupera, movimiento musical que tiene  raíces  tan disímbolas como el rock, la cumbia, la polka, el vallenato, la balada romántica, y la banda sinaloense, entre otras.

La mezcla  germinó y creció entre la población mexicana en diversas ciudades del Sur de Estados Unidos, con bandas que luego llegaron a nuestro país y fueron imitadas con gran éxito por  músicos locales que propulsaron este tipo de música entre amplias y diversas capas de la población.

El éxito comercial de grupos y cantantes como Intocable, Los Tigres del Norte y Marco Antonio Solís provoca que hasta intérpretes pop como Paulina Rubio o Moderatto intenten probar las mieles del reino grupero.