''De encuestas de finales de año''

En los fines de año es muy común que se tienda a hacer un balance sobre nuestras actividades durante el año, lo hacen las empresas y más o menos lo hacemos todos consciente o inconscientemente, si se quiere un poco a fuerzas porque no podemos andar por la vida soltando babas a lo menso. Si se quiere tenemos que hacerlo simplemente para saber a dónde queremos ir. Desde luego que al hacerlo nos vemos a nosotros mismos con cierto cariño, con eso que llamamos autoestima.

Los políticos hacen su balance en los informes anuales; desde luego que si nosotros nos vemos mejor de lo que somos, ellos se ven soñados, nunca he sabido de uno que crea que la ha regado, ya no digamos que fue por su culpa —ellos viven en otro mundo—, si la riegan es que son víctimas de terribles conspiraciones. Para colmo, ahora se puso de moda que diputados y senadores, a quienes no obliga dar informes, lo hacen creyendo lucir más. A los informes se va como a los toros, a ver y ser vistos. Por lo demás, a asistentes y ausentes les vale un demonio lo que se informa, salvo que haya cierta morbosidad en ello, porque ninguno va a informar errores, lo más reconocer de forma genérica algunos errores, aderezados con las promesas de investigar “hasta las últimas consecuencias, caiga quien caiga”. Mi tío Tolito decía que hay que ir a todos estos eventos, porque lo importante no es triunfar, sino andar entre la bola.

Es temporada de encuestas, hace semanas que vemos aparecer éstas en El Informador, las que califican a los presidentes municipales de la llamada zona metropolitana, en que se hacen precisiones acerca de aspectos que parecen importantes a los encuestadores que sean conocidos por los lectores. Lo que nunca me ha tocado ver, no sé si usted ha visto una encuesta de alguien que no saque calificación aprobatoria, eso simplemente no se da, más o menos pero todos aprueban. Cómo estará la cosa, que vi en la red una encuesta tomada ahora que terminó la gubernatura de Ulises Ruiz, acerca de su calificación de su paso como gobernador.

Es opinión casi universal de que ha sido uno de los gobernadores más nefastos de que se tenga memoria, y sin embargo la calificación fue ligeramente aprobatoria, lo que hubiera sido normal si todavía fuera gobernador, pero decía que la consulta se había hecho después de que dejó el poder, lo que tampoco me explico es esa elección, ya que el único pillo de la categoría de Ulises Ruiz, apodado Ulises Ruin, es nada menos que el actual gobernador, que recientemente tomó posesión, Gabino Cué, entiéndalo usted.