Jalisco | Mar adentro Voluntades y banderas Dentro de una sociedad coexisten una enorme variedad de vocaciones y profesiones distintas, respondiendo cada una a la naturaleza de los diferentes individuos Por: EL INFORMADOR 16 de abril de 2011 - 04:11 hs El Servicio Exterior es el cuerpo permanente de profesionales que representa a un Estado en el extranjero. ESPECIAL / Albert Einstein, una de las mentes más brillantes que ha conocido la humanidad, dijo que solamente una vida vivida para los demás, vale la pena ser vivida. En otro orden de ideas, la existencia de un ser humano cobra sentido y dirección cuando su energía es puesta al servicio de otros impactando positivamente no sólo en su situación inmediata sino también en la trayectoria de su vida. Dentro de una sociedad coexisten una enorme variedad de vocaciones y profesiones distintas, respondiendo cada una a la naturaleza de los diferentes individuos. Sin embargo, dentro de los contrastes presentes entre unas vocaciones y otras, todas comparten la misma posibilidad de contribuir con la humanidad a partir de una actitud de servicio y trascendencia. El Servicio Exterior es el cuerpo permanente de profesionales que representa a un Estado en el extranjero y vela por sus intereses y los de sus nacionales, además de ser responsable de ejecutar la política exterior del país. Como bien lo expresa el término mismo, la esencia de la actividad diplomática y consular debe ir acompañada de una actitud magnánima de servicio a la patria y a la humanidad. La enriquecedora experiencia del embajador Carlos González Magallón a lo largo de su trayectoria diplomática es un ejemplo contundente de valentía y servicio a la patria. Asimismo, la historia de Harald Edelstam, embajador de Suecia en Chile durante el golpe de Estado, es una muestra de solidaridad humana, compromiso social y servicio desinteresado. Como consecuencia natural de nuestra diversidad, todos los seres humanos tenemos una llave distinta para servir a la humanidad. Los dones, los talentos y la situación en la que nos encontramos son una guía de cómo podríamos utilizar esta llave; sin embargo, será nuestra voluntad y actitud de servicio los elementos que se encargarán de que la llave verdaderamente haga la diferencia y abra las puertas hacia la trascendencia. "Si queremos un mundo de paz y de justicia hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor" Antoine de Saint-Exupery Comparte El impacto cultural de México en el exteriorCarlos González Magallón, embajador de México en Yugoslavia — ¿Quién es Carlos González Magallón según Carlos González Magallón? — Una persona jubilada buscando sus espacios. Es muy difícil describirse a uno mismo, pero esencialmente soy una persona que ha logrado alcanzar sus sueños. — Cuando pequeño, ¿qué soñaba ser? — Mi sueño era ser diplomático y lo realicé. Me gustaba mucho leer y con mi imaginación me transportaba a otros países. La realidad nunca es como en los sueños; sin embargo, aunque fue una larga y azarosa carrera no me arrepiento de nada. He vivido y aprendido muchas cosas y si tuviera que empezar de nuevo definitivamente lo haría con mucho gusto. — ¿Cuáles han sido las misiones diplomáticas en las que usted ha participado? — He estado en muchos lugares, como Nueva Zelanda, Colombia, Grecia, Japón, Estados Unidos y Yugoslavia, en donde fui el último embajador de México. Aunque las diferencias culturales presenten muchísimos retos, un buen diplomático tiene que adaptarse a las condiciones locales y a las culturas de los países en los que uno está adscrito y no al revés. — ¿Qué misión ha sido la que más ha marcado su vida y por qué? — Belgrado, Yugoslavia, simplemente por el impacto que tuvo en mi familia. Estuvimos bajo ataque dos meses y medio. Cuando tuvimos la certeza de que iba a haber ataques, la Cancillería Mexicana me dijo que yo tenía el poder de decidir si cerrábamos la Embajada o si la manteníamos abierta. La posición de México fue muy clara y aunque no estuvo convalidada por el Consejo de Seguridad, de manera colegiada decidimos quedarnos junto con el resto de las delegaciones