Más allá de la Independencia de México

La conmemoración del Bicentenario de la Independencia de México ha encontrado al país en una situación paradójica. Las fiestas, el papel picado, los sombreros y el Himno Nacional coexisten con un sentimiento generalizado de desconfianza e incertidumbre.

Aunque el 15 de septiembre los mexicanos se unen en un mismo grito nacional, este acto de unión y soberanía no puede considerarse una radiografía fiel de la Nación a 200 años de su Independencia. Es decir, los sentimientos de orgullo y pertenencia nacional se enfrentan con la adversa realidad que atraviesa el país en la actualidad.

Sin lugar a dudas, la realidad actual no es merecedora de halagos y honores. Por el contrario, la imagen nacional se ha debilitado y la situación interna del país es preocupante. Del mismo modo, en el ámbito internacional, México se ve inmerso en una serie de circunstancias que exacerban su dependencia con respecto a otros Estados, limitando así su margen de acción.

Los sentimientos y opiniones en torno al festejo del Bicentenario se contraponen cuando suponemos que celebrarlo implica halagar la situación actual.

La conmemoración de nuestra Independencia no supone el elogio a partidos políticos, acontecimientos violentos o crisis económica. Por el contrario, debe rescatar y promover el sentido de identidad que se ve amenazado ante las problemáticas que imperan en el país.

México se caracteriza por ser un país diverso, construido sobre estructuras de contrastes y divergencias. En términos económicos, México ocupa el segundo lugar mundial en desigualdades de ingreso. También se ubica en el octavo sitio en cuanto a países con mayor número de pueblos indígenas. Como resultado de esta heterogeneidad, difícilmente podemos hablar de un sólo México.

Frente a los retos planteados —fronteras ideológicas, culturales, sociales y económicas—, los mexicanos debemos enfocarnos en encontrar puntos en común que sumen y multipliquen, lejos de restar y dividir.

La conmemoración del Bicentenario no presupone una visión miope que deje al margen nuestra compleja realidad, ni cubrir los desaciertos con una gran bandera mexicana. Por el contrario, representa una oportunidad de unión, convergencia y cohesión social al conmemorar la historia que los casi 110 millones de mexicanos tenemos en común.

COMPARTE:

Escucha de viva voz a los líderes sociales compartir, en una entrevista, algunas de sus experiencias.

Cualquier novela, por mala que sea, es histórica: Fernando del Paso


“Noticias del Imperio” en el marco del Bicentenario


— ¿Por qué decide usted escribir una novela histórica? ¿Qué diferencia encuentra en relatar la historia a partir de algo más cotidiano?

— Bueno, no la relato, juego con ella y la recreo y creo mis propios personajes. La Carlota de Noticias del Imperio tiene algo que ver con la Carlota de la vida real, pero más bien en lo que se llama ahora “datos duros”. Lo demás es el monólogo que yo imagino, que quizás pudo haber dicho.

Cualquier novela, todas las novelas, incluso las más malas, son novelas históricas, en el sentido de que reflejan siempre una época, sus costumbres, sus hábitos, la forma de pensar de una clase social, un régimen político, todas son históricas. La Comedia Humana de Balzac, por ejemplo, es un gran fresco histórico.  

Cuando una novela se ocupa de personajes que existieron en la realidad, no es que se vuelva más histórica que otras, pero sus referencias son mucho más directas. Ésa es la diferencia.

— ¿Cuál sería un personaje de la Historia de México con el que usted se identifique y por qué?

— El personaje histórico más fuerte que yo he tratado, pues es Carlota, pero no me identifico con Carlota de ninguna manera, ni loco ni loca —sonríe—.  Pero no hay uno solo, es decir, soy Juarista por ejemplo, aunque sé que Benito Juárez cometió también algunos errores garrafales. Sé que Benito Juárez no hubiera sido tan grande si no hubiéramos sido invadidos por los franceses, si no hubiera llegado Maximiliano. La historia colaboró con él para hacerlo grande, si no, no hubiera tenido la estatura que tuvo.

Puede haber muchos héroes en la historia, no nada más políticos y guerreros, que me gustan, que admiro, y a veces no exactamente por lo que hicieron sino por otras de sus virtudes. Por ejemplo, me gusta mucho que Miguel Hidalgo, mucho antes del Grito de Independencia, se dedicara a sembrar árboles de morera para dar de comer a los gusanos de seda y a sembrar vides porque, la metrópoli (España) previó que aquí y en otras partes de Latinoamérica, se podía hacer una seda muy fina y podían hacerse muy buenos vinos que iban a competir. Como un gesto de rebeldía, me gusta mucho.  

— ¿Considera que la historia oficial que comúnmente aprendemos de la Independencia se apega a la realidad?

— Se apega a la realidad en unos cuantos “datos duros”. No hay duda que el 15 de septiembre, a las 11 de la noche, en el pueblo que hoy se llama Dolores Hidalgo de Guanajuato, el cura enarboló el estandarte guadalupano y dijo: “¡Viva México!”, que la Iglesia lo excomulgó —misma que ahora quiere que los mexicanos lo celebren— y que su cabeza acabó colgada de la Alhóndiga de Granaditas.

Es un dato, por así decir “algo extraordinario”, que de todos modos la Independencia mexicana fue promovida por el clero, por el clero bajo. No era el clero rico sino el clero bajo: Morelos, Hidalgo...

El historiador mexicano Arnaiz y Freg, dijo “mitad en broma” pero “mitad en serio”, que a México lo habían conquistado los mexicanos y lo habían independizado los españoles. Cortés, con 600 hombres, jamás hubiera podido acabar con el Imperio Azteca si no cuenta con la ayuda de los tlaxcaltecas, que era un pueblo sometido por los aztecas. La Independencia no la hicieron los pueblos indios mexicanos, aunque entraron a la revolufia,  la hicieron los criollos, o sea los españoles, hijos de españoles. De lo que podríamos llamar ahora una pequeña burguesía que estaba muy a disgusto contra los criollos ricos que tenían todo el poder y todo el dinero. La Independencia se quería de España, pero no de la monarquía española.

 Nuestros líderes empezaron por pedir que Fernando VII, “El Deseado”, fuera nuestro rey, el rey de un México independiente. Todos esos son matices que realmente no se aprenden ni en primaria ni en secundaria; la historia oficial es demasiado escueta. Y pues usted lo ha dicho, es la oficial y, por lo tanto, aunque exacta en algunas cosas, es inexacta en otras y peca de omisiones.


— ¿Considera que los personajes que ahora vemos como héroes de la Independencia tienen facetas mitificadas?

— Pues sí, claro que sí, pero es que son humanos. El Presidente Calderón dijo hace algunos días que nuestros héroes de la Independencia no son ni demonios ni santos y, bueno, tiene razón. No son ni una ni otra cosa, pero de alguna manera sí fueron héroes, arriesgaron su vida y muchos la perdieron por ciertos ideales. No merecen nuestro  menosprecio. Hay figuras que han valido mucho en la historia de este país, tanto en la lucha de Independencia como en la Revolución. Que hay detalles oscuros, pues sí, pero ¿realmente interesan para la historia?

Todo el mundo sabe que el cura Morelos tuvo un hijo y ese hijo pasó a la historia con el apellido de Almonte, Juan Nepomuceno Almonte. ¿Y por qué Almonte? Porque cada vez que había un problema, Morelos decía: “Llévense al niño al monte”.  De ahí viene su apellido.  Pero bueno, ¿importa que tenga un hijo o no? Le importará a la Iglesia, pero ¿a la sociedad civil?  Tener un hijo o no, no tiene nada que ver con sus ideales.

— En cuanto a la participación femenina, conocemos nombres como Josefa Ortiz de Domínguez y Leona Vicario. ¿Cuál fue el rol de las mujeres?

— No son muchas, pero fueron muy valientes. Hay que considerar que la lucha por la igualdad de la mujer apenas se dio en los albores del siglo XX. La mujer estaba muy sojuzgada, ni le preguntaban su opinión ni le contaban las cosas. Era muy difícil que una mujer sobresaliera en ese ambiente. Por eso es mucho de admirar la actitud tanto de Josefa Ortiz de Domínguez como de Leona Vicario. Ambas, creo, tienen más o menos la misma estatura, nada más que a Leona Vicario no le tocó moneda. La Corregidora se hizo muy famosa por “Las Josefas”.

Hay que tener en cuenta también que arriesgaron su comodidad. Leona Vicario tuvo que salir disfrazada de arriero de la Ciudad de México para encontrarse con Quintana Roo, con quien su padre no quería que se casara.
Ambas estuvieron detenidas, presas en sus casas o en conventos.

— ¿Qué es más peligroso: la ignorancia o la indiferencia?

— Las dos cosas son igualmente peligrosas.

Lo que es la sabiduría —en el sentido a lo que llaman los ingleses wisdom, y los franceses sagesse—, no es erudición. No está relacionado con la cultura sino a la especie de sabiduría con la que nace un individuo, así sea un aristócrata o un campesino analfabeta.

La sabiduría se inclina siempre hacia el bien.

Hay personas inteligentes que han sido tiranos, asesinos, etcétera. La sabiduría es la que se inclina hacia el bien y, en ese sentido, es más importante. Generalmente lo impulsa a uno a no ser indiferente.

— Mensaje a los jóvenes de Mar Adentro de México, A.C.:

— Les pediría que no fueran indiferentes, que trataran de adquirir esa sabiduría inclinada hacia el bien, no hacia la “moralina”, como le llaman, sino hacia el bien. Evitar la codicia. Cultivarse en el aspecto humanístico también porque está muy bien ser doctor o ingeniero industrial, pero la cultura nunca sale sobrando.


VOLUNTADES

Historias de éxito que trascienden

Leona Vicario, ejemplo de la entrega por la patria


María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador y Montiel de Quintana Roo nació el 10 de abril de 1789, en la Ciudad de México.

Huérfana, quedó al cuidado de su tío, el abogado Agustín Fernández, con quien trabajaba como pasante de Derecho.

Vicario fue educada intelectualmente, comprendiendo la situación política del país y compartiendo sus ideas con el movimiento Insurgente. Andrés Quintana Roo pidió la mano de Vicario a su tío Agustín, quien lo rechazó porque no comulgaba con el movimiento Insurgente.
Quintana Roo se unió al movimiento en Michoacán y Vicario, desde la Ciudad de México, le entregó todo su apoyo sirviendo de informante, trasladando y  recibiendo en su casa a distintos jefes del movimiento y aportando su fortuna.

Tratando de convencer a los mejores armeros vizcaínos de que se unieran a los insurgentes, fue delatada como conspiradora, siendo aprehendida y retenida en su propio hogar bajo vigilancia de su tío. Pero escapó y huyó a Tacuba, donde organizó un grupo de mujeres insurgentes. Fue encontrada y procesada en 1813, negándose a revelar información. Por ello fue sentenciada a prisión perpetua en el Convento de Belén de las Mochas.

Meses después fue rescatada por hombres disfrazados de fuerzas reales y ella, disfrazada de arriero, escapó de la Ciudad de México para encontrarse con Morelos.

En 1816 contrajo matrimonio con Quintana Roo, con quien se unió a las tropas insurgentes en todo tipo de campañas militares.
Leona Vicario es recordada como una mexicana ilustre, decidida a entregar su vida por la patria.

En mayo del presente año, sus restos fueron trasladados del Ángel de la Independencia al Museo Nacional de Historia de México. Desde 1948, su nombre, en letras de oro, se encuentra en el Muro de Honor del Palacio Legislativo de San Lázaro.


10 Noticias Positivas:

1.- Se conmemora el 187 Aniversario de la Declaración de Jalisco como Estado Libre.
2.- Aprueban crédito de 100 MDP para daños en Puerto Vallarta.
3.- Presidentes de México, Honduras y Guatemala impulsan cooperación para el desarrollo.
4.- EU felicita a México por el Bicentenario.
5.- Máquinas perforadoras para rescate de mineros chilenos avanzan 300 metros.
6.- Otorga Salud Jalisco 30 millones de pesos para los Hospitales Civiles.
7.- Google festeja Bicentenario con logo creado por joven mexiquense.
8.- Impulsa TEC apertura de 80 tortillerías.
9.- México destina más de tres millones de pesos para preservación del águila real.
10.- Casi 50% de los mexicanos cree estar preparado para tener una mujer Presidente.

Mar Adentro Propone:

Después del Grito vino la lucha. ¿Cuál es tu lugar en la batalla?


SÙMATE A MAR ADENTRO

Mar Adentro de México, A.C.
www.maradentro.com.mx/blog
facebook/MarAdentroAC
twitter/MarAdentroAC
informacion@maradentro.com.mx
T. (33)38.17.86.09
Córdoba 2424, Col. Providencia
Guadalajara, Jalisco, México.