| Economía mermada Por: EL INFORMADOR 31 de agosto de 2008 - 23:00 hs Resulta comprensible que cuando los incrementos de precios tienen su origen en presiones internacionales, controlar su impacto en los precios domésticos resulta muy difícil. Tal es el caso de la lista de 150 productos que elaboró la Confederación de Cámaras Industriales y le ofreció al Presidente Felipe Calderón para controlar los precios, pues a decir de los analistas, no sirvió de nada, ya que a julio, los precios de los productos que conforman la canasta básica de consumo crecieron 6.55%, su nivel más alto desde enero de 2005. Quienes explican la inutilidad de esta medida se apoyan en dos argumentos: lo difícil que resulta monitorear los precios a lo largo de la cadena que va desde el productor, los distribuidores y hasta el consumidor final, así como lo poco que significa una lista de 150 productos cuando el universo de los consumidores es de dos mil. Si a esto agregamos que la lista parecía más una promoción de ciertos productos procesados por un grupo muy compacto de empresas que querían apoyar la iniciativa, el bajo impacto de la medida en el bolsillo de los consumidores resulta comprensible. La realidad de todo este proceso es que los consumidores siguen resintiendo en su bolsillo el impacto del incremento en los precios y que la Procuraduría Federal del Consumidor no cuenta con los medios suficientes para hacer una verificación integral de los precios, con lo cual, cada vez concentra una mayor proporción de su ingreso disponible en alimentos, quedando menos presupuesto disponible para otros productos prescindibles. De acuerdo a las más recientes estimaciones del Banco de México, la inflación cerrará el año en alrededor de 6%, para comenzar a descender durante el primer trimestre de 2009, mientras que la actividad económica seguirá con ritmos moderados de crecimiento que rondarán entre 2.5% y 3.0%, dejando pocas probabilidades para generar los empleos que requiere la pirámide poblacional. Si a esto agregamos que el flujo de divisas ha venido bajando debido a la menor disponibilidad de empleos en la industria de la construcción norteamericana, podemos deducir que el cierre del año, si bien es un período que favorece la actividad económica y el ingreso, no será todo lo bueno que ha sido en años anteriores. Esto se traduce en presiones para la clase gobernante, que no habiendo entregado buenas cuentas en materia de seguridad, reformas legislativas y empleo, difícilmente podrá salir bien librada en las próximas elecciones. Sin olvidar que todavía falta recibir el impacto que sobre la balanza de pagos puede tener el déficit de importar gasolinas caras para venderlas a menos del costo en el mercado interno, los economistas del Gobierno deberán preparar esquemas que hagan que la economía recupere el buen rumbo en un plazo muy corto. Habrá que ver si para esto es suficiente el programa de inversión pública en infraestructura que a pesar de haber sido anunciado, no ha logrado despegar. Temas Editorial de hoy Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones