Poemas sin palabras

GUADALAJARA, JALISCO (12/ABR/2014).- El arte de pintar -como el arte en general-  es un medio que permite al ser humano acceder al conocimiento, buscar su trascendencia y con esto transformar desde sus trincheras a la sociedad, ya sean sus percepciones y motivaciones. La pintura atrapa o desentiende, inspira o empatiza. 

La pintura ha proyectado a lo largo de los años distintos estilos de vida, formas de ser y pensar, y en ocasiones las creencias colectivas o individuales, siempre en ese intento de comunicar, de expresar el entorno, el contexto social, la locura y su antagónico. Cada época ha sido definida por grandes pintores, la esencia en su mensaje y su estilo peculiar, esa esencia que nos permite identificarlos y recordarlos. En esos esfuerzos de expresar han surgido diversos géneros, artistas que han sido capaces de trascender con sus obras. Artistas con talento innegable.

La pintura ha sido esa herramienta que el hombre ha utilizado  -quizá, sin pensarlo- para compartir y comunicar, lo que ha permitido entender y aprender de nuestro pasado. Es una de las tantas maravillas de este arte.

La técnica, el color, la madera, el lienzo, los muros, sus texturas, los pigmentos y todo ese conjunto que conforman una obra de arte varían en el estilo del autor, sus intenciones y capacidades, su originalidad y creatividad.

Las pinturas son fotografías de lo obvio o lo incomprensible, de la realidad o la utopía, ¡gracias al talento de los grandes pintores y de los que aún se encuentran en el anonimato! Gracias porque sus obras -porque es válido- si es o no su intención, nos invitan a recordar e identificarnos. Las interpretamos de acuerdo con nuestras propias aspiraciones, les otorgamos un sentido, cuyo origen está en nuestras formas de vida.

El arte es una obra colectiva, refleja una determinada realidad, requiere una continua elaboración y apertura así como la vida misma.

Ana Cecilia Torres de la Torre

ECOS DEL DEBATE

La pintura es una herramienta de transformación social

La pintura es y ha sido un lenguaje universal. A través de la pintura las personas logran identificarse, desarrollarse  y re-descubrirse, generar un cambio de la conciencia y por consecuencia enriquecerse.

En el caso de las intervenciones urbanas y apropiación de espacios públicos las piezas de arte se integran a la vida cotidiana y tiene una directa repercusión en el sentido mismo de la obra. La piezas  salen  de las galerías y se exhiben en espacios públicos dando a conocer un mensaje “cualquiera que este sea” teniendo un acceso más directo y cercano con la sociedad  y no por eso deja de ser arte, de esa manera lo verdaderamente importante reside en el proceso de creación.  Pequeños acentos que rompen la monotonía del paisaje urbano y de la vida diaria.

Daniel Rodríguez, Artista Visual

Hoy más que nunca se requiere del arte para reivindicarnos como seres humanos, se convierte en un instrumento para construir y organizar la sociedad a través de la pintura, música, escultura etcétera. El arte juega un papel importante en la historia de nuestra especie viendo algunas de las primeras muestras de civilización a través de la pintura.

La pintura que capta el alma de su entorno se vuelve una herramienta de transformación social.

Ángeles Orozco

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De viva voz, los líderes sociales comparten algunas de sus experiencias

“Pintar es una manera de ser uno y su respiración, de ser uno y sus posibilidades desde el lugar más natural”

Un hombre dedicado y trabajador. Desde pequeño sabía cuál era su vocación, el dibujo era una extensión natural, sus tardes se definían por su gusto de dibujar, tenía muy claro que quería ser un gran pintor. A los 19 años viajó a Europa y vivió en Florencia, Italia durante 10 años, siempre seguro de sus sueños e ilusiones. El arte era una debilidad, era su aspiración.

Los murales de Clemente Orozco, la pintura al fresco y sus hermanos Ana Luisa, Cecilia y Álvaro, todos pintores, lo marcarían profundamente e inspirarían su camino en el arte de pintar.

El arte definió sus circunstancias y entornos, lo ha llevado por el camino de la dedicación y la exigencia, a pesar de no siempre vivir los mejores momentos, el arte ha determinado quién es Roberto Rébora.

“Dedicarse a esto es sumamente exigente. Hoy me sé una persona en su sitio por tantas horas de trabajo muy voluntarioso, de mucho esfuerzo personal y muchísima concentración, no he llevado una vida ordinaria”.

Su camino siempre ha sido como sus sueños  le han dictado, de manera personal y en cierta soledad, nunca permaneció en un lugar sólo por comodidad, siempre guiado por las intensas ganas de resolver ansiedades para lograr su gran sueño. “Es muy fácil sentirte sin talento cuando las exigencias son tan altas”.

Para Roberto Rébora, el fin de la pintura es la trascendencia, sin embargo, el camino es largo antes de llegar a esa consideración. Es importante evitar el autoengaño, la celebración y siempre realizar un esfuerzo humilde. La autoconservación para él es hermosa y profunda, aunque incluso a la par siempre te sientas insatisfecho.

“Pintar es una manera de ser uno y su respiración, de ser uno y sus posibilidades desde el lugar más natural. Es como si quisieras saltar obstáculos muy altos y tienes que entender cosas que son muy profundas y muy básicas para poder intentarlo”.

Es así, que en este camino del arte puedes tener distintos intentos de acercarte a la perfección, a veces ignorado, en otras ocasiones celebrado y admirado, entre las estrellas y la noche, el brillo y la oscuridad, es parte de esa fascinación de sentir siempre el intento de hacer algo que tiene valor, ese es el deseo profundo para el pintor Rébora.

Así como el arte trasciende, también transmite una idea, un estado de ánimo, una situación personal, el entorno, en general la esencia de lo que somos como humanos. Cada pintor es reconocido por sus obras, sus riesgos y rebeldías,  sus composiciones, colores y por aquello que los define como artistas.

Roberto Rébora ha vivido transformaciones personales y artísticas, hace unos años sus pinturas tenían una referencia más personal y específica, sus cuadros eran figurativos, la lectura era inmediata, reconocible y el erotismo era parte esencial de sus obras. Sin embargo, actualmente vive un vuelco radical y plasma lo contrario, hoy pinta el vacío.

“Llevé mi ejercicio al grado más esencial, último, que es la línea recta y la reiteración, parecería algo increíble para ojos de cualquiera, pero no hay una línea que se repita en estos cuadros, todos llevan una intención que es un estado consciente de estar trazando esa información que nos tiene completamente atentos y distraídos a la vez, es decir, la pintura contrariamente a este mundo maravilloso de la información en el cual vivimos. Todo el esfuerzo y ambición es lograr atrapar al hombre en su vacío, nunca creí que se necesitaran tantas líneas para expresar la nada”.

Toda transformación engrandece y enseña. Evolucionar es un ejercicio intrínseco de las personas, esos cambios nos exigen y nos convierten, pero sobre todo nos enseñan. Roberto Rébora está situado en un momento especial en su vida, tomando riesgos pero consciente y seguro de sus deseos y sueños. Un artista auténtico que busca la trascendencia personal.

Proyectos

A principios del mes de mayo realizará la exposición de su último trabajo y a finales de este año publicará una edición antológica de todas sus obras. Por otro lado, a través del Taller Ditoria -editorial que dirige-, publicarán un libro de la autoría de su hermana Ana Luisa, a la que admira por su temperamento, convicción y por la libertad innata con la que vive. Para Rébora es un momento muy significativo de independencia especial en su camino como hacedor de libros.

Mensaje a los jóvenes

“Se vale soñar, en tanto que uno construyas los peldaños para ascender. Hay que construir cada cosa. El tiempo vale oro, así que hay que aprovecharlo”.

PERFIL

Roberto Rébora

Pintor autodidacta, inició su carrera artística en 1977. En 1984 ingresó a la Scuola d’Arte il Bisonte en Florencia. Durante el periodo 2000-2006 formó parte del Sistema Nacional de Creadores de Arte FONCA. En 2011 ganó la XV Bienal de Pintura Rufino Tamayo (México). Dirige el Taller Ditoria, editorial que realiza ediciones de autor tipográficas y manufacturadas.

VOLUNTADES

Historias de éxito que trascienden

Pintor de la verdad

José Clemente Orozco

Cómo no conocer al gran muralista y pintor orgullosamente jalisciense, José Clemente Orozco, un pintor que marcó una época y construyó un movimiento específico en el mundo del arte.

Clemente Orozco nació el 23 de noviembre de 1883 en Zapotlán (actualmente Ciudad Guzmán), este gran pintor contribuyó a recuperar la técnica, el diseño y los temas de la pintura al fresco. De joven, -cuando aceptó y defendió su vocación como pintor-, vivió en la Ciudad de México y colaboró como caricaturista en algunas publicaciones, entre ellas El Hijo del Ahuizote y La Vanguardia.

En la trayectoria pictórica de Orozco el año 1922 es una fecha importante ya que se unió a Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y otros artistas para iniciar el movimiento muralista mexicano, en sus obras reflejaban sus preocupaciones políticas y sociales, además, más tarde actuó en el Sindicato de Pintores y Escultores.

Este gran pintor cuenta con una trayectoria internacional donde pintó su legado, en 1928 viajó a Nueva York para presentar una exposición de sus Dibujos de la Revolución, decoró murales para el Pomona College de California y pintó en la New School for Social Research de Nueva York. De 1932 a 1934, realizó una obra para la Biblioteca Baker del Darmouth College, Hannover, New Hampshire, Estados Unidos. Además, en México, decoró numerosos murales de monumentos públicos como el Palacio de Bellas Artes, tres grandes murales en Guadalajara: en la Universidad, en el Palacio de Gobierno y en el Hospicio Cabañas, el tan reconocido “Hombre de fuego”, una obra de crítica social donde enmarca las injusticias, el desorden, la corrupción y la traición de una sociedad contemporánea. En 1948 pinta en el Museo Nacional de Historia en el Castillo de Chapultepec, también plasma su arte en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Su talento fue reconocido con el Premio Nacional de Bellas Artes de México.

Un artista que dejó un gran legado, sin duda, Orozco colaboró para el acceso a la modernidad estética de toda Latinoamérica, buscaba una independencia, incitaba a la sociedad a defenderse y luchar, a entender su entorno y al actuar.  Un hombre, un gran pintor.

10 NOTAS POSITIVAS

1. Se llevó a cabo la 14ª Feria Internacional Gastronómica con el fin de recaudar recursos para entregar aparatos auditivos, oculares y ortopédicos a personas con discapacidad.

2. Por primera vez, mexicanos estudiantes del IPN ganan en el primero, segundo y tercer lugar en el concurso de robótica más importante a nivel mundial.

3. La UNAM rindió un homenaje a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

4. El nayarita Jorge Gutiérrez, lideró a México para conseguir la medalla de oro en el Premundial FIBA Américas.

5. Se llevó acabo en el Palacio Nacional de Bellas Artes un acto conmemorativo en honor a los 100 años de nacimiento del poeta Octavio Paz.

6. José María Uruñuela se consagró campeón del torneo de tenis del Circuito de Campeones de México en la categoría 21 años y menores.

7. México, tercer lugar con mayor potencial de emprendimiento.

8. El 8 de abril se celebraron los 100 años del nacimiento de María Félix.

9. El Museo Frida Kahlo presentó su nueva guía multimedia que promete un recorrido “único, original” y documentos inéditos.

10. La pianista Daniela Liebman junto con la Orquesta Sinfónica de Zapopan participará en la 17 edición del Festival Cultural de Mayo.

Mar Adentro Propone

Para  leer…

El arte de la pintura de Francisco Pacheco, una obra que permite adentrarse y conocer las obras hispánicas. Un libro antiguo que vale la pena leer.

Para  saber…  

Según la revista Science sugiere que las pinturas rupestres de las cuevas de El Castillo, Altamira y Tito Bustillo, son las más antiguas de la Europa Paleolítica, ya que fueron dibujados por nuestros ancestros hace entre unos 30.000 y 40.000 años.

Para conocer…

Las múltiples obras de José Clemente Orozco en el Instituto Cultural Cabañas, patrimonio de la humanidad en nuestra ciudad o en distintos monumentos y edificios de la Ciudad de México.