Juárez, la ciudad más violenta del mundo

CIUDAD DE MÉXICO.- El Movimiento Blanco clasificó a Ciudad Juárez, Chihuahua, como la urbe más violenta del mundo por segundo año consecutivo, al sumar 191 homicidios dolosos por cada cien mil habitantes y 150 secuestros denunciados por cada millón en 2009.     

La organización no gubernamental integrada por asociaciones mexicanas destacó en un comunicado la necesidad de que tanto la sociedad como los gobiernos federal y estatal se solidaricen con esaciudad fronteriza.     

Luego de Ciudad Juárez, siguen en la lista la ciudad San Pedro Sula, Honduras, con una tasa de 119 casos de homicidios en 2009, según un estudio de comparación de homicidios dolosos en las ciudades consideradas las más violentas del mundo.     

El Movimiento Blanco explicó que Ciudad Juárez registró la mayor incidencia y aclaró que la tasa de homicidios por 100 mil habitantes se calculó con base en las cifras oficiales de homicidios dolosos.    

La fuente de esta información, dijo José Antonio Ortega, miembro de esa organización, es la Subprocuraduría de Justicia del Estado en la Zona Norte y la Agencia Estatal de Investigaciones, con base en la estimación de una población de un millón 388 mil 955 habitantes.     

Esos datos se refieren a todo el municipio, aunque en la zona semi-rural de Valle de Juárez han aparecido cadáveres de ejecutados, pero se presume que fueron privados de la vida en la propia ciudad, abundó.     

Figura en tercer lugar la capital de El Salvador, San Salvador, con una tasa 96 puntos inferior a la de Juárez. Es decir, prácticamente Juárez es el doble de mortífera que San Salvador, la tercera ciudad más violenta del mundo en 2009.     

De acuerdo con su metodología, el Movimiento Blanco señaló que la tasa de San Pedro Sula, Honduras, se calculó con base en la información oficial y en particular del documento Boletín 13 (enero de 2009) 'Mortalidad y otros', del Observatorio de la Violencia.     

En la tabla de la página 5 se atribuye a la ciudad una tasa de 92.1 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes en 2008, esto porque 'según versiones oficiales aparecidas en la prensa los homicidios en Honduras crecieron en 2009 en 31 por ciento, con relación a 2008, y se estimó un incremento equivalente en la tasa de la ciudad', señaló.     

En cuarto lugar aparece Caracas, Venezuela, con una tasa de 94 homicidios por cada cien mil habitantes y tomando en cuenta que hubo en 2009 registro de tres mil homicidios, la población de la ciudad es de tres millones 205 mil 463 habitantes.     

En el caso de Ciudad Juárez, el registro de homicidios el año pasado fue de dos mil 658, pero su población es de un millón 388 mil 955 habitantes lo que da una tasa de 191 delitos por cada cien mil habitantes.    

San Pedro Sula tuvo un registro de mil 872 homicidios, con una población de un millón 500 mil habitantes, por ello su tasa de incidencia es de 119 por cada cien mil habitantes.     

La organización refirió que otro dato que habla del crecimiento de la violencia es que en Juárez el homicidio creció en un tiempo muy corto como jamás se había visto en México y muy rara vez en el mundo, ya que entre 2007 y 2009 ese delito aumentó en más de 800 por ciento.    

Ante tal panorama, consideró que Ciudad Juárez merece el título de la ciudad más violenta del mundo no sólo por su tasa de homicidio doloso sino también por sus tasas muy elevadas de otros delitos violentos, como el secuestro, del cual se registraron 150 casos el año pasado.     

En ese sentido, agregó que esa cifra equivale a una tasa de poco más de 100 plagios por millón de habitantes; mientras que en Venezuela, el líder mundial en este delito, tuvo en 2009 una tasa de 15 plagios por cada millón de habitantes, es decir, seis veces menos que Juárez.     

Al compararlo con Colombia, cuyo peor año de secuestros fue 1999 con una tasa de 64 casos por millón de habitantes, el resultado es 36 por ciento inferior a la cifra alcanzada en Juárez durante 2009.     

Por ello, el Movimiento Blanco llamó a los gobiernos federal y estatal de Chihuahua a actuar ante estas estadísticas, pues la sociedad de esa ciudad fronteriza merece vivir con las condiciones mínimas de seguridad.