México | El año pasado asistió a cuatro mil pacientes La Sedena también atiende discapacidad El Centro de Rehabilitación Infantil ofrece atención médica integral a hijos de derechohabientes del Ejército y la Fuerza Aérea Por: SUN 27 de marzo de 2011 - 07:49 hs Hugo Escamilla recibe terapia junto con su hijo Isaac que tiene autismo. EL UNIVERSAL / CIUDAD DE MÉXICO (27/MAR/2011).- Esta historia comenzó hace cinco años nueve meses el día en que Isaac César nació con autismo. Su padre Hugo Escamilla, capitán segundo de zapadores del Ejército Mexicano, no lograba aceptar el trastorno de su hijo recién nacido. Y Belem, su madre tampoco entendía por qué su tercer hijo había nacido con discapacidad; pero una mañana Hugo notó como los ojos de Isaac lo seguían y entonces nació su esperanza. Fue entonces cuando decidieron “dar parte “ a sus superiores de lo acontecido con su hijo, ante lo cual la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) les indicó asistir al Centro de Rehabilitación Infantil (CRI) el cual fue inaugurado por el general Rafael Galván Galván, secretario de la Sedena, en septiembre de 2008. Ciertamente en el pasado la dependencia daba atención integral para los adultos y niños con discapacidad, pero fue a partir de 2008 que se destinó un espacio exclusivo para niños menores de 15 años. El CRI surgió entonces en el Campo Militar Número Uno, como una institución creada para proporcionar atención médica integral en rehabilitación infantil, (a niños de cero a 15 años) para los hijos con discapacidad de los derechohabientes del Ejército y la Fuerza Aérea mexicanos. Tan sólo en el año 2010, este centro brindó atención a cuatro mil 619 pacientes, que asistieron a un total de 36 mil consultas médicas, con un promedio de mil terapias por día. En este lugar cuentan con un espacio casa para la vida, con cocina, cuartos, camas , para que los niños con discapacidad desarrollen al máximo sus habilidades en lo cotidiano. Un diario capitalino accedió a las instalaciones de la Sedena para conocer la superficie de construcción de dos mil 800 metros cuadrados, que otorga atención médica y terapias de rehabilitación para aquellos diagnósticos más frecuentes, es decir: epilepsia; parálisis cerebral infantil; trastorno sicomotor, parálisis cerebral espástica; perturbación de la actividad de la atención; trastornos por déficit de atención; trastornos del desarrollo del habla y del lenguaje; trastornos generalizados del desarrollo; hiperactividad; autismo de la niñez, y Síndrome de Down. Firmes ante el reto de Isaac Esa mañana, durante la terapia de su hijo, Hugo y Belem toman entre sus manos unas donas de colores y piden a Isaac que coloque el amarillo en su lugar, luego el rojo, después el verde , y a base de repetirlo Isaac lo logra. Y es que sin duda, el capitán Hugo Escamilla, es un hombre que sabe de armas, pero esta vez tuvo que armarse de paciencia, de valor, armarse de comprensión y nuevos conocimientos ante su hijo autista. En este sentido era necesario que el diagnóstico fuera temprano, para que la terapia y la medicina ayudaran a su rehabilitación. Lo mismo hizo Belem; y fue así como Isaac comenzó a recibir terapias desde los primeros meses de vida, “para intentar que se integrara a nuestra cotidianeidad, o para que nosotros aprendiéramos a entrar a ese mundo paralelo en el que nuestro hijo vive”, dicen. “Pedí permiso a mis superiores para asistir a las terapias de mi hijo, y lo hago una vez a la semana sin falta. Mientras yo viva, mi hijo tendrá toda mi atención. Me interesa que sea un niño autosuficiente y logre una vida productiva en la medida de lo posible”, comenta el capitán Escamilla. “No quiero que Isaac sea una carga para sus hermanos. Mi hijo no es un objeto como para que se le considere una carga. Es un ser humano que merece ser atendido y evolucionar; y nosotros como familia, también debemos evolucionar para tratar de entender el autismo de Isaac”. “Nadie está preparado para eso y para el autismo no hay recetas mágicas, cada caso es diferente y requiere atención individualizada”, comentan. Ahora, Belem y Hugo saben que el Trastorno del Espectro Autista (TEA), es una condición que afecta de forma variable el desarrollo del cerebro de su niño, generando notables alteraciones en la comunicación articulada y comprensiva de Isaac con el mundo que lo rodea. También supieron que en principio el futuro de Isaac dependería en gran parte de las responsabilidades iniciales que ellos decidieran asumir como padres ante la discapacidad de su hijo. Entre estas responsabilidades está: acudir una vez a la semana a varias terapias que sin ningún costo recibe su hijo en el CRI: terapia de estimulación neuromotora; terapia ocupacional; hidroterapia; gimnasio y equinoterapia, así como a la escuela para padres. El costo de una sola de estas terapias, (si lo hicieran de modo particular) sería de aproximadamente 600 pesos por 30 minutos. En la Escuela de Padres del CRI, estos trabajan con sicólogos, pedagogos, y médicos especialistas, para lograr que el niño viva en un núcleo familiar adecuado y que este no interfiera de manera negativa en el pronóstico del menor. Los padres también se capacitan para eliminar los prejuicios que contribuyen a fomentar la discriminación a personas con discapacidad. El Centro de Rehabilitación Infantil, a decir de la teniente coronel Nazarea Herrera Maldonado, la institución que dirige desde su inauguración, maneja un modelo de atención integral único en el país, que fue creado a partir de la asesoría de instituciones nacionales e internacional con experiencia en el tema de la discapacidad; “este centro fue creado por arquitectos e ingenieros militares”, comenta. La institución tiene además, un hotel o alojamiento foráneo para 15 familias y parientes que provienen en su mayor parte de Veracruz, Guanajuato, Oaxaca, Guerrero y Michoacán, estados que refieren mayores grados de niños con discapacidad. Los familiares de los pacientes pueden permanecer hasta tres semanas en este centro, con todos los servicios, y sin costo alguno. Amplio equipo especializado Tiene un área de evaluación y diagnóstico, y otra de terapias, donde converge un amplio equipo de más de 50 personas del Ejército Mexicano, capacitado en diversas instituciones especializadas. Algunas de las instituciones que preparan al personal son: la Escuela Militar de Graduados de Sanidad; la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM); la Escuela Militar de Clases de Sanidad; el Hospital Infantil “Federico Gómez”; el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), y en el Instituto Nacional de Rehabilitación. Se aplica toxina botulínica a todo niño que lo requiera. “Esta toxina produce relajación en los músculos, mejora el control motor y tiene un efecto promedio de tres a cinco meses”. Temas Sedena Estados Personas con discapacidad Lee También El precio de la paz en Gaza Lluvias dejan 29 muertos en un día en México Trump anuncia aranceles del 100% para China por su postura comercial 'hostil' ¿Bad Bunny fuera del Super Bowl? Este sería el show alternativo Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones