Lunes, 13 de Octubre 2025
Jalisco | Juan Sandoval encabezó la misa de lavatorio de pies en la Catedral de Guadalajara

Sacerdotes, obligados a ser ejemplo del pueblo cristiano: cardenal

Centró su disertación en las críticas de la que está siendo sujeta la figura del clérigo

Por: EL INFORMADOR

El cardenal, Juan Sandoval Íñiguez, durante la misa de lavatorio de pies en la Catedral de Guadalajara. M. FREYRIA  /

El cardenal, Juan Sandoval Íñiguez, durante la misa de lavatorio de pies en la Catedral de Guadalajara. M. FREYRIA /

GUADALAJARA, JALISCO (21/ABR/2011).- La misa de lavatorio de pies en la Catedral de Guadalajara sirvió como el marco para hablar sobre las flaquezas y fortalezas del sacerdocio, su lugar en ésta nuestra época, todo desde la perspectiva del cardenal, Juan Sandoval Íñiguez, porque entre sus ministros, advirtió, “ha habido, hay y habrá hasta el fin de los siglos algún escándalo, pero no es justo fijarse sólo en el escándalo”.

Ahí fue donde se centró su disertación, en las críticas de la que está siendo sujeta la figura del sacerdote, aunque nunca se refirió de manera precisa a alguna problemática en particular. 

“Los sacerdotes”, dijo ante su feligresía, “parecería que no convienen a la Iglesia, parecería, porque somos hombres, débiles: carne y sangre de Adán y Eva, pasta de la que estamos hechos todos, pasta de pecadores, todos, y así quiso el Señor”.

La misma naturaleza humana del sacerdote, no obstante, es la que le permite entender y estar cerca del pecador, según lo dijo: “El sacerdote es tomado entre los hombres, para que pueda comparecerse y condolerse de sus hermanos, puesto que él mismo está rodeado de flaqueza, para que ofrezca el sacrificio primero por sí mismo y sus pecados, y luego, por los del pueblo; el sacerdote es hombre y debe sentirse hombre, y debe admitir sus debilidades y flaquezas, y no obstante ellas, con la gracia de Dios, ser ejemplo, ser ejemplo del pueblo cristiano”.

Aun siendo sólo hombres, siguió, los sacerdotes deben ser ejemplo para el pueblo cristiano, aunque estén hechos, como todos, de “pasta de pecadores”: “Hombres y no ángeles hombres que sienten ellos mismos en su naturaleza las mordidas y tentaciones del mal y del pecado, y saben, por experiencia propia, de los dolores de sus hermanos. Y por lo tanto, están llamados a tener comprensión y compasión y ayudarlos y consolarlos y levantarlos”.

Al centro de la nave de la Catedral la gente sentada y atenta, a su alrededor, los ríos de personas que, como llegaban, salían, seguramente en su ritual de la visita de los siete templos. Sandoval Íñiguez, en medio del calor que generaban todos esos creyentes, afirmó entonces que hablar de las flaquezas del sacerdote no significa justificarlo en sus pecados, pero sí advirtió a sus oyentes, por si se encontraba ahí alguno de esos críticos:

“Como dijo el Señor, -el que esté sin pecado que tire la primera piedra-“. Y agregó: “Ustedes los laicos están santificados por el bautismo, hechos hijos de Dios, miembros del cuerpo místico de Cristo, herederos de la herencia eterna, herederos de la gloria, deben los laicos ser santos y, ¿todos los laicos son santos?, ¿verdad que no?, entonces, cuando quieras criticar, pues comienza por ti mismo”.

EL INFORMADOR / LUIS HERRERA

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