Ordena Sandoval Íñiguez a 42 sacerdotes

GUADALAJARA, JALISCO (05/JUN/2011).- El arzobispo tapatío, Juan Sandoval Íñiguez, presidió ayer por la mañana la ordenación de 42 sacerdotes que comenzarán su labor pastoral en la Arquidiócesis de Guadalajara. Durante la ceremonia, que duró alrededor de tres horas, el prelado pidió a los nuevos sacerdotes que luchen contra el secularismo, el cual está tomando fuerza en la población.

“El secularismo es muy fuerte, es una corriente muy fuerte de la cual un país católico, como México, no se puede escapar. Hay que enfrentarlo desde el Evangelio”, indicó el arzobispo al término de la celebración.

El ministerio sacerdotal de los católicos se divide en tres órdenes: diáconos, presbíteros y obispos. Para los presbíteros, Sandoval Íñiguez indicó que sus principales responsabilidades serán orar, predicar con el buen ejemplo y ejercer el ministerio (palabra de Dios, sacramentos y caridad).

Algunos de los rituales que se llevaron a cabo durante la ordenación fueron el Canto de Súplica, en el cual los nuevos sacerdotes se acuestan boca abajo mientras se cantan letanías a los Santos, a la Virgen y a Jesucristo.

El Santo Crisma es uno de los elementos principales, con el que el arzobispo ungió a los presbíteros para instarlos a cumplir con su nueva misión de pastores. Asimismo, éstos prometieron obediencia y respeto al cardenal y sus sucesores.

Durante la ceremonia, los nuevos sacerdotes fueron apoyados por sus familiares, quienes desde sus butacas agitaban banderitas, levantaban mantas con leyendas de aliento y aplaudían en cada momento importante de sus hijos, hermanos, sobrinos o amigos.

Evita declar sobre temas polémicos

Al término de la ceremonia, el cardenal se dijo cansado por la duración del evento, ya que se encuentra recuperándose de una fiebre de paratifoidea y una flebitis (inflamación de las venas) en la pierna izquierda; sin embargo, aseguró que se encuentra en franca recuperación.

El cardenal prefirió no declarar sobre temas políticos, entre ellos el “destape” del gobernador del Estado, Emilio González Márquez, como precandidato a la Presidencia de México, pues dijo, se sentía muy cansado.