Proponen diálogo interreligioso para evitar discriminación

CIUDAD DE MÉXICO (08/JUN/2012).- El presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), Ricardo Bucio Mújica, se pronunció por un diálogo interreligioso y ecuménico, a fin de evitar la discriminación hacia las personas que profesan religiones distintas a la mayoritaria.

Recordó que es una obligación del Estado garantizar la libertad de expresión, incluida la libertad religiosa, para todos los miembros de la sociedad.

Bucio Mújica sostuvo que la diversidad política, cultural o religiosa no son una amenaza para la cohesión social de la nación, sino una realidad que a través de su pleno reconocimiento y respeto a la garantía de los derechos puede ayudar a avanzar hacia la igualdad.

Durante una presentación de los resultados de la Encuesta Nacional sobre la Discriminación en México 2010 destacó la máxima que de diferentes formas sostienen las principales religiones en el sentido de que ''no se debe hacer a los demás lo que no quieras que te hagan a ti''.

La sabiduría detrás de esta máxima supone en sí misma la percepción de igualdad para evitar la discriminación a las personas que profesan una religión distinta, aseveró.

Sin embargo, la pastora bautista Rebeca Montemayor, integrante del Centro de Estudios Económicos y de la Asamblea Consultiva del Conapred, señaló durante el acto que la propia encuesta advierte que cuatro de cada 10 personas que profesan una religión distinta al catolicismo consideran que su religión es un factor de división o segregación de la comunidad.

Asimismo, la encuesta arrojó que 35 por ciento de la población en general piensa que la religión provoca una separación entre la mayoría católica y las minorías religiosas, lo que confirma la persistencia de un pensamiento que se opone a la diversidad religiosa.

Entre los datos optimistas recogidos por esta encuesta está que sólo 24 por ciento de la población no aceptaría que en su casa vivieran personas de una religión diferente a la suya, lo que implica que 76 por ciento sí lo aceptaría.

El estudio reveló también que 63 por ciento de los mexicanos cree que las autoridades escolares deben respetar las creencias de niños y niñas cuya religión les prohibe saludar a la bandera, y sólo nueve por ciento considera que se les debe de obligar o expulsarlos de la escuela.

La mayor persecución a evangélicos y a seguidores de creencias no católicas se registra en Hidalgo, Chiapas y Oaxaca, donde hay casos de opresión y expulsión de comunidades, negación de servicios públicos y rechazo de acceso de niños y niñas que no profesan la religión mayoritaria en las escuelas, puntualizó.