latinoamericanas. México no iba a abandonar este país, aunque fuera a ser atacado y las consideraciones de seguridad fueran severas. La Cancillería fue muy enfática en cuanto a que evacuáramos a las familias, pero los mexicanos adscritos a la Embajada nos quedamos aún durante los ataques. — ¿Cuál ha sido el mayor aprendizaje personal que encuentra en sus misiones? — Creo que los mexicanos no tenemos una idea del impacto cultural que México tiene en el exterior; México es muy querido y apreciado. Después de los ataques del 24 de marzo, salieron hordas de jóvenes destrozando embajadas de países que habían participado en los ataques. Los vehículos de los diplomáticos circulamos con placas diplomáticas; la Cancillería yugoslava nos aconsejó a quienes nos habíamos quedado circular también con la bandera de nuestros países para evitar agresiones. Yo circulaba con la bandera mexicana y nos aplaudían en las calles, nos gritaban “¡Viva México!”, esta experiencia no se puede pagar con nada. — ¿Cómo inició la guerra y cómo la describiría? — Se inició irónicamente en una república que después se mantuvo al margen: Eslovenia. Los balcánicos tienen una obsesión tremenda por la historia, hablan de la Edad Media como de la semana pasada. En la Batalla de Kosovo, los serbios fueron derrotados y fue Milosevic a conmemorarla en 1989. Esto se puede considerar el detonante porque él exacerbó el nacionalismo serbio y los kosovares lo vieron como una provocación. Todas las guerras son insensatas, no puedo hablar de guerras más que en forma peyorativa. Sin embargo, las lecciones de la intolerancia y la deshumanización son muchas. — ¿Considera que hubiera sido posible entablar un diálogo entre los distintos grupos involucrados en el conflicto? — Cuando estaba en la misión de Belgrado llegaron a visitarme dos estudiantes brillantes de Harvard, uno de ellos mexicano, con la tarea de buscar una solución al conflicto entre serbios y albaneses, pero la situación era demasiado compleja. El diálogo es una herramienta poderosísima, siempre y cuando exista la disposición para escuchar a las otras partes, pero trasplantado a lo que era Yugoslavia con las profundas pugnas construidas a través de los siglos, era demasiado complicado lograrlo. — ¿Qué adjetivo daría hoy a la humanidad? — Creo que siempre hemos sido catastrofistas, desde los tiempos de los milenaristas hemos estado esperando el fin del mundo. Sin embargo, también creo que hay muchos optimistas que amamos y creemos en la Humanidad. En este espacio es importante criticarnos a nosotros mismos y aunque falte un largo camino por recorrer, hay que reconocer el progreso, los avances en la tolerancia y la libertad de expresión que se han venido ganando poco a poco con el curso de los años. — ¿Qué es lo que más valora en los jóvenes? — El hecho de que estén viviendo en esta época porque tienen avances y retos que no tuvimos nosotros. Siendo muy autocrítico de mi generación, hemos tolerado demasiado las diferencias sociales y económicas que imperan en el país. Me gustaría dejarles a los jóvenes como reto comprometerse con esta realidad y hacer algo por cambiarla a través de la educación. Quizá por eso los envidio porque tienen ante sí retos enormes y tengo la confianza de que lo van a hacer bien. — ¿Qué l e gustaría que la juventud entendiera? — Que desde hace mucho ha llegado el momento en México para que todos aprendamos a ceder, a compartir y busquemos llevar oportunidad a los menos privilegiados. — ¿Qué debate y entre quiénes le gustaría presenciar? — Me gustaría ver un debate trilateral entre partidos políticos mexicanos en el cual las reglas obligaran a los participantes a ir al fondo de los problemas en cuanto a la distribución de riqueza, las oportunidades para los jóvenes y la educación, porque sin lugar a dudas, es la base. Me gustaría que de éste sugieran metas y planes, mismos que no veo con claridad. — ¿Cuál es el mejor consejo que le han dado? — Tengo una anécdota maravillosa de mi niñez. Yo tenía muchas inquietudes e iba a participar en un concurso de oratoria; el señor del aseo de mi secundaria se acercó y me preguntó de qué iba a hablar, yo le respondí que del Himno Nacional, y comencé a relatar la historia que hemos aprendido toda la vida. Él me dijo: “Aprende a pensar diferente a los demás, acostúmbrate a ser creativo e imaginativo”. Este consejo en realidad marcó mi vida. — ¿Qué mensaje puede dar a los jóvenes de Mar Adentro de México? — Involúcrense mucho más, tenemos que convertir a Guadalajara en una ciudad más competitiva; hay muchas áreas de oportunidad para lograr cambios de manera pacífica a través de los cuales podamos cuestionar, exigir reformas y ser parte de ellas. 10 notas positivas 1.- Logran acuerdo sobre agenda de la ONU en el cambio climático para 2011. 2.- Se lleva a cabo foro nuclear para apoyar la seguridad en plantas nucleares. 3.- Galardonan a ecologistas con el Premio Goldman 2011. 4.- La Biblioteca Nacional de España exhibe 200 años de historia latinoamericana. 5.- La Universidad Nacional Autónoma de México organiza la Fiesta del Libro y la Rosa. 6.- Se lleva a cabo el II Congreso de Relaciones Internacionales en el Tec de Monterrey Campus Guadalajara. 7.- Se presentará concierto por la paz en beneficio de las comunidades indígenas. 8.-La tapatía Cecilia Magaña Chávez recibe premio de cuento. 9.-Abrirán al público Tempo XX de Palenque. 10.- La Feria Internacional del Libro convoca a miles a la lectura en voz alta. VoluntadesHistorias de éxito que trascienden“El gran embajador de Suecia”Harald Edelstam Harald Edelstam nació en 1937 en Estocolmo, Suecia. Desde una temprana edad, se interesó por el servicio diplomático de su país integrándose primero al servicio consular. Durante la Segunda Guerra Mundial, Edelstam se desempeñó en las misiones diplomáticas de Suecia en Berlín y en Oslo. Fue durante su estancia en Noruega donde recibió el sobrenombre de “Clavel Negro” ya que al encontrarse este país nórdico bajo ocupación nazi, Edelstam se propuso colaborar con las fuerzas de la resistencia y salvar cuantas vidas le fuera posible. Posteriormente, ocupó una Secretaría en la Cancillería sueca, fue designado Consejero de la Embajada de Suecia en Viena y fue nombrado embajador en Indonesia y Guatemala, entre otros cargos diplomáticos. Finalmente, en 1972, fue nombrado embajador de Suecia en Chile, misión en la cual desempeñó un papel excepcional a favor de los derechos humanos utilizando su influencia diplomática en servicio de la sociedad. Cuando en 1973 se declaró el golpe de Estado chileno, Edelstam abrió las puertas de la Embajada sueca con el fin de brindar ayuda a ciudadanos amenazados por el nuevo régimen. Tras la ruptura de relaciones entre Cuba y el régimen militar chileno, el embajador sueco asumió la representación de los intereses diplomáticos de la isla caribeña. De esta manera, Edelstam comienza a dar refugio a la sociedad civil en ambas sedes diplomáticas, dedicando todos sus esfuerzos en salvar vidas y persuadir a otros embajadores sobre la necesidad de utilizar los recintos diplomáticos para refugiados en peligro de vida. Tres meses después, Edelstam fue declarado persona non grata por la dictadura chilena expulsándolo del país. Sin embargo, en estos escasos meses Harold Edelstam había logrado salvar a más de mil personas, mismas que sin su intervención hubieran muerto o desaparecido. La valentía, la solidaridad y el compromiso humano de este gran embajador ha inspirado la creación del Premio Edelstam, galardón internacional que se otorga para reconocer esfuerzos extraordinarios realizados en defensa de los derechos humanos. Toda actividad humana tiene la capacidad de servir a la humanidad; Harald Edelstam es un claro ejemplo de cómo el servicio diplomático se puede poner al servicio de una sociedad. Mar Adentro propone: Pon tu vida y tu energía al servicio de la Humanidad. Temas Mar Adentro Lee También EU ataca otra presunta narcolancha frente a Venezuela Amorasana: La probadita de un gran comienzo EU "eliminó" tres embarcaciones de Venezuela en total: Trump EU atacó un barco con drogas procedente de Venezuela: Trump Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones