Ayer decíamos...

“Paren el mundo, yo me bajo”

Hay días en que después de leer las noticias quisiera exclamar la célebre frase de Quino con que titulo esta colaboración y es que ya no entiendo de qué se trata y dígame si no.
El subcomandante Marcos declaró que Carlos Monsiváis es “ el crítico más filoso y brillante en ¡la derecha! en México”. cómo es posible que diga esto cuando el de portales es una de las columnas que soportan la izquierda mexicana y universal. Un hombre que frente al ataque de las fuerzas represoras selló su compromiso con su sangre en la Plaza de las Tres Culturas el 2 de Octubre de 1968. La calumnia deja huella y tan la deja que el EPR no lo escogió como interlocutor, cuando nadie está mejor capacitado que él para ello.
Por si fuera poco hubo un reto a duelo, sí, leyó usted bien, un reto a duelo en el Senado de la nación, en la Cámara alta, lo que constituye un hecho histórico ya que se convertiría en el primer duelo del siglo XXI, claro que después del reto se soltó la carrilla y propusieron que fuera a gargajazos o en traje de rana, por lo que creo no llegará la sangre al río, aunque la nota recorrerá el mundo.
De ahí se sigue que la presidenta de la Cámara de Diputados está amenazada de muerte, la CNDH dijo que la protegerá, aunque que yo sepa nunca han protegido a nadie, desde luego que sin que yo sepa que nadie los acusara, los del PRD dijeron que ellos no fueron.    Gran alegría causó la apertura que Raúl Castro hiciera en Cuba que permite a los cubanos tener celulares y computadoras, lo que según los críticos es ilusorio ya que sólo los políticos de allá pueden comprarlos. Da ternura ver lo encariñados que están con sus  aparatitos, esto fue visible durante la reunión México-Cubana para negociar un acuerdo migratorio, no soltaban los celulares por ningún motivo, lo que yo atribuyo a lo gustosos que están y no, como dicen algunos malosos que acusan al subdirector de avanzada del Gobierno federal, jalisciense por cierto, a quien señalaron los gringos como quien se clavó unos celulares de última generación en el viaje que hizo el Presidente Calderón a Nueva Orléans a entrevistarse con Bush y con el premier canadiense, por más que el inculpado afirmaba  que con honradez se hace más, la película con que lo cacharon fue determinante. Eso sí, los cubanos no soltaron ni un momento los teléfonos. Hasta hoy, ahí, no se ha perdido ni uno, con lo que se mantiene nuestra fama justamente lograda.
Lo que resulta muy preocupante es el estado de crispación en que nos encontramos, sólo basta que cualquier líder social –con razón o sin ella- opine algo para que quienes no comparten lo dicho por éste se lancen sobre él. No trato de ningún modo justificar lo injustificable, la actuación del gobernador en la cena del hambre fue absolutamente irracional y lamentable. No respetó a los gobernados ni se respetó a sí mismo. Su agresividad es reprobable y requiere mucho más que la tímida disculpa que dio ya que lo que molestó no fue la vulgaridad con que habló, que fue de lo que se disculpó, sino la  intolerante mentada. Pero, por reprobable que sea, no es correcto contestarle con igual violencia porque actuaríamos igual que él, o sea seríamos igual que lo que condenamos. Debe haber maneras inteligentes de oponernos a lo que no estemos de acuerdo.

CARLOS ENRIGUE / Abogado.
Correo electrónico: ayerdeciamos@hotmail.com

EL INFORMADOR 04-05-08 IJALH